En lugar de ponerse nervioso, el mandatario debió ordenar una pesquisa, opina el PRI
Critican partidos que Calderón se suba al ring del chinogate
Lejos de concitar adhesiones, el presidente Felipe Calderón recogió ayer múltiples críticas ante su estrategia de atajar al empresario chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon mediante mensajes velados y declaraciones como la que formuló el jueves en Guadalajara al decir que no permitirá "chantajes ni amenazas" contra el Estado.
Tanto PRD como PRI censuraron que el jefe del Ejecutivo se haya "subido al ring" buscando desacreditar a quien está acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero y delitos contra la salud. PAN y PVEM defendieron al mandatario.
En el Senado, en la Cámara de Diputados, así como al iniciar su Consejo Nacional, el PRD calificó de "imprudente" la actitud de Calderón, pues "con sus declaraciones parece que se confirma lo que está negando", declaró el senador Graco Ramírez Garrido Abreu.
Este partido demandó que las pesquisas sobre los presuntos nexos de Zhenli con el gobierno federal abarquen aduanas, puertos y cuerpos policiacos. "Estamos seguros, dijo Leonel Cota Montaño, líder perredista, de que existe "una red de complicidades en torno a este asunto".
En su discurso de apertura del Consejo Nacional manifestó que es indispensable indagar a fondo porque "Calderón se apresta a exonerar a su secretario del Trabajo (Javier Lozano Alarcón), el "secretario incómodo", y tampoco podemos permitir que el "periodismo oficialista" secunde esa pretensión.
"¡Claro que hay redes en torno a este personaje!; ¡claro que deben investigarse y no utilizar el caso para buscar legitimidad en la lucha contra el narcotráfico! La banda que padece el país, la mafia más grande que existe es la mafia política (refiriéndose al PAN), porque protege a todos esos personajes (como Zhenli y quienes lo apoyan) y miente". No dejemos que se pretenda "convencer al país, a través de la publicidad" que hay resultados, puntualizó.
Diputados del PRI consideraron que Calderón "se puso nervioso" con la denuncia de Zhenli y se equivocó al "subirse al ring", cuando lo que debió hacer era ordenar que se investigara el origen de los recursos decomisados en la casa de las Lomas de Chapultepec y la participación que tuvieron funcionarios de las secretarías de Salud y Hacienda en el negocio de la seudoefedrina.
Porque ésta fue también otra de las coincidencias respecto de la actitud que debió asumir el Presidente: ordenar una investigación y establecer si había responsabilidades en aquello que acusa Zhenli y no descalificarlo mediante la Procuraduría General de la República.
Carlos Rojas, diputado del PRI, consideró una "imprudencia" del mandatario referirse a la denuncia de Zhenli. Parece que "se le empieza a trasminar la dislexia verborreica de Vicente Fox".
Ayer se insistió en calificar de incomprensible la decisión del gobierno mexicano de enviar el dinero incautado a un banco de Estados Unidos.
Por el PAN, el diputado Juan de Dios Castro Muñoz ubicó el tema en otra perspectiva. Calderón, dijo, puso la "corona de flores" a ese asunto que "ya se está muriendo" en los medios de comunicación. Coincidió, sin embargo, en la necesidad de que las autoridades judiciales aclaren la procedencia del dinero. Rechazó que el tema pudiera ser aprovechado por los partidos políticos para enrarecer el ambiente y tender una cortina de humo con la finalidad de desviar la atención sobre la reforma hacendaria.
Trató de deslindar al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón de cualquier vínculo con el dinero incautado a Zhenli, con el argumento de que el funcionario no se encontraba en el primer círculo político del entonces candidato a la presidencia de la República. En todo caso, indicó, aquel tenía una ocupación en el staff operativo, por lo que no existe ningún hilo que seguir por ahí, subrayó.
Sin embargo, su compañero de bancada, Obdulio Avila, sí recurrió a las suspicacias y apuntó que la denuncia presentada ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, por los diputados del PRD en contra de Lozano, es una venganza porque fue el secretario del Trabajo quien señaló las anomalías causadas por las marchas, bloqueos y plantones en el Distrito Federal.