Usted está aquí: sábado 30 de junio de 2007 Opinión IMSS: ¿qué informará Molinar Horcasitas?

Gustavo Leal F.*

IMSS: ¿qué informará Molinar Horcasitas?

El politólogo Juan Molinar -por empeño de Calderón, director general del IMSS, con un salario aún no establecido públicamente- asumió que, con la subcontratación de trabajadores, Industrial Minera México "pudo" registrar con distintos salarios a los 65 mineros que fallecieron en la explosión de Pasta de Conchos y, por tanto -agregó-, el monto de las pensiones a los deudos "no será igual".

¿Y quiénes son los responsables en el instituto a su cargo de que esa firma pudiera lo que "pudo"? Con su folclórico hablar de medio púgil, sobre esas responsabilidades (¿de Levy o Flores?), el politólogo no habla. Indica, pero no señala.

Después de ser escuchado en la Cámara de Diputados, legisladores de su propio partido (PAN) y del PRD le "exigieron" que pusiera "más atención" en el registro patronal de sus empleados, así como en la vigilancia de las empresas que subcontratan trabajadores.

Molinar "aclaró" que no todas las empresas registran a sus empleados con el salario real, porque así se ahorran "el pago de cuotas". Se trata, aseguró, de una "evasión doble", que castiga a los trabajadores al impedirles que al final de su vida laboral dispongan de "todos" sus beneficios y también "lastima" las finanzas del instituto al privarlo de recursos con los que debería contar, aunque las obligaciones del IMSS al registrar a un trabajador permanezcan "intactas". ¿Y sobre los responsables? ¡Nada!

Al decir del ex titular de la Fundación Rafael Preciado -ahora en manos de Espino, y que después de las opacas elecciones de 1988 escribió que "el saldo del PRI: en el triunfo, la crisis" (El tiempo de la legitimidad, Cal y Arena, 1991)-, Industrial Minera México "terciarizaba" la contratación: de los 65 mineros fallecidos, 25 laboraban bajo contrato de esa empresa y el resto, ¡40!, estaban subcontratados por General de Hulla. Y aunque todos cotizaban, su salario base "era bastante diferente".

Esta "terciarización" de los servicios, acotó Molinar, tiene un impacto: si se comparan los registros de los trabajadores, resulta que eran menos los que tenían salarios más altos y más los de percepciones bajas. Lo cual responde, a decir del politólogo, ¡a las "leyes implacables de la economía"! ¿Esta firma y cuántas más responden a esta "implacabilidad"? ¿Su dirección de Incorporación y Recaudación no dispone, acaso, de una ley y el reglamento interior para normar esas "implacables leyes"?

Y cuando el panista Rolando Rivero le cuestionó que Minera México registrara a sus trabajadores con bases de cotización "diferentes" a la de sus salarios, y la perredista Claudia Cruz -invocando los convenios de la OIT- le demostró que los nombres de los mineros muertos "no aparecen en las cédulas de determinación de salarios de diciembre de 2005 y el sexto bimestre de 2006", lo que condujo a que "las pensiones no sean iguales" para los deudos, aunque "la muerte sea pareja", esquivando, el politólogo Molinar sólo respondió que la "decisión" del IMSS sería "desigual" porque "por ir más allá de la ley o ser generosos, el instituto vería reducidos sus recursos" (¡sic!).

Poco antes de esta rutilante comparecencia ante una comisión especial de la Cámara de Diputados -y aunque en enero había ubicado el "origen" de las dificultades económicas institucionales en la expansión de la cobertura de servicios a las familias de los trabajadores "sin incrementar las cuotas"-, de un politológico plumazo canceló la posibilidad de incrementar las cuotas obrero-patronales. A cambio de lo cual ofreció ponerse "duro" en materia de recaudación: "lo que se busca", dijo, es "fortalecer los trámites de pago de cuotas, identificar posibles evasores y combatir el subregistro de trabajadores y salarios". ¿Cómo en Pasta de Conchos?

Unos días después, los trabajadores del IMSS (sección V, subdelegación Tlanepantla, sección oriente del estado de México) denunciaron un presunto desfalco por más 320 millones de pesos -de entera responsabilidad institucional- a causa de un supuesto "perdón" en el cobro de cuotas obrero-patronales.

Y de la misma triste manera, finalmente el IMSS perdió un juicio por cuotas atrasadas y multas cercano a los 94 millones de pesos frente a Luz y Fuerza del Centro (LFC). ¿El motivo? La subdelegación 2 (Santa María la Ribera) citó como fundamento legal de la querella el artículo 159 del reglamento de organización interna que, a decir del tribunal federal que conoció del asunto, "es muy largo" (36 apartados y 97 párrafos), por lo cual el instituto "no fundó correctamente la competencia territorial de los funcionarios que determinaron las deudas". Según el fallo, el problema se hubiera resuelto con transcribir o anexar el artículo completo en los documentos que el IMSS envió a LFC para notificarle las deudas!

¿Y qué decir de las muchas empresas de limpieza (que contrata el propio gobierno) y que evaden declarar ante el IMSS a miles de trabajadores?

Por algo los micro y pequeños empresarios de Concamin observan que la recaudación "extremista" institucional las empuja hacia la informalidad, mientras hasta 70 por ciento de esa recaudación está "asegurada" en las grandes firmas.

¿Dónde está la "dureza" de Molinar? Su, hasta ahora, desconocido pero abultado salario no tolera que ante las "leyes implacables de la economía" el instituto a su cargo no ejerza con pulcritud la normatividad de que dispone y, dado que se trata de 65 vidas perdidas, él mismo pase, de inmediato, de la mera indicación al señalamiento preciso.

* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

 
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