Usted está aquí: jueves 19 de julio de 2007 Cultura Con el proyecto Sana, sana... leyendo una plana llega a los hospitales el fomento a la lectura

Ayudar a tranquilizar a quienes estén ahí, meta del nuevo programa: Paloma Sáiz

Con el proyecto Sana, sana... leyendo una plana llega a los hospitales el fomento a la lectura

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Pacientes internadas en el Hospital General de Ticomán, ayer, durante una sesión de lectura para hacerles menos difícil su estancia en ese nosocomio Pacientes internadas en el Hospital General de Ticomán, ayer, durante una sesión de lectura para hacerles menos difícil su estancia en ese nosocomio Foto: María Meléndrez

Un nuevo programa de fomento a la lectura llega a los hospitales. El proyecto piloto Sana, sana… leyendo una plana se puso en marcha este miércoles en el Hospital General de Ticomán, en la delegación Gustavo A. Madero, destinado a pacientes, médicos y personal administrativo.

Este programa cuenta con tres ramas: una antología para quienes están en la sala de consulta externa, un libroclub y un carrito que llevará los textos del libroclub a los pacientes internados y a sus familiares, y el tercero es la colocación de carteles en la sala de urgencias con poemas, pinturas o minificciones, con la idea de ayudar a tranquilizar a quienes llegan ahí, explicó Paloma Sáiz Tejero, coordinadora del Programa de Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal.

Se trata, dijo la funcionaria, de “llenar esos tiempos muertos para que las personas tengan la posibilidad de leer. Uno de esos lugares donde más tiempo se pasa, y además no de la mejor manera, es cuando se tiene que ir a un hospital”.

De esta forma, los que acudan a consulta externa encontrarán con un anaquel en el que habrá, en principio, 300 antologías –el mismo ejemplar, pero con diferente portada, que se publicó en el programa Para leer de boleto en el Metro y funcionará de la misma forma: se leen y se regresan al anaquel–, mientras que los médicos y el personal administrativo tendrán acceso a los 300 diferentes títulos del libroclub que abrirá dos horas en cada uno de los tres turnos; en tanto que un carrito, como de supermercado, llegará a los pacientes hospitalizados.

La idea de llevar la lectura a los hospitales fue del médico y escritor Eduardo Monteverde, quien lo comentó con el director del nosocomio de Ticomán, Rolf Mainers Huetber, a quien le encantó la iniciativa y propuso aplicarla de inmediato, indicó Paloma Sáiz, quien precisó que no existe financiamiento especial para este programa, cuyo objetivo es aplicarlo en los hospitales del gobierno de la ciudad de México e inclusive en los destinados para pacientes infantiles internados, aunque con volúmenes adecuados.

Además de este programa, se pondrán en marcha otros dos: uno con policías, que ya se aplica, aunque su inauguración oficial se realizará en agosto, y otro llamado Letras en rebeldía, destinado a los jóvenes, el cual comenzará una vez que regresen a clases.

Estos proyectos, dijo Paloma Sáiz, “son programas bondadosos. Nuestra única intención no es sólo que las personas lean, sino que vivan mejor”.

 
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