Usted está aquí: lunes 4 de junio de 2007 Mundo Discutir en la OTAN el escudo antimisiles estadunidense, pide la cancillería rusa

Construir un sistema de defensa Rusia-EU, plantea el ministro Sergei Lavrov

Discutir en la OTAN el escudo antimisiles estadunidense, pide la cancillería rusa

Rechaza Moscú el pedido de Londres para extraditar a Lugovoi, ex agente de la KGB

REUTERS, AFP, DPA

Praga, 3 de junio. Rusia y las potencias occidentales continuaron hoy su controversia sobre el escudo antimisiles en Europa oriental, al tiempo que Moscú rechazó una petición de Londres para extraditar al ex agente de la KGB, Andrei Lugovoi, a quien las autoridades británicas acusan del asesinato del también ex espía Alexander Litvinenko.

En la República Checa tres comunas votaron en un plebiscito no vinculante en favor de rechazar que el sistema de defensa estadunidense sea instalado en territorio checo, mientras que el primer ministro, Mirek Topolanek, dijo a la televisión local que las negociaciones para instalar los radares y misiles en el país no continuarán si Estados Unidos no garantiza el financiamiento total del proyecto.

En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que si Washington, con apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), instala el escudo antimisiles en Europa del este, Rusia "tendrá que buscar nuevos blancos" en el continente para "equilibrar los instrumentos de defensa con instalaciones de ofensiva más eficientes. Sabemos que esto trae el riesgo de reanudar la carrera armamentista", dijo Putin, "pero nosotros no seremos los responsables".

A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, pidió que la discusión sobre el tema se lleve a un foro de discusión en el que participen Rusia y los países de la OTAN. Planteó además la posibilidad de que Rusia y Estados Unidos construyan, más bien, un sistema de defensa conjunto.

Desde Teherán, el negociador iraní para los temas nucleares, Alí Larijani, se sumó a la discusión. Respondiendo al argumento esgrimido por Washington de que el escudo serviría para frenar un eventual ataque de Irán, Larijani declaró que estas afirmaciones son "la broma del año".

En este contexto, siguió la discusión entre Gran Bretaña y Rusia sobre la extradición del ex espía Lugovoi.

La petición de que Moscú lo entregue a Londres es, para el presidente ruso, "una locura", ya que la Constitución del país no permite la extradición de ciudadanos rusos a otros países.

No obstante, según las autoridades británicas, en 1957 Rusia y Gran Bretaña firmaron una convención sobre extradición a la que se le añadió, en 2004, un pacto entre las fiscalías de ambos países que permitiría que Moscú entregue a Lugovoi.

La policía británica lo acusa de haber envenenado a Alexander Litvinenko con polonio 210, un metal radiactivo que, al ser ingerido por el ex agente de la KGB, le provocó una muerte muy dolorosa y una agonía de casi una semana.

Un caso similar ocurrió en Londres en 1976. Se trata del disidente húngaro Georgi Markov, que falleció después que, usando la punta de un paraguas, un individuo le inyectó una cápsula de ricino en la pierna, cuando caminaba en la calle. La razón por la que se supo cómo se le había inyectado el veneno fue porque la cápsula tardó más de lo esperado en disolverse.

 
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