Usted está aquí: jueves 31 de mayo de 2007 Opinión Andanzas

Andanzas

Colombia Moya

El ballet inglés en México

EN MEDIO DE la zaga británica, siempre turbulenta a lo largo de su historia, el ballet inglés, como tantos aspectos de la vida cobijados por el manto del imperio británico, tan golpeado en su monumental orgullo en el siglo pasado; ha sabido conservar, en el terreno cultural, con sumo cuidado una de sus joyas espléndidas, el Royal Ballet del Convent Garden, una de las mejores compañías del mundo, afamada y tradicionalista que ha sabido mantener a flote todo el espíritu refinado, sutil y brillante de una tradición en perfecta simbiosis con el alma y carácter de su pueblo, al que honran y representan en el más alto nivel.

CON SU TOQUE aristocrático inconfundible, la compañía se presentará en México en el Auditorio Nacional seis fechas, del 14 al 20 de junio, con un repertorio que comprende las gemas de la tradición balletística como son La Bella Durmiente, Coppelia y Romeo y Julieta.

ART TEMPO, LA empresa impulsora de tan interesante presentación, luego de traernos a lo más brillante y cosmopolita en este terreno, ahora, para no perder el impulso, nos estimula con el Royal Ballet, cuyas raíces pedagógicas, fuertemente sembradas en México por un sólido sistema de enseñanza del ballet, con la supervisión directa de la Escuela Real de Londres en la multitud de escuelitas establecidas en México; ya nos han dado muestra de su eficacia formando a excelentes bailarinas mexicanas que se han lucido aquí y en el extranjero. Si bien no ha surgido ninguna Margot Fontaine mexicana, por no existir en el país, desgraciadamente, el apoyo e impulso necesarios para establecer un sistema de "estrellas" -rango que siempre han ocupado los burócratas-, ahora, con la presencia del Royal, una vez más se podrá constatar lo que significa hacer las cosas a fondo, en serio y con todo el apoyo necesario ya que el ballet sin star sistem, que verdaderamente tenga jalón y calidad, nunca pasará de "ser, lo que pudo ser", hablando en plata.

LOS 150 ARTISTAS del Royal Ballet, como siempre, serán un excelente estímulo para las oleadas de bailarinas y bailarines que prácticamente se deshacen en la barra, persiguiendo un sueño que de no tener la estructura precisa, solidez, apoyo y objetivos concretos y definidos con el mágico know how, seguirán por años, engrosando las filas anónimas del enorme sistema de desperdicio que predomina en nuestra sociedad, plagada de acomodaticios improvisados dando saltos de dependencia en dependencia para no perder el balón en el patético círculo del poder de nuestras instituciones.

Y MIENTRAS SEGUIMOS "manteniendo las apariencias" culturales, en el suspense de la degollina presupuestal para la cultura y quienes hemos hecho la vida en este resbaloso camino, nos conformaremos con "ver", saber y pensar, que si no mata, más bien fortalece y sublima, pues ya es una historia repetida en la historia del mundo, con el optimismo y valor necesarios para respirar en estos tiempos de locura.

EL ORIGEN DEL Royal Ballet se debe a una predestinada y talentosa bailarina, alumna de Dalcroze, gran inspirador de Isadora Duncan, quien en una clase de exhibición para el gran Diaghilew, corazón del Ballet Ruso de visita en Londres, la invitó a dar clases de este nuevo tipo de movimientos a su compañía comprendiendo el beneficio que esta mezcla de metodología e interpretación corporal podría significar para la herencia y el estilo franco-ítalo-ruso de la escuela imperial de San Petesburgo. Sin embargo, fue Miriam Rambam, de origen polaco, afincada en Londres, conocida como Marie Rambert, maestra, bailarina, directora productora de ballet, quien una vez en Rusia, dando sus cursos de Dalcroze, absorbió las enseñanzas y tradición francoitaliana de Ceccetti Petipa y otros, asimilándose a la compañía del Ballet Ruso donde aprendió todos los secretos de su organización. Nijinsky y su Siesta del fauno reflejaba la tendencia de Dalcroze y las enseñanzas de Marie, que asimismo llegaron hasta Fokine y el importante cambio que se dio en la concepción estética y técnica del Ballet Ruso.

YA EN LOS años 20 Marie Dame Rambert inició su escuela y pequeño grupo de ballet ofreciendo funciones en pequeños teatros y parte del repertorio que había aprendido como cuerpo de danza con el Ballet Ruso. Con Ninette de Valois crean la fundación Camargo y puesto que no era coreógrafa en sí, pero sabía encontrar y desarrollar talentos y organizar la compañía es Ninette de Valois, la verdadera fundadora en 1926 del Royal Ballet, desde 1946 bajo el auspicio del Covent Garden, Royal Opera House de Londres, la más importante compañía de ballet inglesa.

PUES YA LO saben, es algo que hay que ver con especial interés pues mucho dirá esta prestigiosa compañía del estado de ballet en aquella hermosa isla que por largo tiempo fue el rutilante y poderoso Imperio Británico en los cinco continentes del globo terráqueo.

 
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