Usted está aquí: lunes 6 de agosto de 2007 Política México, el gran ausente del cambio que se gesta en AL

Entrevista a JORGE MANSILLA TORRES, EMBAJADOR DE BOLIVIA

México, el gran ausente del cambio que se gesta en AL

siempre fue un referente político y económico en la región

Fox dañó mucho la relación, pero eso ya pasó; en los meses próximos podemos iniciar un acercamiento, lo cual dependerá de la voluntad política de Felipe Calderón, dice el diplomático

MARIANA NORANDI

Ampliar la imagen El embajador aseguró que su gobierno está interesado en que las empresas mexicanas, en particular Pemex, inviertan en el sector energético de Bolivia El embajador aseguró que su gobierno está interesado en que las empresas mexicanas, en particular Pemex, inviertan en el sector energético de Bolivia Foto: María Luisa Severiano

Al cumplirse hoy 182 años de la independencia de Bolivia, el embajador de ese país, Jorge Mansilla Torres, aseguró que la nación andina "tiene mucho que celebrar", principalmente por haber recuperado sus recursos mineros e iniciado una verdadera "revolución agraria".

Expresó que en el proceso de "integración" de América Latina, México es el gran ausente, y señaló que actualmente existen condiciones para reanudar las relaciones bilaterales, luego de los desencuentros generados por el ex presidente Vicente Fox.

"No dudamos que se pueden dar las condiciones para que ambos países establezcan una buena relación, pero eso dependerá de la voluntad política del gobierno de Felipe Calderón".

-¿Cómo son las relaciones actuales entre México y Bolivia? ¿Hay posibilidades de un acercamiento entre Evo Morales y el Presidente mexicano?

-En octubre vendrá a México el canciller David Choquehuanca Céspedes, invitado por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Después de ese encuentro estaremos en condiciones de ver cuándo viene Evo. De todas formas, el presidente de mi país va a estar varios años en el gobierno y siempre habrá tiempo para una visita.

"Por ahora necesitamos estabilizar nuestra relación con México; no digo que esté erizada (dañada), pero después de la experiencia llamada Fox, después de la agresión y el desprecio del que fuimos objeto por parte de su gobierno, hay que buscar condiciones para que se dé un acercamiento entre ambos países."

-¿Cuáles pueden ser dichas condiciones?

-Las condiciones están dadas, depende de la voluntad política que tenga el gobierno de México, de lo cual no dudamos. Tuvimos una extraordinaria señal en febrero pasado, con motivo de los desbordamientos de los ríos amazónicos en Bolivia, cuando muchas poblaciones y pequeñas ciudades de la selva fueron inundadas y se generaron tragedias en departamentos importantes como Beni, Santa Cruz y Tarija.

"El presidente Calderón se comunicó con Evo Morales para preguntarle qué necesidades tenía, e inmediatamente el Presidente mexicano dispuso la ayuda más extraordinaria que pudo haber recibido Bolivia de México, tanto porque fue inmediata como por su significado: tres aviones Hércules con 47 toneladas de medicinas y plantas potabilizadoras de agua. Ese gesto allanó muchos tramos.

"Las condiciones están siempre dadas. México y Bolivia viven sus propios procesos políticos y no son democracias encontradas. La democracia boliviana se proclama socialista, comunitaria, popular e indigenista, en contra de la globalización y el neoliberalismo. Hemos creado un sistema que puede vivir sin el Fondo Monetario Internacional, sin el Banco Mundial y sin las directivas del imperialismo. Puede que estas proclamas no encajen muy bien con ciertas democracias y haya algunos escenarios adversos, pero hablando se pueden subsanar. En democracia hay que ponernos de acuerdo para cuando no estemos de acuerdo."

El factor Fox

-El distanciamiento se dio a raíz de que Vicente Fox dijo que si Bolivia no quería exportar su gas "que se lo comiera" (enero de 2006). En este sentido, ¿hay posibilidades de reanudar las relaciones comerciales?

-Gran parte de nuestra relación comercial con México la vemos, en el futuro inmediato, fundamentalmente en el gas, pero antes tenemos que disponer de una buena distribución interna.

"Desde el primero de mayo de 2006, fecha en que se nacionalizó el recurso, controlamos el flujo del hidrocarburífero y lo vendemos exitosamente a Argentina y Brasil, con precios que aún consideramos bajos, pero que son mejores que antes. Aún tenemos algunos problemas internos, pero en cuanto los solucionemos queremos entrar al gran mercado mexicano.

"Queremos atraer a los inversionistas mexicanos, particularmente a Pemex, para que inviertan en Bolivia. Nos interesa que México tenga su propia estructura industrial en nuestro país para comprarnos materia prima, procesarla, sacar sus productos e incluso venderlos a Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, tenemos también un tratado de libre comercio (firmado hace 10 años) que está congelado; pensamos que debería relanzarse, siempre que los inversionistas mexicanos tengan en cuenta las condiciones políticas, económicas y financieras de la revolución democrática boliviana. Si ellos aceptan y comprenden que nuestra posición no es contra la inversión ni contra los capitales, sino contra las políticas hegemónicas del imperio, creo que vamos a hacer buenos negocios."

-¿Cómo ve a México dentro del concierto latinoamericano?

-Lo veo aún como el gran au-sente. México siempre estuvo integrado a todos los procesos de evolución de América Latina; teníamos en México a un referente político, particularmente en los años 20, 30 y 40. Recordemos que el presidente Lázaro Cárdenas tuvo mucho que ver en la nacionalización del petróleo en Bolivia. El referente continuó en los años 60, cuando México, a diferencia de la mayoría de naciones de América Latina, tomó una actitud digna frente al imperialismo, al no romper relaciones con Cuba.

"Estamos viviendo en la actualidad un proceso de integración que se da porque los pueblos tienen memoria y vencen los límites del imperialismo. Bolivia tuvo incluso mejores momentos; por ejemplo, en los años 50, cuando fuimos cabeza revolucionaria en la región. Pero hoy, no es que se esté dando una resurrección, pero encontramos que dentro de este proceso complejo, liberador y reivindicador de América Latina, nuestro país tiene personalidad propia, que avanza, independientemente de la izquierda tradicional y de la derecha. Veo con optimismo el futuro del continente, incluido a México.

-¿Qué celebra hoy Bolivia, además, por supuesto, del aniversario 182 de su proceso de independencia?

-Que somos dueños, por primera vez, de los recursos mineros que se habían dilapidado en el proceso de privatización, tramposamente llamado capitalización; que se proclamó la revolución agraria para superar la etapa "payasa" de la reforma de 1953, y que las tierras se les devolverán a sus propietarios originales.

"También, que por primera vez en muchos años, muchos años, vamos a ver un proceso de integración del pueblo indígena con los ejércitos."

 
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