Usted está aquí: miércoles 16 de mayo de 2007 Ciencias Setenta años de atención a la salud mental

Gastón Castellanos*

Setenta años de atención a la salud mental

Ampliar la imagen Los doctores Dionisio Nieto, Manuel Velasco y Agustín Caso, cuyos aportes han sido fundamentales en el desarrollo de esta área Los doctores Dionisio Nieto, Manuel Velasco y Agustín Caso, cuyos aportes han sido fundamentales en el desarrollo de esta área

La Sociedad Mexicana de Neurología y Siquiatría está formada por neurólogos, neurocirujanos, siquiatras, sicoanalistas y sicólogos, y es la más antigua en estas disciplinas. Cuenta con 70 años matizados de éxito y también vicisitudes, pero ha logrado en este largo recorrido consolidar avances y enfrentar nuevos retos, por lo que se considera la cuna de las ciencias de la salud mental. Entre sus fundadores destacan los profesores Manuel Guevara Oropeza (su primer presidente), Mario Fuentes, Samuel Ramírez Moreno, Dionisio Nieto, Leopoldo Salazar Viniegra y Antonio Caso, entre otros, que fueron los pilares de la naciente siquiatría. Asimismo, se incorporaron a sus filas alumnos distinguidos como los doctores Guillermo Calderón, Alfonso Escobar, Ramón de la Fuente, (fue editor de la revista de 1951-1954).

La mayoría de ellos prestó sus servicios en el antiguo Manicomio de la Castañeda, inaugurado por Porfirio Díaz el primero de septiembre de 1910, que desde su inicio se enriqueció con la valiosa aportación de notables neurocirujanos: Manuel Velasco Suárez, Hernándo Guzmán West, Gregorio González Mariscal, José Humberto Mateos y colegas neurólogos sobresalientes, como Luis Lombardo, Julio Hernández Peniche, Enrique Otero, Daniel Vasconcelos, Eduardo San Esteban, Francisco Rubio D., Julio Sotelo M., Guillermo García Ramos y Jorge Islas, entre otros.

Debido a su carácter interdisciplinario contó con la dirección de los neurofisiólogos Carlos Guzmán Flores y Augusto Fernández Guardiola. Es preciso señalar que los reconocidos sicoanalistas Ramón Parrés, Agustín Palacios, Guido Belsasso, José Cueli, Armando Barriguete y Jaime Ayala, entre otros, también fungieron como presidentes en distintos periodos.

El que esto escribe asistió al primer congreso organizado en la ciudad de México por el doctor Agustín Caso (1962) y tuvimos el privilegio de escuchar trabajos presentados por excelentes maestros de neurofisiología: Joaquín Izquierdo, Arturo Rosenblueth, Efrén del Pozo y Raúl Hernández Peón. El tercer congreso, que estuvo organizado por el doctor Alfonso Escobar, tuvo un éxito rotundo (1966), con la participación de expertos nacionales y extranjeros, entre estos últimos los profesores F. Lhermitte y Henri Hecaen, de París; René Tissot, de Ginebra; Manfred Meier, Hans Lukas Teuber, Brenda Milner, Frank Ervin, de Estados Unidos, entre otros.

Sería muy largo enumerar los congresos posteriores, en que el profesor Manuel Velasco Suárez desempeñó un papel primordial, puesto que invitó a las figuras más relevantes de neurología y neurocirugía: Walter Freeman, James Watts Spiegel, Scoville R. Hassler, W. Feindel y Rasmusen (estos dos últimos del Instituto Neurológico de Montreal, pioneros en la neurocirugía estereotáxica, igualmente asistieron catedráticos de siquiatría de renombre de la Universidad de Harvard.

Durante varias décadas el gobierno de México brindó gran apoyo a la salud mental, durante el periodo que se llamó La Operación Castañeda, que consistió en la venta de los terrenos de esta ex hacienda para construir los hospitales siquiátricos Bernardino Alvarez, Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro y el Hospital Samuel Ramírez Moreno, en el área metropolitana. Además se inauguraron los Hospitales Granja: la Cruz del Norte, en Hermosillo; La Cruz del Sur, en Oaxaca, y el de Villa Hermosa.

Esta ardua tarea fue desarrollada por el doctor Velasco Suárez y posteriormente por el doctor Guillermo Calderón. Pero el proyecto más anhelado por Velasco Suárez fue crear el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, que inauguró el presidente Adolfo Mateos, en febrero de 1964, dotado del mejor personal y equipo técnico en esa época. En esa institución se han formado más de mil especialistas nacionales y extranjeros. Del tronco común, en el que se forjaron los pioneros, surgieron nuevas ramas robustas, cada vez más especializadas. En 1966 se fundó la Asociación Siquiátrica Mexicana, por iniciativa de los doctores Ramón de la Fuente, Guillermo Calderón, Raymundo Macías, Rafael Velasco Fernández y Carlos Pucheu, entre otros. Entre 1977 y 1980 el doctor De la Fuente tuvo la meta y tenacidad de fundar el Instituto Nacional de Siquiatría, que hoy lleva su nombre, y que es una institución de gran solidez científica al servicio de los enfermos mentales. La dirección actual de la Sociedad Mexicana de Neurología y Siquiatría ha tomado la estafeta para mantener el alto nivel académico que nos legaron los antecesores. Pero el campo de la salud mental es enorme, enfrenta grandes retos y responsabilidades, en virtud de que los enfermos del cerebro y de la mente sufren lo más preciado del ser humano: su integridad sicobiológica y existencial.

*Ex director de Siquiatría Biológica y Neurociencias de la Organización Mundial de la Salud.

 
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