Usted está aquí: miércoles 6 de junio de 2007 Opinión Bajo la lupa

Bajo la lupa

Alfredo Jalife-Rahme

El CCAN, engendro del ASPAN para desmantelar Pemex y convertirlo en Gasmex

Ampliar la imagen Pemex sería privatizado en su segmento gasero mediante la creación de Gasmex a más tardar en el año 2010, según recomendaciones contenidas en el documento del Consejo de Competitividad de América del Norte Pemex sería privatizado en su segmento gasero mediante la creación de Gasmex a más tardar en el año 2010, según recomendaciones contenidas en el documento del Consejo de Competitividad de América del Norte Foto: Archivo La Jornada

Los años pasan muy rápido: en enero de 1994 se formalizó el hoy fracasado TLCAN; en septiembre de 2001 apareció el muy previsor Nuevos Horizontes (con participación preponderante del sector privado) que se plasmó en el ASPAN de marzo de 2005, consolidado en los rubros militar y energético en la reunión secreta de Banff Springs del año pasado (Ver Red Voltaire, 4/10/04 y Bajo la Lupa, 1/10/06).

Como adelantamos (Bajo la Lupa, 3/6/07), el trilateral CCAN -Consejo de Competitividad de América del Norte (NACC, por sus siglas en inglés)- representa las "prioridades del sector privado (¡súper sic!) para el ASPAN y entre sus 50 "recomendaciones iniciales (sic), en especificidad a México se refiere, aboga por el desmantelamiento parcelar de Pemex, que sería privatizado tangencialmente en su segmento gasero mediante la creación de Gasmex a más tardar en el año 2010, lo que queda asentado en su documento de febrero de este año, que "incluye la construcción, propiedad (sic) y operación de gasoductos y oleoductos" (Plan Labastida), en el que las trasnacionales privadas de EU jugarían papel determinante para finalmente desembocar en la creación del CEAN: Consejo de Energía de América del Norte (NAEC, por sus siglas en inglés). ¡Cómo le fascinan los "consejos" a EU!

Las tendencias del consumo energético estadunidense reflejan su giro estratégico hacia el gas, en detrimento del petróleo. Es decir: la joya de la corona es el gas de Pemex (más que su petróleo) en la "línea costera del norte del Golfo" (léase: la Cuenca de Burgos y el Golfo de México).

La parte sustancial versa sobre la "integración energética" trilateral. Más allá de la Iniciativa de Seguridad Energética de Cancún, el CCAN afirma que "existe potencial (sic) para una reforma significativa (sic) en México en la liberalización del comercio de los productos refinados, así como para su almacenamiento y distribución" mediante "cambios en la gobernación (sic) y organización de Pemex". Con la "liberalización plena (sic) del sector energético de México, sus reservas de petróleo y gas relativamente abundantes (¡súper sic!) atraerían tecnología e inversiones significativas (sic)" ¡Pues sí!

A partir de 2008 se lanzará una campaña de linchamiento (le llaman "ejercicio de parámetros de referencia") para "publicitar (sic) la brecha (sic) operativa de Pemex", que "obligará (sic) a proceder con los cambios estructurales", en especial del gas en el que México se ha vuelto importador cuando cuenta con "vastas (sic) reservas de gas natural". Se pondrá en la picota la disminución de refinación de México, que importa 6 mil millones de dólares al año y el patético nivel de sus recursos humanos (la "brecha del conocimiento").

El trilateral CCAN consta de "30 miembros": 10 por cada país (Canadá, México y EU), pero resulta que nuestro país vecino emerge con cinco miembros adicionales, entre quienes destacan, para los fines geopolíticos energéticos, la petrolera Chevron, las empresas militares Lockheed Martin y General Electric, y la ferroviaria Kansas City Southern, que enarbola un sistema multimodal que incluye gasoductos y oleoductos que forman parte del proyecto Corredor Trans-Texas (TTC, por sus siglas en inglés).

