Usted está aquí: sábado 21 de julio de 2007 Mundo Ordena juez español secuestrar revista de humor por "injurias a la corona"

El "delito", publicar una viñeta de los príncipes manteniendo relaciones sexuales

Ordena juez español secuestrar revista de humor por "injurias a la corona"

Legisladores y periodistas califican la medida de "antidemocrática" e "inquisitorial"

ARMANDO G. TEJEDA

Madrid, 20 de julio. Los príncipes de Asturias, herederos de la corona española, aparecen en la portada del más reciente número del semanario de humor El Jueves en una situación de alcoba satírica e irreverente: él, Felipe, con los ojos en órbita y la sonrisa de oreja a oreja, y su esposa, Letizia, manteniendo relaciones sexuales en la postura conocida como el perrito. Felipe reflexiona: "¿Te das cuenta? Si te quedas preñada esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!"

Hoy, a dos días de que empezó a circular en todo el país el más reciente número de la revista, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ordenó el "secuestro" de todos los ejemplares del semanario, así como la confiscación de los moldes de la publicación, a la que se abrió un proceso penal por el delito de "injurias a la corona".

La fiscalía de la Audiencia señala que en la portada del semanario aparecen "caricaturizados, pero fácilmente identificables, su alteza real, el príncipe de Asturias (don Felipe), y la princesa, doña Leticia, en actitud claramente denigrante y objetivamente infamante, pudiendo constituir un delito".

El humor de los moneros españoles se topó con la corona española, única institución pública exenta de ser objeto de críticas o de sátiras en los medios de comunicación de este país.

El ejemplar de El Jueves que fue "secuestrado" por los tribunales pretendía criticar una de las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, la que se refiere a la entrega de un cheque por dos mil 500 euros a cada familia por el nacimiento de un hijo.

Pero la sátira contra el cheque de la familia del gobierno se convirtió en "afrenta" contra los defensores de las buenas costumbres y del "prestigio" de la casa real. Así, el juez Del Olmo, a petición del ministerio fiscal de la Audiencia Nacional, ordenó como "medida cautelar urgente" que los agentes policiales de todo el país se trasladaran a los 5 mil puntos de venta del semanario para incautarse de todos los ejemplares posibles. Asimismo, ordenó el "secuestro" del "molde de la publicación", para lo cual los policías acudieron a los talleres del semanario en Madrid y Barcelona.

Del Olmo sostiene en su auto judicial que "en la publicación aparecen en su portada, caricaturizados pero fácilmente identificables, su alteza real, el príncipe Felipe, y su alteza real, la princesa de Asturias, en actitud claramente denigrante y objetivamente infamante", que podrían provocar "un grave menoscabo del prestigio de la corona". Bajo ese argumento el juez admitió iniciar el proceso legal por el supuesto delito de injurias contra los editores del semanario y contra el autor de la caricatura, que firma con el seudónimo de Guillermo.

El Jueves es un semanario de humor que tiene una existencia de 30 años, en los cuales, en sus páginas, ha parodiado y satirizado prácticamente todos los acontecimientos de este país, así como a los personajes públicos de cada época.

Esta no es la primera vez que se interviene judicialmente a la revista, ya que ocurrió algo similar con los números uno y siete, en plena transición a la democracia. Sin embargo, es la primera ocasión que se "secuestra" a un medio de comunicación por "injurias a la corona".

El Código Penal español establece penas de prisión de seis meses a dos años a quien calumnie o injurie al rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la reina consorte o al consorte de la reina, al regente o algún miembro de la regencia, o al príncipe heredero de la corona, en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión de éstas. En caso de que la injuria o la calumnia no fueran graves, la pena sería de seis a 12 meses.
Los editores de la revista, José Luis Martín y Albert Monteys, manifestaron su sorpresa por la medida "cautelar urgente", adoptada por Del Olmo, al considerar que el origen del "secuestro" de la revista está en el uso "sensacionalista" que hizo el pasado jueves un programa de telebasura sobre la portada. "La portada no pretendía injuriar a nadie, nuestra idea era burlarnos de la medida electoralista de Rodríguez Zapatero y los 2 mil 500 euros. No había otro objetivo", señalaron.

Monteys calificó de "patética" la situación, y señaló en tono de burla que da "todo su apoyo a la policía, porque con 5 mil puntos de venta en total van a tener bastante trabajo". Recordó que en el pasado no hubo reacción alguna a la publicación de una portada que también tenía al príncipe de Asturias como protagonista, en la que unos reclutas del servicio militar le quemaban los testículos como novatada.

Guillermo, autor de la viñeta, añadió por su parte que "lo mejor es que me corten la mano derecha", pues el dibujo "no está hecho con mala fe".

La medida judicial suscitó un alud de reacciones, la mayoría de indignación por su carácter "antidemocrático" e "inquisitorial". La diputada de Izquierda Unida (IU) Isaura Navarro señaló que la decisión "es excesiva y anacrónica, y revierte a otros tiempo, más teniendo en cuenta el tema al que se refiere y el modo de abordarlo".

La Federación de Sindicatos de Periodistas calificó el "secuestro" de El Jueves de medida "inquisitorial y antidemocrática, que no se producía en España desde épocas predemocráticas, y que ahora se ejercen apelando a la moral, las buenas costumbres y contra posiciones democráticas".

Lo paradójico del "secuestro" judicial del semanario es que, una vez conocida la noticia, miles de personas se agolparon en los quioscos de prensa para adquirir un ejemplar de este número "histórico" de El Jueves.

También empezó a circular en Internet la portada de la revista, de manera tal que la portada que "injuria" a la corona española se ha difundido mucho más que si no se hubiera decidido "secuestrarla".

 
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