Usted está aquí: jueves 2 de agosto de 2007 Estados La guerra sucia desalentaría aún más al electorado de BC

La entidad, primer lugar nacional en abstención: 69%

La guerra sucia desalentaría aún más al electorado de BC

ANTONIO HERAS, ALONSO URRUTIA

Tijuana, BC, 1º de agosto. No hay entidad federativa que supere a Baja California en nivel de abstencionismo. Casi 70 por ciento de los inscritos en el padrón eludieron acudir a las urnas en los comicios federales de 2003, y en las pasadas elecciones de gobernador la participación fue de sólo 36.64 por ciento.

En vísperas de los comicios para renovar la gubernatura, el Congreso local y las cinco alcaldías, las proyecciones de participación no son demasiado optimistas, a la luz de la historia reciente. Por añadidura, la intensa guerra sucia desarrollada por los candidatos en este proceso podría ahuyentar aún más a los ciudadanos.

La creciente ausencia del electorado en la entidad genera cuestionamientos severos, no tanto en relación con la legalidad de las votaciones, sino sobre la legitimidad de los gobernantes. En los comicios de 2001 Eugenio Elorduy fue electo con una participación de apenas 36 por ciento, y sólo obtuvo 260 mil votos de un padrón de 1.6 millones, equivalentes a poco más del 18 por ciento del total de posibles sufragantes.

La situación fue diferente en 1995, primera prueba electoral del Partido Acción Nacional en el gobierno, tras su triunfo en 1989. El panista Héctor Terán ganó con una participación de casi 63 por ciento. Sin embargo, el abstencionismo se ha incrementado desde entonces, hasta alcanzar 69 por ciento en las elecciones intermedias de 2003.

Gastón Luken, ex presidente del Consejo Estatal Electoral y ex consejero del Instituto Federal Electoral, consideró que esta falta de participación se debe al desinterés de los ciudadanos en las opciones políticas que se les ofrecen, y a los altos niveles de migración de la entidad, lo que resulta en una desactualización del padrón electoral de 25 por ciento.

Este es un fenómeno común en todas las entidades fronterizas con alta población flotante, que sólo obtiene credencial de elector por requerir de un documento que le acredite residencia legal en la zona. Sin embargo, según Luken, posteriormente esta gente migra, lo que eleva los niveles de desactualización del padrón.

Coincidió con esta hipótesis Víctor Alejandro Espinoza, especialista en temas electorales de El Colegio de la Frontera Norte. Destacó que, como en ninguna otra entidad del país, prácticamente todas las ciudades de Baja California son fronterizas. Tijuana, Mexicali y Tecate colindan con Estados Unidos; Rosarito y Ensenada están muy cerca de la frontera. A su juicio, este es un factor que incrementa los porcentajes de abstencionismo.

Luken consideró que los partidos y sus candidatos no han podido trascender las coincidencias generalizadas sobre lo que requiere el estado, sin convencer de sus ofertas o sobre cómo efectuarlas.

Espinoza opinó que 18 años de gobiernos panistas, prácticamente sin competencia, propiciaron una baja participación.

En este contexto, el dirigente del Partido Acción Nacional en Sonora, Enrique Reina Lizárraga, informó que 300 observadores procedentes de esa entidad viajarán este viernes a Baja California, para apoyar la vigilancia electoral el domingo.

(con información de Ulises Gutiérrez, corresponsal)

 
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