Usted está aquí: domingo 3 de junio de 2007 Cultura El teatro, mayor invento del hombre: Gurrola

"Todavía no comprendo su complejidad diabólica"

El teatro, mayor invento del hombre: Gurrola

Fui fiel al azar, dijo en una de sus últimas entrevistas

MONTSERRAT HAWAYEK ESPECIAL PARA LA JORNADA

Ampliar la imagen El director con el elenco de la obra Hamlet, que se presentó en el teatro Hidalgo en 2006 El director con el elenco de la obra Hamlet, que se presentó en el teatro Hidalgo en 2006 Foto: Maritza López, cortesía de la revista Líderes Mexicanos

"No tengo tiempo para poner un átomo de mi mente en la estupidez de la política; sin embargo, creo que Felipe Calderón presentó la mejor corbata en el debate." Esta fue una de las declaraciones vertidas en una de las últimas entrevistas concedida por Juan José Gurrola, director y dramaturgo, artista polifacético, vanguardista y provocador. La charla se realizó en junio de 2006, antes de la última función de Hamlet en el Teatro Hidalgo.

Para Gurrola, el teatro era una expresión humana tan grande que aún no se ha revelado en su totalidad ni se ha comprendido su complejidad "diabólica, bella, humana y social". Consideraba que es el más grande arte concebido por el hombre y el inicio de una posibilidad de que la conciencia comunitaria se una en un solo pensamiento.

-¿Qué tan difícil es hacer teatro en México?

-En un tiempo muy antiguo, en Grecia, se lanzó un espontáneo en una de esas fiestas de Dionisio dedicadas al sexo, pero yo creo que este alcohólico, harto de ser atraído por el sexo, decidió meterse en una noria, vio un círculo que lo separaba de los demás y empezó a improvisar. Su mente empezó a hablar de sus sueños, empezó a hablar por él. Fue tal la sorpresa de los idiotas que estaban hasta la madre que tuvieron que aplaudir porque ya les había robado el alma.

"Fue tal el éxito de ese muchachito que se lanzó a los toros como espontáneo, que dijo: 'yo tengo que hablar conmigo mismo en voz alta'. Pero entonces, los muy acá poetas, como Sófocles y Eurípides, dijeron: '¿por qué no lo hacemos de dos? Entonces yo escribo lo que tienen que decir y ahí empieza el poder de los cerdos'."

"Hasta ahora todos los que egresan de la Facultad de Filosofía y Letras (de la UNAM) son cerdos que dominan la letra ¿me entiendes? Salen en las revistas, se compaginan unos con otros, no se quitan empleos, están previstos para tener su revista ¿me entiendes?

"Entonces, el teatro, la belleza del histrionismo de un actor, se aprovecha en Grecia para el poder y de ahí en adelante. Esa especialidad del actor, el histrionismo de tomar sus pensamientos, digerirlos y decirlos como los dice en esta obra, Hamlet, queda en el olvido por 2 mil años, y sólo se hace teatro para los poderes. Por eso viene el ratero isabelino donde ¿quién llegaba? La Reina Isabel [...] y ahorita ¿quién llegaba? Sari Bermúdez. [Los teatros] están usados por el poder. Mientras no haya una revolución aquí hay un tropiezo [...] Logramos con dificultad infame llegar a enseñarles a hacer Hamlet en México [...], todos los literatos se hacen pendejos y no vienen a ver la obra porque les duele que traduzco mejor que ellos, que soy mejor literato que ellos."

Obras buenas y malas

-¿Cuál considera su principal virtud como director?

-Ser fiel a la casualidad, al azar. Las cosas de pronto aparecen. Después de muchos años de vivir en este mundo ejercitas una especie de sabiduría, pero ya en la vejez, después de mucho mirar. También sucede en los grandes, después de ver a Giotto, a los grandes pintores y directores, se te crea un criterio que te dice 'esto es bueno o malo'. Hay un libro de Alfonso Reyes que dice que con el título se puede saber si algo es bueno o malo. Yo también sé si una obra que empieza es buena o mala. En el segundo caso, la desecho sin tener que seguir leyéndola. Entonces, esto te crea una especie de estado de espacio fuera del teatro, pero que también es teatro [...] y ya juegas un poco a que no haces nada porque todo va a venir y nada más eres el centro de una serie de cruce de caminos.

-¿Cuáles considera que son las obras más representativas de su carrera como director de teatro?

-Lástima que sea puta (de John Ford), Bajo el bosque blanco (de Dylan Thomas), Roberte esta noche (de Pierre Klossowski) y Los exaltados (de Robert Musil) son unas obras súper y también la de Salvador Elizondo, Miscast.

-¿Obtener el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004 ha cambiado para usted la dificultad para hacer teatro?

-Son cosas que van a otra velocidad. Hoy ya tengo que tomar realmente con un poco de calma ciertas cosas y preocuparme por otras. Por ejemplo, este esfuerzo que de veras han puesto los actores para frontar las dificultades económicas, pero en el que se ve un amor al teatro que me vuelve a levantar. Tengo un proyecto que se llama Atrapen al conejo.

-¿Algo que quiera usted agregara a esta conversación?

-Que todo se lo debo a mi vieja (Rosa Newton Gurrola), porque ella me ha llevado. Me quiere más de lo que yo hubiera pensado y sabe más de mí que yo. De veras yo quisiera hacer un bravo, bravo porque es inteligente, organizada y sabe, y esa es una vida maravillosa. Ella es yo y yo soy ella, con ligeros devaneos.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.