Por el "México neoliberal" -sepa Dios cómo la dupla panista entreguista del ranchero Fox y Felipe El Breve realizó su selección- se ostentan: el inolvidable José Luis Barraza, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial; el foxiano Gastón Azcárraga; León Halkin, presidente de Concamin; Valentín Diez, presidente del Comce; Jaime Yesaki, presidente del Consejo Nacional (sic) Agropecuario (¿cuál?); el ultrasalinista Claudio X. Gonzalez, presidente de la filial texana Kimberly-Clark (es decir, una filial de una trasnacional de EU coloca a su socio en representación de "México"); Guillermo Vogel, vicepresidente de TAMSA; César de Anda Molina, presidente de AVICAR de Occidente; el regiomontano Tomás Gonzalez Sada, presidente del Grupo CYDSA; y el leonés Alfredo Moisés Ceja, presidente de la vinotera Finca Montegrande (¿para brindar por la privatización de Gasmex?).

Muchos de los citados se traslapan con su pertenencia al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que forma parte de los cuatro secretariados del CCAN. En forma excepcional, EU cuenta con dos "secretariados"-el Consejo de las Ameritas y la Cámara Estadunidense de Comercio-, mientras Canadá con uno y México con otro, como si no existiese, el hipermediocre IMCO sin resultados tangibles, salvo el despojo parasitario de los recursos públicos, y que concentra a la fauna neoliberal fracasada del reciente cuarto de siglo y entre quienes se exhiben sin rubor: Téllez Kuenzler (Grupo Carlyle); el devaluador Jaime Serra Puche; el cordobista Luis Rubio Freidberg (de la consultora de membrete CIDAC, que firmó el documento entreguista Nuevos Horizontes); el locuaz zedillista Luis de la Calle Pardo (ex subsecretario de Comercio: ¿remember el criminal Renave?; Emilio Carrillo Gamboa (ajonjolí de todos los moles y males públicos y privados), Felicia Knaul (¡de la SEP!), entre otros más del parasitario Grupo Monterrey.

Se nos susurra que uno de los firmantes, en nombre del ITAM, del infame documento Nuevos Horizontes, el castañedista Rafael Fernández de Castro ha sido acusado de plagio por los sagaces alumnos. ¡De tal nivel moral es la "representatividad privada" del "México neoliberal"!

Que los citados "hombres de negocios" del "México neoliberal" aparezcan perorando sobre "competitividad" suena cómico cuando su parasitario modelo, con todo y los subsidios exagerados y los múltiples rescates bancarios, está catalogado entre los peores del planeta. Es decir, es la kakistocracia (el gobierno de los peores) la que dirige el descuartizamiento de Pemex para sus personales beneficios "competitivos".

La "integración energética" trilateral servirá, más que nada, para los designios unilaterales de EU, único deficitario entre los tres: "Canadá y México han sido benditos (¡súper sic!) con recursos energéticos abundantes", mientras "para EU el seguro (sic) acceso a los recursos energéticos globales en términos de mercado (¡súper sic!) es un imperativo (sic) estratégico". ¿Por qué engañan, entonces, los neoliberales "mexicanos" al dogmatizar que se agotó nuestro petróleo?

Sobre las carencias mexicanas de agua, sus migrantes y el medio ambiente no aparece ninguna recomendación del sector privado trilateral.

No se puede soslayar la profundización de la integración financiera "recomendada" (donde México se encuentra huérfano al carecer de banca nacional) que convertirá a los tres países en un paraíso fiscal para la especulación de los "derivados", donde reinará la divisa común (el amero), mediante los cuales, a nuestro juicio, se capturará la riqueza energética de México. Es la única forma en la que EU, país totalmente quebrado por su enorme deuda (cada hogar debe más de medio millón de dólares), puede darse el lujo de adquirir con "papel-chatarra" (en este caso los "derivados" y el amero) la riqueza energética de México. ¿Caerán en la trampa? Sin duda: para eso (im)puso EU a los neoliberales en el poder.

 
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