Usted está aquí: martes 19 de junio de 2007 Ciencias Más sobre el aborto

Javier Flores

Más sobre el aborto

En torno de la campaña orquestada contra la despenalización del aborto en la ciudad de México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha quedado completamente anulada, es decir, abortó antes de las 12 semanas. Lo anterior se desprende de la decisión adoptada el martes pasado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que establece que el Instituto Federal Electoral (IFE) no tiene legitimación para promover controversias constitucionales. Se trata de una "carambola de tres bandas", pues esta resolución implica que los organismos autónomos en general -y no sólo el IFE-, carecen del perfil previsto en la constitución para emprender tales acciones. Con ello los ministros se ahorrarán, en su momento, los imaginativos argumentos sobre la interrupción del embarazo, engendrados por el ombudsman nacional, José Luis Soberanes.

La campaña para la que fue reclutada la CNDH está dirigida contra los derechos de las mujeres y está guiada por el dogmatismo religioso. Es muy importante entender que la despenalización del aborto, no es un postulado de la izquierda. Es más, ni siquiera dentro de algunas izquierdas se entiende en su magnitud real los significados de este avance, que tendrá, además de un impacto primario en la salud pública, efectos a largo plazo en las formas de organización social. Se trata del derecho de las mujeres, eliminando el sometimiento a cualquier jerarquía, para decidir sobre sus cuerpos y sus vidas, y esta decisión es, además, independiente de filiaciones políticas y religiosas.

El aborto es una realidad. Se practica desde la antigüedad, como lo testimonian los textos hipocráticos, escritos desde los siglos V y IV aC. Forma parte, desde tiempos ancestrales, de la realidad cotidiana de las mujeres. No es casual que la mayoría de las que han solicitado la interrupción de sus embarazos, desde que fueron aprobadas las reformas al Código Penal en el Distrito Federal, sean católicas y, se podría proponer, de diferentes ideologías o filiaciones partidarias. Si pudiéramos hacer a un lado las hipocresías, podríamos preguntarnos por qué, las mujeres con ideologías que no son de izquierda, no tienen siete hijos en promedio -si de acuerdo con la Iglesia, todos los anticonceptivos son abortivos. Si habláramos con la verdad (lo cual es difícil en nuestro medio), en todas las familias, sin excepción, hay experiencias de abortos. Si no... que alguien tire la primera piedra.

Una vez que la Asamblea Legislativa discutió y resolvió sobre la despenalización del aborto en la capital, la Iglesia católica, el Partido Acción Nacional y los grupos conservadores que giran en torno de ellos, buscaron a toda costa que el caso llegara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la esperanza de revertir este avance en los derechos de las mujeres. Para ello, presionaron a organismos autónomos y al propio ejecutivo para que hicieran llegar su inconformidad ante los ministros. Se llegó al extremo de emplear amenazas, chantajes y descalificaciones contra quienes se opusieran, como ocurrió con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

De acuerdo con lo previsto en la Constitución, el Ejecutivo sí tiene las facultades para poner en duda la validez de una ley aprobada en el Distrito Federal. Pero en este caso, el recurso de inconstitucionalidad no fue interpuesto directamente por Felipe Calderón -quien ya había hecho pública su aversión a las reformas al Código Penal en la capital del país-, sino por la Procuraduría General de la República (PGR). También, en su reciente visita al Vaticano, hubo especial interés en aclarar que en la reunión de Calderón con Benedicto XVI el tema del aborto no fue abordado, aunque nadie puede probar que esto haya sido así. De lo que se trata es de hacer malabares para que la Corte no identifique en la controversia constitucional un fundamento religioso, lo que traería a la mesa de los ministros, el espinoso tema del Estado laico.

Con la eliminación de la CNDH, la PGR se ha quedado sola. Quitando toda la paja, es decir, el disfraz con el que se pretende ocultar la médula religiosa de su controversia, lo único sólido en su planteamiento es la tesis de la defensa de la vida humana desde la concepción, que al final de cuentas tiene origen y base religiosa, como lo demuestra el hecho de que es el núcleo de instrucciones y encíclicas elaboradas por el Vaticano, como el Donnum Vitae, a lo que ya me he referido aquí. La forma que adopta esta noción en el caso de la procuraduría, es el de recordatorio a la SCJN de que los ministros se han pronunciado ya en otras ocasiones en favor de este principio.

En efecto, en enero de 2002, cuando la Corte declaró constitucional la reforma al Código Penal del Distrito Federal con la que se despenalizó el aborto en el caso de alteraciones genéticas, afirmó, ¡en un comunicado de prensa!, lo siguiente: "En la discusión, los ministros establecieron que la Constitución federal protege la vida humana y, de igual forma, protege al producto de la concepción, en tanto que éste es una manifestación de la vida humana, independientemente del momento del proceso biológico en que se encuentre". Se trata de una declaración cesarista para dar satisfacción a la Iglesia y los grupos conservadores y al mismo tiempo eliminar una de las causales del delito de aborto. La Constitución defiende la vida humana sí, pero todo lo demás no aparece en la Carta Magna y sí en el Humanae Vitae del Vaticano.

Lo que se entiende por concepción no ha sido definido por la SCJN, mucho menos por la Constitución. Para la Iglesia católica es el momento en el que Dios infunde el alma a los "hombres" , para la ciencia no existe esta idea. En todo caso habría que hablar de fertilización o de fecundación, pero hasta ahora esto no ha sido establecido en nuestras leyes, y no se puede considerar, por tanto, que sean equivalentes.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.