Usted está aquí: jueves 21 de junio de 2007 Deportes Boca, campeón de la Copa Libertadores por sexta ocasión; se impuso a Gremio

Dos anotaciones de Riquelme sellaron el triunfo 2-0 en Brasil; Palermo falló un penal

Boca, campeón de la Copa Libertadores por sexta ocasión; se impuso a Gremio

El marcador global fue 5-0

El paraguayo Salvador Cabañas, del América, ganó el título de goleo

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Ampliar la imagen Jugadores y directivos del conjunto xeneize festejan el título de la justa continental, obtenido en el estadio Olímpico de Porto Alegre Jugadores y directivos del conjunto xeneize festejan el título de la justa continental, obtenido en el estadio Olímpico de Porto Alegre Foto: Ap

Porto Alegre, Brasil, 20 de junio. Dos anotaciones de Juan Román Riquelme fueron suficientes para que Boca Juniors asegurara su sexto título de Copa Libertadores, tras derrotar 2-0 a Gremio en el juego de vuelta, con marcador global de 5-0.

Las anotaciones de Riquelme llegaron en los minutos 68, mediante un disparo de fuera, y al 80, para contribuir con tres goles en la serie y dar el título sudamericano al conjunto xeneize, al sacar el triunfo en el estadio Olímpico Monumental de Porto Alegre.

Boca Juniors no ganaba el torneo desde 2003 y rompió así el dominio brasileño de dos años en la justa sudamericana.

Como figura se despidió Riquelme del conjunto xeneize tras guiarlo a la obtención del trofeo continental, ante un Gremio que desde el principio evidenció los nervios por verse abajo en el marcador, tras la derrota 3-0 en el juego de ida.

En los primeros 20 minutos el conjunto brasileño no logró plasmar su control del balón, pese a tener tres jugadas para abrir el marcador: dos oportunidades de Tuta y una más de Lucio, en las que el arquero Mauricio Caranta mostró seguridad bajo los tres postes.

La respuesta argentina llegó por medio de Rodrigo Palacio, quien luego de varios rebotes controló el balón cerca del área chica y disparó, pero el portero Sebastián Saja rechazó el esférico a tiro de esquina.

A 10 minutos del final de la primera parte, la lesión en la rodilla izquierda del zaguero Teco obligó al técnico Mano Menezes a ingresar al ex de Boca Juniors, el defensa argentino Rolando Schiavi, quien se encontró en la cancha con amigos y ex compañeros como Martín Palermo y Juan Román Riquelme.

Tuvieron que pasar más de 40 minutos para que se produjera la primera acción real de peligro, cuando Diego Souza, en un contragolpe, sorprendió a Caranta al sacar un potente disparo de fuera del área por el sector derecho, pero el balón se estrelló en el travesaño.

Al terminar el descanso las cosas no cambiaron y los xeneizes se dedicaron a esperar a su rival, sabiendo que la ventaja conseguida en el juego de ida era suficiente para alcanzar el título de la Copa Libertadores.

Gremio estuvo cerca de acercarse en el global, luego de que el ex de Boca Juniors, Schiavi, se levantó por encima de la defensa y conectó de cabeza el balón, que terminó por estrellarse en el poste; en el contrarremate Souza disparó pero fue atajado por Caranta.

Tuvo que ser el ídolo de los boquenses, Juan Román Riquelme, quien asegurara el título al tomar fuera del área el balón y sacar un potente disparo cruzado con pierna derecha y mandar el esférico al ángulo derecho, ante la estirada de Saja, al minuto 68.

Luego de la anotación del cuadro argentino, Gremio se descompuso debido a la desesperación por verse abajo en la pizarra y la impaciencia llegó hasta las tribunas, donde los aficionados brasileños comenzaron a abandonar las gradas.

Por si no fuera suficiente, de nueva cuenta Riquelme consiguió marcar para Boca Juniors y ampliar la ventaja al minuto 80, tras empujar el balón, luego de un rechazo de Saja ante un disparo de Palacio.

Hacia el final del encuentro Schiavi derribó en el área a Palermo, por lo que el árbitro colombiano Oscar Ruiz determinó la pena máxima. El mismo Palermo tomó el balón pero erró el disparo, desperdiciando la oportunidad de hacer más grande la ventaja.

El arbitraje del encuentro estuvo a cargo de Oscar Ruiz, de Colombia, quien no tuvo mayores problemas.

El delantero paraguayo Salvador Cabañas, de las Aguilas del América, se proclamó campeón de goleo de la Copa Libertadores y se convirtió en el primer anotador de la justa continental de un cuadro mexicano.

Con sus 10 tantos, Cabañas otorgó a un club de México su primer título de romperredes en la justa sudamericana, desde que comenzaron su participación en 1998, y además se convirtió en el cuarto jugador paraguayo en terminar como máximo anotador.

Detrás del delantero de las Aguilas quedaron el argentino Juan Román Riquelme, de Boca Juniors, y el panameño Blas Pérez, del colombiano Cúcuta, con ocho tantos.

 
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