Usted está aquí: domingo 1 de julio de 2007 Opinión A un año

Antonio Gershenson

A un año

A un año de las elecciones, caracterizadas por un fraude electoral, han ocurrido muchas cosas que requieren de un balance y conclusiones. Uno de los elementos es un desgaste del régimen, que va desde el uso de la represión hasta la adopción de medidas antipopulares como los cambios a la Ley del ISSSTE, que entre otras cosas reducirán de manera muy notoria el monto de las jubilaciones de los trabajadores afiliados a esa institución.

Ante esta situación, ha habido presiones y en general medidas encaminadas a lograr un seudorreconocimiento que no se tuvo en las urnas. En los últimos días se han dado ataques y presiones contra el Gobierno del Distrito Federal. En el caso más llamativo, Miguel Angel Yunes y yunques compiten por hacer mejor el trabajo sucio, como con el cargo absurdo de que el jefe de Gobierno del DF dio recursos económicos a quienes protestan contra los cambios a la citada ley. La causa de las protestas está en estos cambios, que afectan directamente a una multitud de trabajadores.

Al mismo tiempo, estas medidas persiguen el aislamiento y el silenciamiento de López Obrador. A ellas se agrega el bloqueo económico a Grupo Monitor, empresa de comunicación en radio, televisión y prensa, que no fue portavoz de López Obrador sino que difundió sus discursos y opiniones, además de las de muchos otros.

Una de las medidas de rechazo a tales acciones es la marcha, seguida de una concentración en el Zócalo, citadas para hoy. Este acto sigue a otros a lo largo y a lo ancho del país, en el mismo sentido.

Es muy importante que la protesta y la denuncia den lugar al impulso a una alternativa nacional, con sus expresiones en diferentes ramas de actividad, sectores sociales e instancias políticas. Por un lado, esto permite que se vayan uniendo los directamente interesados en cada caso, en torno al avance hacia estas alternativas específicas. Por otro, contribuye a dar coherencia y viabilidad a la alternativa nacional.

Esa alternativa, además de su elaboración, discusión y difusión, requiere, hasta donde sea posible, de hechos que la respalden. Una forma de avanzar en esta dirección es el cumplimiento de objetivos específicos en las áreas gobernadas por la izquierda. Así como los logros de López Obrador cuando fue jefe de Gobierno del DF fueron un antecedente que daba credibilidad a sus planteamientos alternativos, los logros de las instancias gobernantes de izquierda, que mantienen y deben mantener su independencia, al mismo tiempo son bases para la credibilidad de la izquierda en general.

El que se logre sacar adelante determinadas demandas, aunque el logro sea, por ejemplo, por parte de organizaciones sociales, las cuales también deben mantener su independencia, también es al mismo tiempo una muestra de que las demandas son viables.

Si en instituciones académicas o de investigación se logran avances en un sentido similar, esto fortalece la confianza en la posibilidad de avanzar en los aspectos relacionados que comprende la alternativa nacional.

Cuando en el ámbito legislativo se logran medidas contra la guerra sucia y el fraude electoral, o en otros ámbitos comprendidos dentro de la alternativa, ésta se ve fortalecida también.

De esta manera, se puede ir avanzando en el fortalecimiento y ampliación de la alternativa. Si el desgaste de la derecha no va acompañado de un fortalecimiento de la izquierda, y si ésta no está identificada con una alternativa que se va fortaleciendo, no se podrán superar los problemas críticos del país.

 
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