Usted está aquí: miércoles 8 de agosto de 2007 Mundo Al menos tres mexicanos entre los seis mineros atrapados en Utah

Aún no se determina si fue un sismo lo que provocó el derrumbe la madrugada del lunes

Al menos tres mexicanos entre los seis mineros atrapados en Utah

Tardará unos 3 días más llegar adonde están los trabajadores, dicen directivos de la compañía

DAVID BROOKS

Ampliar la imagen Cassi Gomez, esposa de uno de los trabajadores que hacen labores de rescate en la mina Crandall Canyon, en Huntington, Utah, al hablar de los avances para encontrar a los seis mineros atrapados. Cassi Gomez, esposa de uno de los trabajadores que hacen labores de rescate en la mina Crandall Canyon, en Huntington, Utah, al hablar de los avances para encontrar a los seis mineros atrapados. Foto: Ap

Ampliar la imagen Robert Murray, fundador y jefe de Murray Energy Corporation, en una rueda de prensa ayer Robert Murray, fundador y jefe de Murray Energy Corporation, en una rueda de prensa ayer Foto: Ap

Nueva York, 7 de agosto. Seis mineros, incluidos por lo menos tres mexicanos, siguen desaparecidos en una mina de carbón que colapsó en una remota zona de Utah, donde todos se están tocando el corazón.

La noticia de que por lo menos tres de los atrapados en la mina a cientos de metros de profundidad son mexicanos no cambió nada, ya que casi todos en esa remota comunidad, ubicada unos 250 kilómetros al sur de Salt Lake City, se dedican a esa peligrosa actividad donde en una crisis el problema de uno es considerado como de todos.

Hillary Gordon, la alcaldesa de Huntington, Utah, abrazó ayer a los familiares, puso sus manos sobre su corazón y después las unió para comunicar que rezaba por sus seres queridos, reportó la agencia Ap. Y es que algunos de los familiares no hablan inglés, y la alcaldesa, cuyo esposo es un ex minero, no habla español. Otros periodistas en el lugar indican hoy que en el centro donde están reunidos los familiares en su angustiante espera de noticias, los anglo parlantes intercambian señas de apoyo con los familiares mexicanos, al tocarse el corazón.

El cónsul general de México en Salt Lake City, Salvador Jiménez, informó esta mañana que por lo menos tres de los seis mineros atrapados son mexicanos. Por ahora no hay mayor información, ya que los familiares de las víctimas en esa comunidad se mantienen recluidos como suele ser la práctica en estas situaciones. El cónsul Jiménez se encuentra en la zona de la mina con familiares de las víctimas.

Los equipos de rescate -unas 200 personas- no han cesado de escarbar, a veces hasta con sus manos, para abrir los túneles y establecer accesos a la maquinaria pesada para ayudar a llegar a un punto que podría estar unos 500 metros bajo la superficie.

Esta tarde los dueños de la mina informaron que se ha ubicado el lugar en donde se sospecha que están los mineros, y se están tomando medidas diversas para llegar a ellos. Sin embargo, Robert Murray, de Murray Energy Corporation, empresa dueña de la mina, consideró que sólo llegar a tener un primer contacto con los mineros podría tardar dos o tres días más.

La prioridad ahora es el intento de perforar un hoyo de dos pulgadas de diámetro desde la superficie hasta el lugar que se sospecha están los mineros con el propósito de establecer comunicación, entregar agua y alimento, y tratar de establecer dónde y como están los mineros.

Richard Stickler, jefe de la Administración de Seguridad y Salud de Minas, agencia federal, empezó a supervisar la operación de rescate hoy e informó en conferencia de prensa que tiene a unos 30 expertos en el lugar.

La Mina Crandall Canyon está en una montaña en el bosque nacional Manti-La Sal, y se supone que los hombres están a unos 500 metros de profundidad, pero a unos 5 kilómetros de la boca de la mina. El lunes a las 2 de la madrugada se registraron ondas sísmicas de una magnitud de 3.9 en los equipos de monitoreo geológico de la Universidad de Utah. Una hora después, la empresa UtahAmerica Energy, la cual opera la mina para Murray Energy Corporation, notificó a las autoridades de un colapso.

Murray insistió en que un sismo causó el derrumbe y subrayó que su mina estaba en excelente condición, pero científicos de la Universidad de Utah inicialmente sospechan que el derrumbe fue lo que registró su equipo de monitoreo, pero comentaron que no podían descartar que primero hubo un sismo.

Así, todavía no se ha determinado si un sismo provocó el derrumbe de la mina, o si la implosión se registró como si fuera un terremoto. Stickler dijo hoy que "una vez concluido el rescate, se investigará qué sucedió", y afirmó que aún no se sabe la causa.

La mina ha recibido 325 citatorios de inspectores federales, con 116 de ellos considerados "sustanciales", desde 2004, pero expertos señalaron que eso no es nada fuera de la norma para operaciones mineras, y que es mejor que el promedio nacional.

Cuatro mineros lograron escapar del desastre, y los otros seis quedaron atrapados después del derrumbe . Hasta el momento los escombros han impedido llegar más allá de unos 500 metros de la zona donde se cree que están los mineros.

El gobernador de Utah, John Huntsman Jr., viajó por helicóptero a la zona hoy, y declaró que se requiere de "una gran dosis de esperanza" en estas situaciones.

Los familiares y amigos de los seis mineros atrapados permanecen reunidos en un centro en el pueblo de Huntington, donde latinoamericanos y anglosajones, hablando en inglés y español, comparten su esperanza y su temor de que haya ocurrido lo peor. "Creemos el uno en el otro. No sabemos de religión ni de raza (entre nosotros). No conocemos barreras", dijo Judi Bishop, cuyo primo es uno de los seis atrapados, en entrevista con el Salt Lake City Tribune.

Todos conocen a alguien en las minas o trabajan en ellas, reportan los medios locales. "Hasta que uno recibe una llamada informando que tu hijo o tu hermano o tu esposo no están entre las víctimas, no sabe. Y cuando uno recibe la llamada, aún te duele el corazón. Estás aliviada por tu situación personal, pero te condueles por todos los demás, porque ya sabes cómo se siente eso", comentó Julie Jones, concejal de Huntington, al Deseret Morning News de Salt Lake City.

Utah ha experimentado un dramático incremento de su población migrante en los últimos años, y los mexicanos son el grupo más numeroso. Según cifras oficiales calculadas por el Migration Policy Institute, en 2005 había 83 mil 272 mexicanos, 43.2 por ciento de la población migrante total en el estado. El número de trabajadores nacidos fuera de Estados Unidos en Utah se incrementó 38 por ciento entre 2000 y 2005, llegando a representar 10 por ciento de la fuerza laboral civil total del estado.

El cónsul general alterno Eusebio Romero declaró esta noche a La Jornada en entrevista telefónica desde Salt Lake City, que aún no cuentan con más información sobre los hechos ni detalles sobre las víctimas hasta el momento.

A casi 48 horas del desastre, las tareas proceden, las imágenes de las caras de rescatistas visiblemente fatigados y expresiones de intensa angustia entre la comunidad lo decían todo. Funcionarios de la agencia federal de seguridad de minas informaron que si los mineros sobrevivieron al colapso de la mina, se considera que tendrán suficiente oxígeno y agua para aguantar varios días más.

Mientras tanto, sin necesidad de palabras y traductores, todos se tocan el corazón.

 
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