Usted está aquí: jueves 12 de julio de 2007 Economía Cae con rapidez la producción de hidrocarburos, alertan

En el actual sexenio se reducirá 14 por ciento en promedio anual, advierte CI

Cae con rapidez la producción de hidrocarburos, alertan

No hay indicios de que la tendencia vaya a revertirse y no se están desarrollando fuentes alternativas de energía

A los actuales ritmos de explotación hay petróleo sólo para nueve años

ANTONIO CASTELLANOS

La producción de hidrocarburos está cayendo más rápido de lo esperado y no hay indicios de que la tendencia se revierta. Consultores Internacionales (CI) señaló que de acuerdo con estimaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), la disminución en la producción total de crudo de los yacimientos durante este sexenio será de 14 por ciento en promedio anual, lo que representa una verdadera señal de alarma.

A este escenario hay que agregar que la economía de México ha crecido a una tasa menor que el promedio de América Latina, y aunque se vislumbra una disminución de la brecha mexicana con las subregiones sudamericanas en los próximos años, el país debe llevar a cabo acciones decididas de mayor fomento de la inversión y atención de la demanda interna, así como una diversificación de las exportaciones más profunda.

En un reporte especial, los expertos de CI plantearon que de acuerdo con los indicadores de la Secretaría de Hacienda, de enero de 2006 a enero de 2007, la producción petrolera cayó 4.2 por ciento, lo cual afecta los mercados externos nacionales, porque cada barril de que los clientes de Pemex en el extranjero dejan de recibir, es sustituido por otro proveedor como Venezuela y los países de Medio Oriente. Recuperar este espacio se vuelve prácticamente imposible.

Además de la caída en la producción de hidrocarburos, destacaron que el país no está desarrollando fuentes alternativas. Por el contrario, el consumo sigue petrolizado y a finales de 2006 la producción de crudo representaba casi 70 por ciento de la generación total de energía. Esto significa que el país sigue anclado al petróleo, y de ahí la preocupación por su caída.

La disminución se explica en buena medida por el agotamiento de Cantarell, el mayor yacimiento del país. En marzo de 2007 esa región contribuyó con 50 por ciento de la producción total del crudo en México, y aunque sigue siendo la fuente más importante, su rendimiento se ha reducido en más de 26 por ciento en sólo dos años.

En febrero de 2006 este yacimiento aportaba más de 64 por ciento de la producción nacional de crudo (2.5 millones de barriles diarios). Para marzo de este año su plataforma disminuyó en 568 mil barriles diarios, y se espera que la producción anual promedie los 1.53 millones de barriles diarios. Para 2008 se estima que el promedio siga bajando hasta 1.37 millones, lo que representaría una baja mayor a 10 por ciento en sólo un año.

Puntualizaron los analistas de CI que la información estadística de la Secretaría de Energía señala que las reservas totales de hidrocarburos, donde se incluyen yacimientos probados, probables y posibles de petróleo crudo, condensados y gas, tienen una vida de 29 años.

De acuerdo con los datos de Pemex, las reservas probadas o el petróleo crudo económicamente explotable se mantendrá en alrededor de 11.8 mil millones de barriles este año, mientras la Secretaría de Energía afirma que las reservas probadas de hidrocarburos estarán en alrededor de 15.5 mil millones.

En cualquiera de los dos casos, agregaron, a los actuales ritmos de explotación y suponiendo que no surja otra gran veta del tipo de Cantarell, México tiene petróleo para sostener la explotación actual entre nueve y 13 años.

Por el lado de los petroquímicos el escenario no es más promisorio, porque mientras en 2004 se importó gasolina por 2 mil millones de dólares, en 2006 la misma aumentó hasta 6.5 mil millones de dólares, lo cual representó 225 por ciento más en dos años. Se proyecta que para este año se importarán gasolinas y otros combustibles básicos por alrededor de 10 mil millones de dólares.

Los especialistas destacaron que la economía sigue petrolizada, y en los últimos cuatro años los recursos extraordinarios derivados del incremento en los precios internacionales del crudo, más las remesas de los migrantes, evitaron que la economía mostrara de manera plena las debilidades que ahora son más claras.

Esto significa vulnerabilidad en las finanzas públicas, déficit en la balanza comercial en los primeros meses de 2007, altas importaciones de combustibles, presión en los índices inflacionarios y disminución en las tasas de crecimiento. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, expusieron los especialistas, en 2006 los ingresos del sector público derivados de las fuentes petroleras fueron equivalentes a 9.43 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Explicaron que es inadmisible que un país del tamaño de México dependa de un solo producto, el petróleo, en alrededor de 10 por ciento de su producto total, y aunque este año el porcentaje disminuirá a menos de 9 por ciento, la dependencia creció espectacularmente en la administración del presidente Vicente Fox, al pasar de 6.55 por ciento en 2002 a 9.43 por ciento el año pasado.

 
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