Usted está aquí: viernes 13 de julio de 2007 Mundo Escasos progresos en Irak, revela una evaluación de la Casa Blanca

El presidente Bush se declara "convencido de que aún se puede ganar la guerra"

Escasos progresos en Irak, revela una evaluación de la Casa Blanca

Se cumplen sólo ocho de los 18 objetivos de la ocupación que se fijaron en marzo de 2003

Aprueban congresistas una ley que insta al Departamento de Defensa a iniciar un repliegue

AFP, DPA, REUTERS, THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen El presidente George W. Bush en la rueda de prensa celebrada ayer en la Casa Blanca El presidente George W. Bush en la rueda de prensa celebrada ayer en la Casa Blanca Foto: Ap

Ampliar la imagen La activista por la paz Cindy Sheehan (derecha), conversa con un residente en Montgomery, Alabama, durante un encuentro con los reporteros frente a la sede del Congreso local, durante una caravana contra la guerra en Irak que partió hace 13 días del rancho del presidente George W. Bush en Crawford, Texas La activista por la paz Cindy Sheehan (derecha), conversa con un residente en Montgomery, Alabama, durante un encuentro con los reporteros frente a la sede del Congreso local, durante una caravana contra la guerra en Irak que partió hace 13 días del rancho del presidente George W. Bush en Crawford, Texas Foto: Ap

Washington, 12 de julio. El presidente estadunidense, George W. Bush, se declaró hoy convencido de que su país puede ganar en Irak, pese a los escasos progresos admitidos en un informe de evaluación presentado horas antes por la Casa Blanca, que reconoce avances en sólo ocho de los 18 objetivos que se plantearon para las operaciones en el país invadido en marzo de 2003.

Esta tarde la Cámara de Representantes estadunidense, controlada por la oposición demócrata, aprobó por 223 votos contra 201 una ley que insta al "Departamento de Defensa a iniciar el repliegue de las tropas durante los 120 días que sigan a la promulgación de dicha ley y completar de aquí al 1º de abril de 2008 la reducción y transición para dejar una presencia limitada" en Irak.

Tras la presentación del informe y la insistencia de Bush en que el documento daba motivos para ser optimistas pues "ocho objetivos se cumplieron", Harry Reid, jefe de la mayoría demócrata en el Senado, instó a Bush a admitir su "fracaso" en Irak y llamó a los republicanos a unirse a sus esfuerzos para cambiar de estrategia: "Es hora de que el presidente escuche al pueblo estadunidense y haga lo necesario para proteger a esta nación", declaró cuando Bush aún no había terminado su conferencia de prensa ensalzando su estragia bélica.

"No creo que el Congreso tenga que dirigir la guerra", declaró Bush en la rueda de prensa que celebró para defender su estrategia en Irak, que ya es impopular incluso entre miembros de su Partido Republicano, tras la publicación del informe. "Tratar de dirigir una guerra mediante una resolución es una receta para el fracaso", advirtió.

Irak logró "avances satisfactorios" en sólo ocho de los 18 objetivos fijados por el Congreso estadunidense, según el informe intermedio de la Casa Blanca. En defensa de esta estrategia, Bush afirmó que "aún es pronto" para aquilatar los resultados del envío, en enero, de 30 mil soldados suplementarios.

Bajo el rubro "insatisfactorio" el informe cita una de las metas más importantes para la administración Bush: lograr que las fuerzas de seguridad iraquíes actúen independientemente de las unidades estadunidenses, para que éstas puedan ser retiradas.

Bagdad tampoco colmó las expectativas de Washington en cuanto a una legislación que permita calmar la violencia sectaria.

El informe asegura que han fracasado los intentos de adoptar una ley que garantice el desarme de las milicias, de "proveer a los comandantes iraquíes de la autoridad necesaria para hacer efectivo el plan de seguridad para Bagdad", y "lograr que las fuerzas de seguridad iraquíes apliquen la ley de manera imparcial".

Tampoco se ha logrado "asegurar que las autoridades políticas iraquíes no se debiliten y no intercambien falsas acusaciones con los miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes".

En cuanto a objetivos políticos para el gobierno iraquí, no se ha logrado que éste vote una ley que enmiende la promulgada acerca de limitar el poder del partido Baaz, de Saddam Hussein, ni acordar legislaciones que aseguren la distribución equitativa de los recursos petrolíferos entre las diferentes comunidades iraquíes.

Otra de las iniciativas fracasadas es potencialmente controversial, pues propone "adoptar una ley de amnistía para aquellos que han combatido al gobierno desde 2003 o que han cometido crímenes en nombre del gobierno iraquí".

Los resultados "satisfactorios" señalados en el informe son más bien modestos, pues se refieren a la adopción de medidas administrativas, a la promulgación de leyes (para las cuales era difícil encontrar oposición tanto en Irak o en Estados Unidos) y a la canalización de recursos. Son todos cambios que tienen lugar en el papel más que en el terreno.

Estos son los esfuerzos para crear una comisión revisora de la Constitución, adoptar una ley que instituya los procedimientos para crear las regiones semiautónomas, crear comisiones políticas, económicas, de información y de servicios para contribuir al plan de seguridad de Bagdad. Se logró también "abastecer a tres brigadas iraquíes en apoyo a las operaciones de seguridad de Bagdad".

Se crearon también puestos de seguridad y bases de patrullas en Bagdad y su entorno, así como "asegurar que los derechos de los partidos políticos minoritarios sean protegidos por la ley iraquí". El último punto "satisfactorio" se refiere a que se destinaron 10 mil millones de dólares "para el proyecto de reconstrucción, de manera equitativa".

Lo que el informe considera "resultados moderados" se refiere a temas urgentes, son discutibles y así están redactados. Se ha logrado "reducir la violencia confesional pero sin grandes progresos en la eliminación del control de las milicias sobre la seguridad local"; y se "creó una comisión electoral independiente pero sin grandes progresos para promulgar una ley sobre las elecciones en las provincias, y fijar una fecha para las elecciones provinciales".

Con todo, Bush, aseguró: "Creo que podemos ser exitosos en Irak y sé que debemos (ganar). Se trata de una guerra complicada y si aumentamos nuestros esfuerzos en este momento crucial, podremos adelantar el día del regreso de nuestras tropas a casa".

Bush reiteró su confianza en el premier iraquí, Nuri Maliki, criticado en el informe. "No busco excusas, pero es difícil", declaró al restar importancia a que el gobierno iraquí no haya aprobado todavía la crucial ley para la industria petrolera o desarmado a las milicias.

Dijo comprender el "hartazgo" de sus compatriotas por la guerra. "Es una guerra horrible" que influye sicológicamente sobre los estadunidenses, pero insistió en que la seguridad de Estados Unidos depende del éxito en Irak.

El mandatario resaltó lo que a su juicio es un progreso "moderado" y recalcó que la situación en Irak puede empeorar si hay una retirada "antes de tiempo".

Según una encuesta publicada el martes, siete de cada diez estadunidenses están en favor de que las tropas regresen de Irak antes de abril próximo, un total de 62 por ciento piensa que Estados Unidos cometió un error al enviar tropas a Irak, la mayor cantidad desde el comienzo de la invasión. Hace un año estaba en 56 por ciento.

A su vez, la premio Nobel de la Paz 1976, Betty Williams, ofreció disculpas por haber declarado el pasado miércoles en una conferencia de activistas por la paz celebrada en Dallas, Texas, que podía "matar al presidente George W. Bush".

 
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