Usted está aquí: miércoles 23 de mayo de 2007 Espectáculos El teatro era algo ritual, ahora es anecdótico, dice Slava Polunin

El artista ruso regresa a México el próximo junio con su proyecto Snowshow

El teatro era algo ritual, ahora es anecdótico, dice Slava Polunin

Esta vez su compañía incluye a italianos y estadunidenses, lo que dará un toque diferente

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Slava, al centro, en su anterior gira por México Slava, al centro, en su anterior gira por México Foto: Fabrizio León Diez

Cuando era niño, Slava Polunin vio una película de Charles Chaplin y descubrió que aquel mundo en el cual vivía ese personaje torpe, tierno, desubicado, ingenuo y amoroso era el suyo.

Hoy, el ruso Slava es considerado el mejor payaso del mundo.

O, si se prefiere, el tonto del mundo. Y, como los grandes tontos de los pueblos, convoca a la gente a vivir de verdad, a ser solidarios, a ver más allá de su nariz, a usar su imaginación, porque, como sabía su maestro Chaplin, unas agujetas pueden ser espagueti y un pañuelo recogido en la calle tiene el potencial de crear una revolución.

"Todo lo que usamos está vivo, todo lo que no usamos está muerto. Hay que usar la imaginación en nuestra vida, hay que buscar la fiesta cada día", dijo Slava, en entrevista telefónica con este diario, desde su residencia en París.

Por segunda ocasión, el artista ruso estará de gira por nuestro país, a partir del próximo 6 de junio, con su Snowshow (Espectáculo de nieve), que ha tenido un impresionante éxito en numerosos países. En Nueva York realizó mil funciones.

En sus espectáculos, el ruso y su gran equipo multinacional de artistas recurren tanto a los gestos más primitivos y sutiles como a la más avanzada tecnología para convocar a la alegría, al dolor, a la solidaridad, a lo amargo y dulce de la vida, siempre por medio de los ojos de la inocencia.

"Cuanto más queremos algo nuevo, más perdemos lo que teníamos... Antes, el teatro nos reunía con algo mágico, algo infinito. Era algo ritual, pero ahora el teatro es más información, más anecdótico", dijo Slava. "Trato de buscar el teatro antiguo en mis espectáculos."

Con gran maestría hace una celebración de los sentidos, por medio de la música, la escenografía y ciertas sorpresas que le llegan al público.

Slava todo lo hace en grande, convencido de que si nos va a doler, que el dolor nos tumbe, nos haga aullar; si nos va a alegrar, que la alegría nos ponga a bailar y cantar. "Nuestra vida es rica por la parte emocional, y cuantas más pasiones haya, más vida hay. Los rusos pasamos de extremos, como una comedia a una tragedia, de una depresión muy grave a una alegría extrema... Es una vida difícil, pero intensa. A veces la gente intenta hacer su vida no tan viva, pero cómoda".

Además, la celebración debe ser colectiva. "La alegría y la fiesta son parte importante de la vida humana, y no puede haber una fiesta de una persona. Busco amigos nuevos y celebraciones cada día. Soy un hombre feliz porque lo conseguí e intento compartirlo con otros", dijo Slava.

Espectáculo diferente

El espectáculo no será el mismo que presenciaron los mexicanos el año pasado: "Cambia cada vez dependiendo de los actores que participan con el público".

Slava tiene unos 60 artistas en su teatro, de un abanico de países. Esta vez traerá a rusos, italianos y estadunidenses. "En muchos de los espectáculos que vamos a presentar en México va a participar el artista italiano Onofrio Coluccii, quien trabaja conmigo desde hace seis años (durante el año anterior trabajó en Alegría, del Cirque du Soleil). Cuando él actúe, los espectáculos estarán llenos de sol, alegría, fiesta italiana".

En contraste, cuando participa, por ejemplo, un actor estadunidense, contó Slava, el show se llena de energía y acción.

En su teatro también trabaja actualmente el payaso mexicano Izmir Gallardo.

Una obra para cada país

Pero no sólo cambia el show dependiendo de los actores, sino también del público. Slava opinó que si bien hay ciertas "emociones humanas principales, como la esperanza, la búsqueda de felicidad y la alegría, cuando cruzas una frontera y encuentras otra cultura es como hablar con otro planeta. Por ejemplo, en Inglaterra hay que buscar otro lenguaje cómico, más minimalista, absurdo. En Francia, el humor es otro, hay que buscar metáforas, imágenes líricas. El humor ruso verdadero es indispensable que venga acompañado de lágrimas".

Así que en cada país es necesario escribir de nuevo la obra.

Menos en México: "Es uno de los países donde no hace falta porque los mexicanos se parecen tanto a los rusos. Son tan inspirados y apasionados como los rusos".

La cercanía que Slava siente con nuestro país se refleja en su hogar: tiene un cuarto llamado México, que asegura que es su favorito y desde el cual hizo la llamada con este diario.

Y al gran tonto, ¿qué le da esperanza?

"Esperanza significa que te falta algo. Para mí no es necesaria. Sé el secreto de la vida: está en mis amigos, en la alegría, por eso para mí es fácil vivir".

Snowshow, de Slava, en el teatro de San Rafael, a partir del 6 de junio, a las 20 horas. Virginia Fábregas 40, colonia San Rafael. Teléfonos 5559-2532 y 5592-2142.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.