Usted está aquí: miércoles 20 de junio de 2007 Cultura Abren muestra antológica para recordar a Vlady en su segundo aniversario luctuoso

Recorrido de La Jornada por el centro dedicado al pintor que mañana se inaugura

Abren muestra antológica para recordar a Vlady en su segundo aniversario luctuoso

Podría erigirse como anteproyecto de un museo para resguardar su obra: Fernando Félix

El nuevo recinto cultural depende de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Algunas de las obras y fotografías que Vlady (1920-2005) trajo a México, reciben al visitante. Fueron emplazadas en uno de los muros del espacio de documentación y experimentación museográfica que lleva el nombre del artista, ubicado en la colonia Insurgentes Mixcoac Algunas de las obras y fotografías que Vlady (1920-2005) trajo a México, reciben al visitante. Fueron emplazadas en uno de los muros del espacio de documentación y experimentación museográfica que lleva el nombre del artista, ubicado en la colonia Insurgentes Mixcoac Foto: María Luisa Severiano

El Centro Vlady, espacio de documentación y experimentación museográfica, que mañana será inaugurado a las 19 horas en la calle Goya 63, colonia Insurgentes Mixcoac, del que La Jornada tuvo la primicia, podría con el tiempo constituir el anteproyecto de un museo para albergar la obra del pintor ruso Vladimir Kibalchich Russakov (1920-2005), mejor conocido como Vlady.

Fernando Félix, director del centro, dependiente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), explica que la idea del museo, más bien correspondería a la Fundación Vlady, aún en vías de constituirse.

Sin embargo, aclaró, ''pensamos que esta universidad también jugará un papel en este proyecto de museo", que estaría en el Centro Histórico y, de ser posible, cercano a la Biblioteca Lerdo de Tejada, cuyo interior Vlady cubrió con pintura mural.

El resguardo de su obra preocupaba al artista, ''sobre todo cuando se dio cuenta de que estaba enfermo y se iba a morir", señala el historiador y amigo cercano Claudio Albertani. Entonces ''dedicó los últimos meses de su vida a buscar una opción que vino a ser la de la UACM".

Si en vida Vlady ofreció donar algunas de sus obras a esa institución educativa, ese gesto fue refrendado por la familia tras el fallecimiento del artista, ocurrido el 21 de julio de 2005. Sin embargo, una entrega original en comodato de alrededor de 600 obras creció hasta superar la cantidad de mil piezas: 318 cuadernos, 245 grabados, litografías y linóleos; 63 óleos, y 376 dibujos, acuarelas y aguadas.

Además de un fondo documental integrado por textos de Vlady sobre México, la Revolución rusa, la estética y la obra de su padre, el escritor Víctor Serge.

De acuerdo con Albertani, catedrático de la UACM, pronto habrá que hacerle ''anexos" al convenio, porque otros 50 grabados y 150 dibujos se encontraron en la casa del artista, en Cuernavaca.

Justo cuando se ''fraguaba" la idea, la universidad recibió del Gobierno del DF una casa de poco más de 500 metros cuadrados. Este inmueble, de aspecto rústico -techo de vigas y muros de adobe-, de un solo piso, cuyos cuartos se distribuyen alrededor de un patio central, era de ''descanso" en el ''retirado'' Mixcoac, a principios del siglo XX, y está considerado patrimonio artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Después pasó a ser parte del ayuntamiento de Mixcoac y albergó los separos para retener a las personas antes de ser procesadas. Inclusive, se dice que allí estuvo la madre Conchita. Luego perteneció a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, que lo usó como archivo, construyendo tapancos que no se han quitado del todo.

Algunas piezas están dañadas

La adecuación del Centro Vlady tuvo un costo de alrededor de un millón de pesos. Al entrar, a mano derecha están el centro de documentación, con servicio al público -éste todavía tardará- y el fondo reservado. Una de las primeras acciones será desarrollar un programa de conservación y restauración de obra, porque ''hay piezas que están dañadas", indica Fernando Félix.

Al mismo tiempo, se empezará a digitalizar los cuadernos, punto clave del acervo.

Vlady llegó a México en 1941 con cinco cuadernos, uno con dibujos que había hecho en el barco, durante la travesía. Siguió llenando todo tipo de libretas por lo menos hasta 2004. También se empezará a elaborar un catálogo como parte de la conservación de la obra. Para estos trabajos se contará con la asesoría de Víctor Salomón y Mariano Grimaldo.

Asimismo, a mano izquierda están las oficinas y dan al patio las dos salas de exhibición. El espacio se inaugura con Vlady: exposición antológica, que ofrece una semblanza del artista por medio de fotografías, dibujos, pinturas, cuadernos, y tendrá una duración de tres meses.

La vida de Vlady se divide en tres grandes etapas, explica Claudio Albertani. La primera abarca de 1920 a 1936, cuando sus padres fueron expulsados de la Unión Soviética; sigue una corta, pero significativa, básicamente en París, donde el joven se vincula con las grandes corrientes del arte contemporáneo, en particular, los surrealistas. La tercera comienza en 1941, al arribar a México con su progenitor, y tiene subdivisiones. Albertani se refiere al periodo de 1941 a 1946, de ''intenso trabajo militante, como parte del POUM (partido antiestalinista español cercano a los anarcosindicalistas), donde también militaba su padre".

Junto con otros exiliados ''antiestalinistas y antitotalitarios", hacen la revista Mundo, de la que Vlady es el principal ilustrador y de la cual se proyecta hacer una edición facsimilar.

El encuentro de Vlady con la obra de Diego Rivera fue clave, asegura Albertani, ''sobre todo por su empleo de la técnica del fresco. De allí en adelante, el programa artístico de Vlady será seguir en la senda del artista mexicano. Pero si el muralismo de Rivera presentaba el quattrocento italiano en México, como decía, entonces Vlady se propone hacer un cinquecento para darle profundidad a la pintura, al color y al movimiento".

Luego, el encuentro de Vlady con el libro de Max Doerner, en España, sobre los materiales de la pintura, lo llevó a crear Tríptico trotskiano, que representa su transición desde la pintura industrial en tubos a la pintura clásica con yema de huevo y, finalmente, la técnica de la escuela veneciana.

Dentro de los muchos proyectos que tiene el centro, está conmemorar el segundo aniversario luctuoso del artista, el 21 de julio, pero como cae en sábado, este jueves se efectuará un acto alusivo.

 
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