Usted está aquí: miércoles 18 de julio de 2007 Política Oaxaca, los amigos de Marín y la fama de Hank opacan el avance priísta: Paredes

"Los caudillos o los liderazgos unipersonales en la política nacional están rebasados"

Oaxaca, los amigos de Marín y la fama de Hank opacan el avance priísta: Paredes

La construcción de un nuevo diálogo es impensable sin la interlocución con otros partidos, afirma

CIRO PEREZ SILVA

Ampliar la imagen Para Beatriz Paredes, presidenta del PRI, los partidos deben tener muchas figuras Para Beatriz Paredes, presidenta del PRI, los partidos deben tener muchas figuras Foto: Marco Peláez

La construcción del nuevo discurso priísta, el que promueve la renovación, el cambio y la apuesta a futuro, sigue chocando con el lastre de personajes que arrastran al tricolor a su pasado. Ulises Ruiz, Mario Marín y Jorge Hank Rhon, temas y personajes que hereda una dirigencia nacional del PRI para la que "los temas legales o de gobernabilidad" que los señalan "corresponden al ámbito jurídico y de los estados", no al debate político-partidista, sostiene la presidenta nacional de ese instituto, Beatriz Paredes Rangel.

Conocedora de su partido y de las circunstancias que lo rodean, enfatiza que los caudillos o los liderazgos unipersonales en la política nacional están rebasados, y sostiene que corresponde a la cultura democrática abrir el juego y estimular la presencia de cuadros exitosos, especialmente cuando se le interroga sobre la creciente influencia de los gobernadores y coordinadores parlamentarios en la toma de decisiones.

"Entre más prestigio tengan los políticos de filiación priísta, mejor para el PRI", insiste, y aunque la eficacia electoral del tricolor en los más recientes procesos ha llevado a este partido a recuperar plazas que fueron emblema del panismo, admite que la crisis política en Oaxaca, los "amigos" del gobernador poblano y la fama que antecede al candidato al gobierno de Baja California siguen alimentando el chismerío político y parecen opacar el avance priísta.

"Me parece que el discurso político-partidista y el análisis de la responsabilidad gubernamental son dos líneas que caminan en paralelo y que yo no mezclo. En el caso del candidato Jorge Hank, es evidente que la artimaña con la que se pretendió sacarlo de la competencia no tenía razón jurídica; se le dio la razón jurídica (a Jorge Hank) y el electorado de Baja California es el que va a decidir.

"Es un candidato que tuvo la aptitud para ganar la presidencia municipal de Tijuana, que ha tenido una campaña que va en ascenso, y el partido tiene elementos para suponer que podemos ganar ese estado.

"En cuanto al caso del gobernador de Puebla, y en el caso del gobernador oaxaqueño, me parece que las circunstancias que atañen a los temas de gobernabilidad en sus entidades federativas así deben analizarse, y que corresponde a los ámbitos jurídicos, donde se procesan, tomar las resoluciones que correspondan", subraya.

En entrevista con La Jornada, Beatriz Paredes se refiere al hecho de que el dirigente nacional del PRI ha dejado de ser el único factor en la toma de decisiones, y que es cada vez mayor la relevancia del Congreso y los gobiernos estatales en este proceso.

"Yo estoy consciente de que hago política en el siglo XXI; tengo un estilo de liderazgo que corresponde a la convicción de que la conducción democrática es necesaria, que estoy convencida de que los partidos deben tener muchas figuras, no sólo una; estoy convencida de que la etapa de los liderazgos unipersonales está rebasada por una sociedad mucho más amplia, mucho más informada, y que corresponde a la cultura democrática contemporánea, el estimular mayor presencia de muchos cuadros exitosos.

"Entre más prestigio tengan los políticos de filiación priísta que ocupan responsabilidades públicas, mejor para el PRI; entre más prestigiados sean los gobernadores priístas, mejor para el PRI; entre más prestigiados sean los legisladores, senadores o diputados priístas, mejor para el PRI; entre más presencia, más participación tengan los dirigentes de las organizaciones sociales y sectoriales afines al tricolor, mejor para el PRI.

"Mi convicción es que hay que abrir el juego, no cerrarlo, y estoy convencida de que la aptitud radica en tener capacidad de interlocución y diálogo con todas las corrientes; tener una actitud incluyente y que eso fortalece un estilo de liderazgo democrático", asegura.

-En este contexto, ¿cuál es el papel de la dirigencia frente a las propuestas de reforma del gobierno panista?

-Como interlocutores del gobierno, me parece que hemos acreditado una capacidad firme de interlocución; hemos acreditado que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) es el espacio privilegiado para la interlocución, dándole su lugar a los gobernadores de los estados, a los senadores de la República, a los diputados federales, a los dirigentes de nuestras organizaciones nacionales, y hemos encabezado y participado en los diálogos que nuestros grupos parlamentarios y los mandatarios estatales han tenido con el Presidente de la República, precisando las posiciones que corresponden a un CEN, que lo que hace es acompañar a sus legisladores.

"Yo tengo la convicción de que ser legislador es una extraordinaria oportunidad, pero también una gran responsabilidad, y que lo que requieren los legisladores federales priístas es el apoyo del CEN, y no actitudes restrictivas ni desconocedoras del peso específico que tienen.

"Va con mi formación, con mi convicción. Lo mismo que te estoy diciendo ahora, lo sostuve hace algunos años. Lo sostuve como legisladora y ahora lo sostengo como presidenta del PRI".

Empeñada en acercar la dirigencia nacional a las directivas locales, muchas de ellas marginadas por años de cualquier apoyo económico y político, Paredes Rangel se ha repartido estos primeros meses al frente del tricolor en cuando menos 20 entidades federativas, a pesar de la interminable crisis económica del partido, factor que, asevera, no debe condicionar la actividad partidista que hasta el momento, señala, ha sido eficaz.

A partir de esa lógica, agrega, se abocó a atender los actos inmediatos del partido, por los cuales se miden las capacidades de los institutos políticos, que son los procesos electorales. Se refirió a la recuperación de Yucatán -"que fue muy significativa"-, a los avances electorales en Durango, Chihuahua y Zacatecas, "En el rubro electoral, digamos que hasta este momento podemos rendir buenas cuentas".

Sin embargo, reconoce que en los triunfos electorales concurren muchos factores, candidatos, dirigencias locales, militantes, "no son estrellitas que yo quiera colocarme, sino que simplemente el CEN hace lo que le corresponde en su ámbito: suma, apoya y coadyuva en la coordinación de todos los elementos".

Se trata, insiste, de hacer política en el siglo XXI; "no es la era de los caudillos, es la era de la articulación democrática en torno a propósitos comunes. Y la articulación democrática requiere una plena disposición permanente al diálogo, y de ahí generar consensos internos o mayorías internas".

Esta construcción de un nuevo diálogo, apunta, es impensable sin la interlocución con otras fuerzas políticas. "Nosotros dialogamos con el PRD, con el PAN, con Convergencia, con el PVEM, con Alianza, con Alternativa. Nosotros dialogamos con todas las fuerzas políticas del país, con todas, sin excepción. No nos parece la exclusión el mecanismo para hacer política en esta época de México".

 
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