Usted está aquí: miércoles 4 de julio de 2007 Mundo Bush no descarta condonar por completo las sanciones a Libby

El ex asesor de Cheney aún debe pagar 250 mil dólares de multa y 2 años de libertad condicional

Bush no descarta condonar por completo las sanciones a Libby

Enfrenta el presidente de EU oleada de críticas por haber perdonado la pena de prisión

AFP, DPA, REUTERS, THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Medea Benjamin, cofundadora del activista grupo Código Rosa, al participar ayer en una protesta frente a la Casa Blanca por el indulto presidencial a los 30 meses de prisión que debía cumplir Lewis Scooter Libby Medea Benjamin, cofundadora del activista grupo Código Rosa, al participar ayer en una protesta frente a la Casa Blanca por el indulto presidencial a los 30 meses de prisión que debía cumplir Lewis Scooter Libby Foto: Ap

Washington, 3 de julio. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, desoyó hoy las críticas provenientes de casi todo el país y no descartó conceder el perdón completo al ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, Lewis Scooter Libby, cuya condena a prisión fue condonada por el mandatario el lunes.

"En relación al futuro, no descarto nada", afirmó Bush, que explicó su decisión: "tuve que tomar una decisión muy difícil; la sopesé con mucho cuidado. Pensé que el veredicto del jurado debía mantenerse, pero sentí que el castigo fue duro, así que decidí perdonar su sentencia de cárcel, pero dejar la multa y la libertad condicional".

Libby, de 56 años, fue condenado a 30 meses de prisión en marzo por los cargos de perjurio, falso testimonio y obstrucción de la justicia. En junio, un juez de distrito lo condenó también a pagar una multa de 250 mil dólares. La Casa Blanca prometió no actuar hasta que Libby no agotase sus recursos, y el último fue rechazado la mañana del lunes.

"Consideré su pasado, su servicio al país, así como el veredicto del jurado. Sentí que los 30 meses de prisión eran duros. Tomé una decisión, que creo es la correcta, y en ella me mantengo", aseguró.

Rechazan la medida 60 por ciento de estadunidenses: encuesta

Cuando Bush habló, ya conocía que esa decisión, que según el diario The Washington Post tomó personalmente, era altamente impopular. Según una encuesta de Survey USA, 60 por ciento de los estadunidenses rechaza la decisión tomada por su presidente, mientras que sólo 21 por ciento la apoya. Incluso el grupo activista Código Rosa realizó una protesta frente a la Casa Blanca. Esto ocurre en momentos en que Bush sufrió otra caída en encuestas de popularidad, en las que obtuvo apenas 27 por ciento de aprobación.

En Washington muy pocos se mostraron de acuerdo. La mayoría de la prensa, el opositor Partido Demócrata en pleno y gran parte de sus correligionarios republicanos condenaron el beneficio al ex funcionario.

Libby fue acusado de mentir al gran jurado y a los especialistas de la FBI que investigaban si funcionarios de la administración Bush filtraron intencionalmente la identidad de la ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Valerie Plame en venganza por las críticas de su marido, el ex embajador en Africa, Joseph Wilson, a la guerra en Irak.

El nombre de Plame apareció impreso el 14 de julio de 2003, poco después que su marido escribió un artículo en un periódico rebatiendo uno de los principales argumentos de la administración Bush para llevar a cabo la guerra de Irak: que el país del golfo Pérsico quería obtener de Níger uranio enriquecido (material que puede ser usado para construir armas nucleares). Wilson fue a Níger para investigar las acusaciones y dijo abiertamente que eran falsas.

Libby no fue acusado de filtrar el nombre de Plame a los medios, sino de poner trabas a la investigación sobre quién lo hizo. En 2005 renunció después de ser acusado.

Luego que el presidente perdonó la pena del ex funcionario el lunes, Bush encaró la cólera de los conservadores, molestos por que no retirara por completo la condena de Libby, un ex miembro del círculo interno del vicepresidente, Dick Cheney.

El vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, rechazó las críticas de que Libby estaba librando fácilmente el haber mentido durante la investigación sobre el caso Plame.

"No es simplemente un manazo en la muñeca. Es una pena muy severa", dijo Snow, señalando que Libby debe pagar una multa de 250 mil dólares y cumplir dos años de libertad condicional.

La oposición demócrata y la prensa estadunidense criticaron el martes la decisión de Bush de evitar la prisión a Libby. "Sólo un presidente clínicamente incapaz de comprender que hay que enfrentar las consecuencias de sus errores podía hacer lo que él hizo", atacó John Edwards, uno de los candidatos demócratas para la elección presidencial de 2008.

Esta decisión "constata la herencia de una administración marcada por una política de cinismo y división", agregó el también precandidato presidencial demócrata, Barack Obama, mientras que la senadora y también precandidata Hillary Clinton veía en la decisión del presidente "una prueba más de que esta administración se considera por encima de las leyes".

Entre los republicanos Rudy Giuliani fue uno de los pocos en levantar la voz para defender la decisión de Bush, a la que consideró "razonable" y "correcta".

El ideal de justicia "queda en el segundo lugar de las prioridades cuando se trata de proteger los secretos de su círculo cercano y de mimar al pequeño sector de estadunidenses de derecha que aún constituye su base política", denuncia un editorial del diario The New York Times, que recuerda que Bush jamás perdonó una condena a muerte cuando era gobernador de Texas.

Para el Washington Post la pena de cárcel a la que se condenó a Libby era "excesiva", porque tras dos años de investigación nadie fue procesado por la filtración, pero la decisión de reducirla a nada "es indefendible".

El periódico The Wall Street Journal denunció la falta de valor del presidente, que eligió una medida de gracia parcial cuando fue su administración la que "permitió que el caso Plame se convirtiera en semejante fiasco y, al final de cuentas, en esta tragedia personal" para Libby.

El diario británico The Independent señaló que, según la Constitución estadunidense, el presidente tiene la facultad de conceder perdones por ofensas contra el país. La Casa Blanca recibe un promedio de 600 peticiones de clemencia de las cuales sólo se concede 10 por ciento. El diario agrega que desde la fundación del país y la redacción de la Constitución, los perdones han sido controversiales, pues esta facultad también la tenía el imperio británico, que solía comerciar con las clemencias.

La prensa cubana se burló abiertamente del presidente estadunidense. "Sí, señoras y señores, el circo de la democracia tuvo una nueva actuación estelar de Bush. Dejó claro que él y su gente saben cómo pisotear un supuesto principio de la justicia estadunidense: 'todos son iguales bajo la ley'", publicó el diario Juventud Rebelde.

En el artículo titulado Se evaporó el preso No. 28301-016, el rotativo señaló que Bush "le tiró la toalla completa" al ex asesor de la Casa Blanca.

"Entre pillos anda el juego. A pesar de que la condena era irrisoria (...) el hombre se va ya para su casa. Limpio de polvo y paja, aunque de antemano sólo le habían achacado mentir a esa justicia y obstruir las investigaciones", añadió.

"A la FBI se le escurrió como agua en canasta el preso que ya había designado con el No. 28301-016... Pero no parecen muy atribulados por eso", agregó el diario.

 
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