Usted está aquí: jueves 19 de julio de 2007 Política El INM y la alcaldía de Tapachula toleran abusos contra migrantes

La CNDH envía recomendación por esas omisiones

El INM y la alcaldía de Tapachula toleran abusos contra migrantes

VICTOR BALLINAS

Por el caso de más de 180 migrantes guatemaltecos, hombres, mujeres, niños y niñas que son explotados y tienen que trabajar como tragafuegos, vendedores ambulantes o recolectores de desperdicios sin protección alguna en el basurero municipal de Tapachula, Chiapas, y en los parques algunos menores son explotados sexualmente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), emitió la recomendación 95/97, dirigida a la comisionada del Instituto Nacional de Migración (INM), Cecilia Romero, y el alcalde, Angel Barrios Zea.

La CNDH sostiene que con omisiones, funcionarios del INM y de la presidencia municipal de Tapachula toleran la explotación y los abusos contra los migrantes. Algunos funcionarios les cobran una cuota por permitirles trabajar y están expuestos a todo tipo de explotación, incluida la sexual.

Del caso tuvo conocimiento la CNDH por información publicada en el periódico El Orbe, de Tapachula, los días 2 y 3 de mayo de 2006; sin embargo, sostiene la comisión, está situación se extendió hasta el 30 de abril de 2007.

Al conocerse la situación, dice el organismo, sostuvo reuniones de trabajo con las autoridades municipales y éstas se comprometieron a resolver el problema; pese a ello, se constató que los hechos denunciados continuaron por omisión y tolerancia de las autoridades.

Personas indocumentadas originarias de Guatemala, adultos, menores de edad y mujeres con hijos lactantes ingresan al basurero municipal de Tapachula, en donde recolectan papel, plástico, latas de aluminio y las venden a particulares.

Las condiciones en que realizan esa actividad son insalubres, hay olores fétidos, materiales peligrosos, desechos biológicos infecciosos, basura orgánica e inorgánica sin separación, y restos de animales putrefactos. "Ahí las mujeres con lactantes, adultos y niños, descalzos, o con zapatos deteriorados, separan con sus manos los desperdicios, y buscan alimentos y materiales reciclables".

Por jornadas de las 6 de la mañana a las 13 horas les pagan entre 30 y 50 pesos, ya que les compran a 70 centavos el kilo de plástico, a un peso el de aluminio y a tres pesos el de vidrio. En esa población trabajadora, de acuerdo con datos de Casa Alianza -proporcionados a la CNDH- se destaca que existen 23 niñas no mayores de nueve años; 20 niñas de 10 a 17 años; 26 niños de esa misma edad totalizando 93 menores. Además, 33 mujeres y 35 hombres de 18 a 39 años de edad; seis mujeres y 15 hombres de 18 a 39 años, y 15 hombres de 40 a 70 años, y dos hombres con más de 70 años.

En el caso de los menores de edad que realizan actividades de vendedores ambulantes, tragafuegos, limpiaparabrisas y prostitución en las calles de Tapachula, son originarios de Guatemala, y manifestaron que "por dejarnos trabajar, un inspector del ayuntamiento nos cobra 10 pesos, y pasa de una tres veces a la semana por su dinero".

 
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