Usted está aquí: sábado 23 de junio de 2007 Cultura Continúa entrampado el conflicto entre el centro cultural y el instituto Helénico

Se estudian las ''alternativas jurídicas para recuperar el inmueble'', informa el CNCA

Continúa entrampado el conflicto entre el centro cultural y el instituto Helénico

CARLOS PAUL

Para el director del Centro Cultural Helénico, Luis Mario Moncada, el actual conflicto con el Instituto Cultural Helénico, se centra en la negativa de éste -como sociedad civil que recibe apoyo económico del gobierno-, a inscribirse en el Indesol (Instituto Nacional de Desarrollo Social), para así renovar y darle legalidad al convenio de colaboración entre ambas partes.

Francisco Luis Gaxiola, quien está al frente del instituto, argumenta que por ser iniciativa privada, el gobierno no tiene porqué fiscalizar sus cuentas.

Conviene recordar que el predio en el que se ubica el instituto fue donado en 1979 por decreto presidencial, con la condición de que dicho espacio fuera utilizado para actividades culturales sin fines de lucro. Tal labor se realizó durante sus primeros años, hasta la muerte de su fundador Pablo de Ballester, en 1984, quien promovió obras de teatro griegas.

Tras su fallecimiento, el instituto decide concentrarse en lo educativo, mediante la impartición de cursos y talleres y cedió la administración de los teatros a productores privados, como Enrique Gómez Badillo y Fernando del Prado.

Luego, en 1991, el Consejo Nacional para la Cultura y la Artes (CNCA) suscribió un convenio de colaboración para la utilización de los teatros, a cambio de una aportación económica anual, como apoyo a las actividades del instituto, y creó el centro cultural.

Esa situación funcionó durante más de 15 años. En los años 90 surgieron ciertos conflictos, a raíz de que el instituto ''solicitaba cada vez más dinero". Sin embargo, en su momento se resolvieron.

El problema resurgió en 2004, cuando se modificó la Ley del Impuesto sobre la Renta, en el apartado que establece que cualquier asociación civil que recibe apoyos o donativos del gobierno, debe registrarse en el Indesol y está obligada a presentar un plan de ejercicio de recursos y un informe sobre el destino de los mismos.

El Instituto Cultural Helénico, señala Moncada, ''se niega a inscribirse en el Indesol, argumentando que son iniciativa privada y que el gobierno no tiene porqué fiscalizar sus cuentas. No obstante el decreto de donación faculta a la en aquel entonces Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, como a la Secretaría de Comercio, a darle seguimiento y determinar si el instituto está cumpliendo con los objetivos de la donación, lo que significa que no están libres de la fiscalización".

Desde 2005, ''se señaló al instituto que para poder seguir manteniendo el convenio, tiene que estar registrado en el Indesol, y como no hubo una respuesta positiva, durante 2006 se propuso modificar el convenio y hacer un contrato de arrendamiento, pero el Instituto Nacional de Avalúos de los Bienes del Gobierno Federal, dictaminó que ellos no podían arrendarlo, porque es un espacio donado para fines culturales".

El instituto, continúa Moncada, ''se ha convertido en una escuela privada, que creemos no es el propósito original. Hasta el año pasado se le pagaba en promedio 2 millones de pesos anuales, por la renta de los teatros".

Es así ''que prácticamente ahora no se tiene un instrumento jurídico para establecer un convenio. Se quiere hacer un convenio injustificado, en términos legales".

Manifestación el lunes próximo

En 2006, el centro cultural ''recibió una observación de la Auditoría Superior de la Federación, en el sentido de que el centro pudiera estar fuera de la normatividad y por eso -manifiesta Moncada- se ha querido corregir dicha situación".

Al no llegar a un acuerdo, el CNCA informó que ''se ha dado a la tarea de analizar las alternativas jurídicas para recuperar el inmueble", es decir, revocar el decreto de donación, pues, destaca el consejo, ''es inaceptable que una institución pública del gobierno federal deba dar una contraprestación en efectivo para el uso, con fines culturales, de un espacio que fue donado por el propio gobierno para tales fines".

Francisco Luis Gaxiola insiste en que ''son los del CNCA los que no quieren pagar y que dicha ley no se aplica en su caso, ya que no estamos recibiendo apoyo gubernamental, sino que somos nosotros los que damos el apoyo, más que recibirlo. El convenio entre partes, obliga a uno a dar una cosa y el otro a dar otra. Queremos seguir con nuestras actividades docentes mediante talleres, diplomados, maestrías que aquí se imparten. No tenemos inconveniente en que los teatros los siga manejando el CNCA, pero no estamos dispuestos a que se utilicen nuestros bienes, sin que nos produzcan nada, porque necesitamos los recursos para atender las funciones académicas del instituto".

Luego de que se emitió el decreto de donación, explicó Gaxiola, ''tiempo después, en 1980, se nos dio la escrituración, transfiriéndonos el dominio, convirtiéndonos en propietarios. Tenemos 27 años siendo dueños''.

El Instituto Cultural Helénico, abundó su director, ''es una institución seria que tiene 34 años de existencia y 27 como propietario de dicho espacio y siempre la ha dedicado a difundir e impartir la cultura. Esperamos que el asunto se analice de manera imparcial".

Debido a que el conflicto ha repercutido en la actividades y las compañías teatrales que se presentan el Centro Cultural Helénico, la Academia Mexicana de Arte Teatral y dichas agrupaciones convocan al gremio y al público interesado a ''manifestar su inconformidad", por dicha situación, el lunes 25, a las 17 horas, en las escaleras del centro cultural. La cita es en avenida Revolución 1500, San Angel.

 
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