Usted está aquí: jueves 14 de junio de 2007 Mundo Fidel "aún no está listo para salir al montículo", señala Hugo Chávez

La era soviética... y el mismo Lenin, salen a relucir en su conversación del martes

Fidel "aún no está listo para salir al montículo", señala Hugo Chávez

Inauguran en La Habana monumento al héroe insurgente venezolano Francisco de Miranda

GERARDO ARREOLA

Ampliar la imagen El gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, y el presidente interino de Cuba, Raúl Castro, ayer al inaugurar en La Habana un monumento al venezolano Francisco de Miranda El gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, y el presidente interino de Cuba, Raúl Castro, ayer al inaugurar en La Habana un monumento al venezolano Francisco de Miranda Foto: Reuters

La Habana, 13 de junio. "Fidel ha recuperado la recta a 90 millas", dice Hugo Chávez, tocado por el carácter del Caribe y su tradición beisbolera. "Pero está calentando", matiza de inmediato. "No está todavía para salir al montículo".

Chávez se desliza en el símil y alude a quien encabeza interinamente el gobierno desde el 31 de julio de 2006. Se vuelve hacia la primera fila donde lo escucha el menor de los Castro y dice: "Pero la recta de Raúl es fuerte, ¿no? Es dura y curvera..."

Y dirigiéndose al mismo Raúl, bordando en el escenario en el que reaparece el pitcher titular, arriesga el presidente venezolano: "Después tú pasas a primera base...".

-¡A segunda base! -replica el general de ejército, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, primer vicepresidente y segundo secretario del Partido Comunista, quien desde esos cargos ejerce las funciones del escalón superior hace casi 11 meses.

Chávez resume las impresiones de sus seis horas con Fidel Castro: "Sólo la constatación el día de ayer de su casi total recuperación, de su estado anímico, de su sempiterna inteligencia, su juventud para las ideas, para la reflexión, sólo eso ya causa en mi alma una sensación de alivio, una sensación de alegría y de mucho optimismo".

Recuerda que la semana pasada, desde Caracas, le pidió que volviera a usar el atuendo militar y ahora repite: "Creo que está llegando la hora de ponerse uniforme". Pero acepta que eso está por verse, que Fidel aún tiene límites en su convalecencia: "Ya lo dirán los días y lo dirá él mismo, por supuesto".

Fidel, dice Chávez, ya tiene colgado el uniforme en el armario: "Lo mira de reojo..."

Chávez está en el Aula Magna del Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana, construido en el corazón del centro histórico de la capital, donde estuvo en el siglo XVIII la primera universidad cubana, y que ahora es la sede de la facultad que impartirá la carrera de preservación y gestión del patrimonio cultural.

Se para del asiento, siempre tocado por el Caribe, para meterse en las filas del Coro Nacional de Cuba a cantar Alma llanera. Luego escucha al historiador Eusebio Leal y habla durante hora y media. Así es el remate de la inauguración, que Chávez acaba de presidir, junto a Raúl, del monumento al héroe insurgente venezolano Francisco de Miranda, en la entrada de la bahía.

Salpica el discurso con detalles de su conversación del martes. Cita, por ejemplo, que salieron a relucir la era soviética y el mismo Lenin. Dice que Fidel recordó del líder bolchevique "su audacia, incluso, de haber tratado de impulsar la economía capitalista como camino hacia el socialismo".

El auditorio vuelve rápidamente al siglo XXI, porque suena algo parecido al timbre de un celular muy cantarino y moderno. Chávez interrumpe y dice: "¿Alguien alegre por allá? ¿No será una seña para que yo termine de hablar?"

Y luego cuenta cómo él mismo quiso una vez apremiar a Fidel para que terminara un discurso. Brinca de tema y a otra cosa...

El del celular prendido en la ceremonia ahora sabe que nos ha privado de conocer, por boca de Chávez, qué está pensando Fidel Castro de la Nueva Política Económica, la polémica NEP con la que Lenin restauró la pequeña propiedad privada y mecanismos de mercado en el campo y que años más tarde fue cancelada por Stalin.

En suspenso quedó, como quedó el relato de Chávez, en abril, cuando habló de una carta en la que Fidel opinaba del pensamiento económico de Mao y de "la estrategia china de socialismo de mercado".

Chávez elogia a la generación histórica de la revolución cubana: "A Fidel, al Ché, a Camilo, Raúl, Ramiro, a todos ustedes, a Celia...".

De los nombrados, sólo están vivos los hermanos Castro y el comandante de la revolución Ramiro Valdés, quien acompañó a Raúl al monumento a Miranda y está en el Aula Magna, en primera fila, en una de sus apariciones públicas poco comunes, pero que se van incrementando.

Chávez cuenta que ya le dijo a Fidel, y ahora suelta ante Raúl, su idea de construir en Cuba una regasificadora, para aprovechar el abundante gas venezolano, que aquí podría servir hasta para un complejo petroquímico en Cienfuegos, donde este año concluirá la modernización de una refinería de operación mixta.

En la tarde del miércoles, el líder venezolano se encerraba a conversar con Raúl Castro, y por la noche regresaba a Caracas.

 
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