Usted está aquí: lunes 18 de junio de 2007 Economía Cayó 21% el turismo fronterizo por inseguridad y tramitología

Se desperdicia un mercado de 41 millones de hispanos, alertan empresarios locales

Cayó 21% el turismo fronterizo por inseguridad y tramitología

"La frontera norte dejó de ser prioridad para el gobierno federal", advierte Concanaco-Servytur

MIRIAM POSADA GARCIA

Ampliar la imagen Trabajadores mexicanos cruzan por la garita de Arizona Trabajadores mexicanos cruzan por la garita de Arizona Foto: Ap

Ampliar la imagen Los empresarios se quejan de las largas filas que deben realizar los turistas y consumidores estadunidenses para internarse al país. La imagen, en frontera Tijuana-San Ysidro Los empresarios se quejan de las largas filas que deben realizar los turistas y consumidores estadunidenses para internarse al país. La imagen, en frontera Tijuana-San Ysidro Foto: Notimex

Ante una caída de 21 por ciento en el turismo fronterizo por la inseguridad y falta de atractivos en algunas ciudades de la región, empresarios del ramo exigieron al Instituto Nacional de Migración (INM) y a la Dirección General de Aduanas simplificar los trámites administrativos para que más visitantes puedan internarse en el país y aprovechar de esta forma el mercado hispano de 41 millones, 50 por ciento avecindado en Texas y California, con una capacidad de gasto de 90 mil millones de dólares anuales (sólo para viajes).

El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) de Coahuila, Armando de la Garza Gaytán, señaló que la percepción de que la frontera con Estados Unidos es insegura se agrava más cuando los visitantes de esa nación se enfrentan con los trámites burocráticos, que son "preocupantes" tanto para quienes desean visitar ciudades mexicanas por una horas como para aquellos que quieren hacer turismo carretero en territorio nacional.

Cifras de la Secretaría de Turismo revelan que en los primeros meses del año el turismo fronterizo cayó en 21.7 por ciento por las condiciones de inseguridad que prevalecen en la frontera norte, aunque el titular de la dependencia, Rodolfo Elizondo, precisó que también influye el hecho de que las ciudades de esa región no ofrezcan suficientes atractivos a los visitantes.

A estos elementos se suman las largas filas (de hasta tres horas) que deben hacer los turistas provenientes de Estados Unidos y a la tramitología a la que deben someterse, sin importar si permanecerán en la frontera para hacer compras, visitar a familiares, someterse a una revisión médica o viajar más allá de la línea fronteriza para conocer algún destino de los estados norteños o practicar turismo cinegético (en este caso tienen que demostrar la legalidad de las armas que introducen).

Con esta situación, señaló Armando de la Garza, estamos desaprovechando la oportunidad de atender a una parte de los 41 millones de hispanos que viven en los estados de la frontera estadunidense, de los cuales sólo 10 millones se concentran en Texas y tienen una capacidad de compra de 700 mil millones de dólares, de acuerdo con cifras de la oficina de censos de ese país.

No hay atractivos

El presidente de la AMHM en Coahuila destacó que de esos 41 millones de personas, cerca de 50 por ciento viven en California y Texas. De acuerdo con información del gobierno estadunidense, en 2006 gastaron 90 mil millones de dólares en viajes de incentivos, congresos y convenciones, por lo que apremió al INM y a la Administración General de Aduanas a eliminar las trabas que entorpecen la llegada de estadunidenses a destinos mexicanos fronterizos.

"Los turistas de internación (fronterizos) no quieren información sobre cómo pasar más rápido, sino que en verdad sea rápido, con menos burocracia y más efectividad por parte de las autoridades federales que creen que están haciendo lo necesario para ayudar al turismo", señaló.

En ese sentido, uno de los mayores temores de las autoridades mexicanas sobre la disminución en el número de visitantes fue conjurada por el gobierno de George W. Bush, que hace unos días dio marcha atrás al requisito de mostrar pasaporte para que los turistas que viajan a Canadá, México, el Caribe y las Bermudas puedan retornar a su país.

El temor de los empresarios y autoridades mexicanas radicaba en que los estadunidenses preferirían viajar dentro de su propio país o elegirían otro destino para evitar el trámite.

Para la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), el problema afecta tanto a la actividad turística como a la comercial, porque "la frontera norte dejó de tener prioridad para el gobierno de la República, lo genera que una dependencia federal asuma la promoción del desarrollo comercial fronterizo".

En un análisis sobre esta situación de la línea fronteriza, comerciantes y empresarios del turismo de la región afiliados a la Concanaco-Servytur, aseguraron que las políticas públicas "han sido inconsistentes con la realidad económica y comercial de la zona".

Señalan que "en los dos últimos sexenios ha sido marginal el apoyo oficial al comercio organizado fronterizo, lo que representa la principal causa de la fuga de consumidores", aunque reconocieron que no existe suficiente oferta para los turistas.

 
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