Usted está aquí: martes 7 de agosto de 2007 Opinión Ignorancia y desprecio por la vida

Editorial

Ignorancia y desprecio por la vida

El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, manifestó el domingo su rechazo rotundo a que el gobierno promueva el uso del condón y tenga la responsabilidad de proveer gratuitamente ese método anticonceptivo a la población jalisciense. El titular del Ejecutivo estatal aseguró que el reparto gratuito de preservativos equivale a "pagar la diversión de los jóvenes" e incluso añadió que atribuirle esa responsabilidad sería lo mismo que exigirle "pagar las cervezas y el motel". Al mismo tiempo, dijo que a su gobierno sólo le corresponde "repartir condones entre la comunidad homosexual", pues, según él, este sector de la población es más proclive a contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). En cambio, instó a los jaliscienses a poner en práctica algunas medidas para "evitar el sida", entre las que mencionó la abstinencia sexual y la "promoción de valores" como la fidelidad.

Estas declaraciones se inscriben en el contexto del despido del secretario técnico del Comité Estatal del Sida (Coesida), Sergio Zúñiga Quiñones, quien dejará el cargo el próximo 15 de agosto, a solicitud del secretario de Salud de la entidad, Alfonso Gutiérrez Carranza, en represalia por haber organizado la Feria del Condón y haber repartido preservativos en forma gratuita durante ese acto, celebrado en Guadalajara en julio de este año. La propuesta de Zúñiga Quiñones contemplaba la distribución gratuita de más de 17 mil condones -tanto masculinos como femeninos- durante el festival, y se preveía entregar más de 2 millones de preservativos para finales de año. Con estas medidas, se pretendía paliar el avance de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en la entidad, que hoy ocupa uno de los primeros sitios del país en cuanto a casos por contagio del VIH/sida, con 9 mil 475 personas infectadas, así como el primer sitio a escala nacional de población femenina contagiada con el virus del papiloma humano.

La postura de González Márquez respecto de la promoción del uso de preservativos es más que preocupante, pues se trata del gobernador de una de las entidades más grandes y pobladas del país, y que tiene una importante presencia de ETS entre sus habitantes. Del mismo modo, es inaceptable el silencio que han guardado las instancias del gobierno federal al respecto, en particular la Secretaría de Salud.

No deja de ser significativo que González Márquez pertenezca al Partido Acción Nacional (PAN), la fuerza política gobernante en el país, que se ha caracterizado por asumir posturas reaccionarias en lo que respecta a temas del ejercicio de la sexualidad y de la salud reproductiva. Baste con recordar el episodio de la despenalización del aborto en la ciudad de México, cuando la bancada del blanquiazul en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se opuso tajantemente, con argumentos cavernarios e infundados, a que la interrupción voluntaria del embarazo dejara de considerarse un delito en las leyes locales. La misma postura fue asumida por el secretario de Salud jalisciense, quien inclusive encabezó una marcha auspiciada por el arzobispado de Guadalajara en contra de la despenalización del aborto.

Es necesario recordar que, al margen de las posturas políticas y de las creencias religiosas de los gobernantes, la obligación del Estado es procurar la seguridad y la salud de la población. Por tanto, el gobierno de Jalisco tiene la responsabilidad de emprender campañas serias de información y educación sexual, así como de ayudar a frenar el contagio de VIH/sida y otras ETS que azotan a esa entidad. En ese sentido, la promoción del uso de preservativos es imprescindible y González Márquez miente al asegurar que esa tarea no es potestad de su gobierno.

Por si fuera poco, la declaración del jefe del Ejecutivo de Jalisco pone de manifiesto su homofobia y su ignorancia, pues insinúa que la comunidad homosexual es la principal causante de la propagación del VIH/sida, lo cual es falso: en la entidad, el grupo más vulnerable es la población heterosexual, según datos de la propia Secretaría de Salud estatal.

En suma, lo dicho por González Márquez debe causar alarma en la entidad y a escala nacional, pues es una muestra más del talante conservador del partido en el poder y no puede aceptarse que un gobierno -cualquiera que éste sea- se niegue a algo tan fundamental como la protección de la salud y la vida de los gobernados.

 
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