Usted está aquí: lunes 16 de julio de 2007 Sociedad y Justicia En México se ocultan 26 por ciento de los accidentes de trabajo: experta

Muchas empresas no reportan los percances para evitar el pago de estos riesgos

En México se ocultan 26 por ciento de los accidentes de trabajo: experta

Crece el número de trastornos mentales asociados al estrés; no lo consideran enfermedad

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Ampliar la imagen La morbilidad de los obreros creció 30 por ciento, señala el análisis de la experta La morbilidad de los obreros creció 30 por ciento, señala el análisis de la experta Foto: Archivo

Un 26 por ciento de los accidentes de trabajo que sufren los obreros y empleados mexicanos se "ocultan", no se registran, ya que hay un "gran maquillaje" por parte de las empresas que no los reportan al Seguro Social para no pagar estos riesgos; además se ha incrementado en casi 30 por ciento la morbilidad de los obreros en industrias como la metalmecánica, y ha crecido el número de casos de trastornos mentales asociados al estrés e incluso cánceres que no se consideran enfermedades laborales en su mayoría.

Este diagnóstico se plantea en el análisis titulado Los riesgos de trabajo en el país, elaborado por la profesora y experta en temas de salud en centros laborales Susana Martínez Alcántara, de la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM-Xochimilco.

En el extenso documento la profesora señala que en México hay gran atraso en materia de enfermedades del trabajo, empezando porque las cifras oficiales no son confiables, hay un "subregistro" de tal tamaño que sólo los accidentes que no se pueden ocultar se conocen, muchos incluso son atendidos en el puesto médico de la fábrica y la empresa da "días de descanso" a los heridos para que se recuperen.

Hay rubros donde el país tiene décadas de atraso, como en la fabricación de productos de asbesto, actividad prohibida en la mayoría de los países, según estudios realizados por diversos expertos, y sin embargo, en México, grandes corporaciones trasnacionales han hecho un negocio millonario con la elaboración y la venta de productos de asbesto, sin cubrir los riesgos a sus trabajadores por estar permanentemente en contacto en este material que deja graves secuelas para la salud.

Martínez Alcántara denuncia además que hay una gran injusticia laboral en industrias como la farmacéutica, la química y la textil, donde los trabajadores están permanentemente expuestos a sustancias tóxicas que generan cánceres de distinto tipo y los obreros no siempre saben que la empresa es la responsable de sus enfermedades y no las reclaman como profesionales. Estos cánceres ocupan incluso el menor porcentaje en el registro oficial de los llamados riesgos de trabajo.

En el análisis también advierte que por ejemplo, la hipoacusia es la primera enfermedad laboral que se califica como tal, pero es muy difícil para los trabajadores poder comprobar esto ante las autoridades médicas. Además, la neurosis, como enfermedad profesional solamente es reconocida como trastorno mental para los pilotos de aviación y los telefonistas. Como éstas, hay una serie de enfermedades y daños que no están contenidas en la legislación mexicana, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha demostrado con creces que se encuentran asociadas a ciertos oficios, como son las relacionadas con el estrés, el cual es una "patología emergente" en el país.

Según detalla, en México las principales causas de mortalidad de los trabajadores asegurados en el IMSS son el cáncer, la diabetes y las enfermedades hipertensivas, asociadas con la exposición a sustancias cancerígenas y el distrés en general, según un informe elaborado por el doctor Mariano Noriega y citado en este análisis.

En cuanto a los accidentes laborales y los índices de mortalidad laboral, señala que al analizar los registros de 2005 por rubro económico, aparecen en primer lugar como centros de trabajo de alto riesgo los de fabricación de productos metálicos con una tasa de 3.9 por ciento por cada 100 trabajadores, y es este sector en el que más incapacidades permanentes se han generado, además de defunciones.

Increíblemente el segundo lugar lo tiene el rubro de autoservicios y tiendas departamentales, con 3.7 por ciento, donde el número de accidentes de trabajo es superior al que registra la industria de la construcción, según el documento.

Revela que obviamente la industria extractiva y metálica (minería entre otras) son de las que mayor morbilidad presentan, con un promedio de 165 casos por cada 10 mil trabajadores; le sigue la extracción y beneficio de carbón mineral, grafito y minerales no metálicos, con una tasa de 132.5 por ciento, y llama la atención sobre el hecho de que la industria de la construcción en cuanto a morbilidad se encuentra en un decimotercer lugar, quizás porque la población no se registra en el IMSS en muchos casos.

Para la analista, en la situación de crisis que vive el país, la salud de los trabajadores no es un problema prioritario para el Estado ni para los patrones, además de que hay un amplio sector de la población que se encuentra en el comercio ambulante o economía subterránea, donde los trabajadores no tienen ninguna seguridad social, pero sufren de enfermedades laborales y accidentes.

Concluye que es fundamental que el Estado obligue a la parte patronal a mejorar los procesos de trabajo y los inspectores que mandan las autoridades laborales se dediquen a corregir todas las deficiencias de los sistemas de trabajo y a trascender su visión tradicional de mera inspección de riesgos, para reconocer condiciones laborales que repercuten no sólo en la salud física, sino también la mental de los trabajadores.

Pero sobre todo es necesario modificar la ley federal del trabajo para frenar toda esta vorágine de enfermedades y accidentes laborales que se presentan en el sector y olvidan en las estadísticas, según puntualiza Martínez Alcántara.

 
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