Ante inversionistas estadunidenses, ofrece "estricta aplicación de la legalidad"

Exige Ramírez Acuña a principales fuerzas políticas diálogo sin chantajes

ELIZABETH VELASCO C., ALFREDO MENDEZ

Tras exhortar a los principales partidos a negociar los temas de la agenda nacional, el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, advirtió que el gobierno de Felipe Calderón rechazará "dobles discursos o chantajes de aquellos que se sientan a la mesa con nosotros y deseen sacar sólo ganancias políticas sin tener responsabilidad frente a los mexicanos".

Durante su participación en el foro Seguridad a la Inversión: Propuestas y Proyectos, organizado por la Cámara Americana de Comercio-México, aseveró que aun cuando la ciudadanía optó con su voto por no otorgar la mayoría a algún partido en el Congreso de la Unión, sí demanda, "con todo derecho, que las principales fuerzas políticas nos pongamos de acuerdo en lo fundamental.

"El mandato implícito para un gobierno sin mayoría es que tengamos la capacidad, todos, de entablar un diálogo permanente para llegar a soluciones eficaces que den respuesta a las necesidades y demandas de quienes son los que marcan las tareas mediante sus votos, los ciudadanos."

Primero de tres funcionarios mexicanos en hablar ante inversionistas estadunidenses reunidos en un hotel capitalino, el responsable de la política interna del país sostuvo que para garantizar la gobernabilidad (tema recurrente en su discurso) es indispensable que exista "capacidad y voluntad política de dialogar, de sentarnos a la mesa, de manera permanente, para alcanzar acuerdos mediante la construcción de compromisos".

La nueva realidad nacional, agregó, exige actuar con nuevas formas de articulación del gobierno federal y de "corresponsabilidad entre los actores políticos".

Según Ramírez Acuña, toda la administración pública federal, en especial Gobernación, está abocada "a garantizar seriedad en los compromisos establecidos". Aseguró que no se ofrecerá "lo que es imposible de cumplir" ni se aceptarán "dobles discursos ni chantajes" de las contrapartes.

En su alocución recordó los compromisos del gobierno de Calderón, así como las reformas efectuadas a la fecha, entre ellas la de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y otras puestas a consideración del Legislativo, como la fiscal.

Acerca de esta última, expresó que la integran siete iniciativas que buscan "garantizar a los ciudadanos que los recursos de los que se disponga sean destinados a los fines para los cuales fueron recaudados" y, sobre todo, que se beneficie a los que "menos tienen".

Celebró el fortalecimiento de un sistema de pesos y contrapesos entre los poderes del Estado, la voluntad del Congreso en "enmendar los errores legislativos" ante recientes sentencias de la Corte, la disposición en San Lázaro por construir acuerdos, la actuación "independiente" del Poder Judicial y la atención de los conflictos por la vía legal.

También se refirió a las propuestas de reformas para combatir la piratería, regular el comercio electrónico, ajustar el tratamiento de los concursos mercantiles y promover el uso de fuentes alternativas de energía, entre otros temas.

En ese contexto, el funcionario garantizó a los hombres de negocios de Estados Unidos que el gobierno de Felipe Calderón -"y todos los que colaboramos" en él- está inmerso en la tarea de que se respete el estado de derecho y en la aplicación efectiva de la ley.

"Estamos decididos a brindar seguridad jurídica mediante la estricta aplicación del principio de la legalidad. El respeto a la legalidad es un supuesto esencial de la gobernabilidad democrática."

Antes de abandonar el sitio -al que la Cámara Americana de Comercio no permitió el ingreso de la prensa por la puerta principal, sino por la trasera, tras efectuar un recorrido por las cocinas del hotel- el secretario refrendó a las fuerzas políticas del país que invocó su compromiso por "construir los puentes que articulen" la pluralidad "en la unidad nacional".