Usted está aquí: viernes 22 de junio de 2007 Política Avala Banamex la propuesta fiscal

Es un planteamiento integral que abarca ingresos, gastos y federalismo, afirma

Avala Banamex la propuesta fiscal

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Banamex, subsidiaria en México del consorcio multinacional Citigroup, calificó de "positiva" la propuesta gubernamental de reforma hacendaria, en una opinión que difiere de la hasta ahora emitida por las principales agrupaciones empresariales, que la han criticado.

"La propuesta se centra en la viabilidad política de los planteamientos. Descartada la opción del cobro del impuesto al valor agregado (IVA), es un planteamiento integral que considera ingresos, gastos y el federalismo", añadió Banamex.

Por separado, Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda en la administración pasada, comentó que en México hace falta mayor recaudación de impuestos "y es lo que está proponiendo el gobierno" con el conjunto de iniciativas presentado el miércoles al Congreso.

Sin embargo, el ex funcionario, quien durante su gestión propuso el cobro del IVA al consumo de alimentos y medicinas, declinó abundar en sus juicios sobre el planteamiento del gobierno federal.

"Es muy temprano para opinar. Hay que esperar a que el Congreso la apruebe, y cuando la apruebe, opino", aseveró Gil Díaz, actualmente presidente de la filial en México de la empresa española Telefónica.

A su vez, los analistas de Banamex Alberto Gómez, Sergio Kurczyn y Sergio Luna consideraron que se trata de un planteamiento integral que incluye los ingresos, el gasto, la transparencia de ejecución de los recursos públicos y apunta a corregir algunos temas de la relación entre gobiernos locales y federal (federalismo).

En la parte relacionada con los ingresos esperados, que el gobierno federal estima que pueden ser de tres puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) -unos 300 mil millones de pesos-, los analistas destacaron que las acciones planteadas buscan simplificar el pago de tributos y combatir la evasión de las obligaciones fiscales.

"Varios aspectos que aparecieron durante las discusiones preliminares están ausentes: los cambios del IVA, una tasa única de impuesto sobre la renta (ISR) para personas físicas, reducciones en exenciones fiscales y en las tasas de aquél tanto para personas físicas como para las empresas, entre otros. No obstante, encontramos que varias de las medidas que finalmente fueron incluidas en la propuesta son innovadoras y, lo que es más importante, procuran promover la simplificación y reducir la evasión fiscal."

Añadieron que las medidas impositivas y de ingresos propuestas "pueden no ser espectaculares, pero son razonables y podrían marcar el inicio para progresivos cambios en los años venideros".

Consideraron que los cambios en el ISR para empresas están en el centro de la propuesta. El objetivo para el gobierno es obtener ingresos equivalentes a 2.8 por ciento del PIB, lo cual se realizaría progresivamente hasta 2012.

De esta cantidad, 1.8 por ciento del PIB en la recaudación fiscal adicional estaría asociado a la introducción de una nueva tasa única que se aplicará a las empresas. Este gravamen sustituye el impuesto al activo y la tasa comienza en 16 por ciento (19 por ciento en su segundo año) de la diferencia entre el valor de la producción y los costos intermedios totales (incluyendo la inversión).

No obstante, mencionaron, este gravamen puede ser acreditado contra el ISR. Esto significa que las empresas que pagan actualmente 28 por ciento de impuesto sobre la renta no resultarán afectadas.

Así, abundaron, vemos este nuevo gravamen como un "impuesto de control", cuyo objetivo es reducir los costos fiscales asociados a las exenciones (estimados en aproximadamente 1.9 por ciento del PIB, unos 190 mil millones de pesos) así como el de combatir la evasión.

Por otra parte, también se refirieron a la propuesta de crear un gravamen para combatir la evasión fiscal en el sector informal. La introducción de un nuevo impuesto, llamado contra la informalidad, tiene un claro propósito de control, señalaron.

Este último tributo se aplicaría sobre todos los depósitos en efectivo en instituciones financieras cuyo acumulado total esté arriba de 20 mil pesos por mes; la tasa propuesta es de 2 por ciento. Este gravamen puede ser acreditado contra los pagos del ISR y, como tal, aquellos que ya pagan impuestos no deberían experimentar ningún cambio. Los efectos, sin embargo, serán sentidos en los segmentos que no pagan impuestos pero manejan cantidades grandes de dinero en efectivo, como los empresarios informales. Esta medida claramente apunta a combatir la evasión fiscal.

"Pensamos que el clima político es favorable para la aprobación de las propuestas tributarias. Vemos una alta probabilidad de aprobación y pensamos que esto podría ocurrir a principios de agosto."

 
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