Usted está aquí: viernes 15 de junio de 2007 Política Critica Monsiváis docilidad del gobierno mexicano frente al problema migratorio

Junto con la sociedad debe insistir en que el trabajo de los connacionales crea derechos, dice

Critica Monsiváis docilidad del gobierno mexicano frente al problema migratorio

GEORGINA SALDIERNA

Frente al problema de la migración, el escritor Carlos Monsiváis señaló ayer que al gobierno de México y a la sociedad les toca insistir en que el trabajo de los mexicanos en Estados Unidos crea por sí mismo derechos jurídicos, y eso es algo que no se puede refutar.

Al participar en la presentación del libro Desafíos de la migración, editado por Planeta y compilado por Enriqueta Cabrera, consideró que a las autoridades y al pueblo también les toca defender los derechos humanos de los indocumentados, lo cual de ninguna manera significa intervenir en asuntos internos de otras naciones, subrayó.

El libro reúne 15 ensayos sobre la problemática, entre los que se encuentran textos del propio Monsiváis, de Lourdes Arizpe, Rosario Green, Mónica Verea y Lorenzo Meyer. Este último recordó que algunos sectores de la población estadunidense ven a los trabajadores mexicanos como una amenaza que afecta la esencia de su país, esto es, la cultura.

Refirió que el debate que se está dando sobre migración ocurre entre quienes integran la sociedad estadunidense y los mexicanos no han podido intervenir, lo que es consecuencia de la asimetría de poder existente entre ambas naciones, y eso no vamos a poder cambiarlo, subrayó.

Sobre la posibilidad de que la relación de México con Estados Unidos evolucione de la forma en que ocurrió entre los países europeos, dijo que eso tampoco va a pasar por mucho tiempo. El historiador de El Colegio de México se refirió a la posición ambivalente que hay en la nación vecina sobre la migración, pues por una parte se levanta el muro en la frontera, pero por otra requiere la fuerza de trabajo.

Coincidió con Enriqueta Cabrera en que México no tiene una política hacia Estados Unidos en este asunto, mientras Monsiváis criticó la actitud dócil de las administraciones federales.

Señaló que el centro de la relación entre las dos naciones son las remesas. El envío de estos recursos actúa a veces como milagro y a veces como la simple comprobación de que los derechos de los mexicanos en el vecino país son, en primera instancia, laborales, que crean derechos jurídicos al instante. Ignorar que los derechos laborales son al mismo tiempo derechos jurídicos ha sido la manera en que los gobiernos se aprovechan de los trabajadores migrantes.

El escritor consideró que con sus remesas, los indocumentados se han constituido en una fuerza orgánica de México, pero eso tampoco les es reconocido por las administraciones federales. De hecho, dijo que los gobiernos se han caracterizado por su desagradecimiento a los migrantes y su falta de respuesta a las crudezas y canalladas del servicio migratorio.

Dijo que al gobierno y a la sociedad les toca insistir en que el trabajo de los migrantes crea por sí mismo derechos jurídicos, y que la defensa de sus derechos humanos es algo radicado en la política de todas las naciones.

Por su lado, la antropóloga Lourdes Arizpe se refirió a la necesidad de crear un consenso en México sobre la migración, luego de recordar que 15 millones de familias tienen un pariente en Estados Unidos.

 
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