Disidente de Gómez Urrutia en Cananea reitera llamado a reiniciar labores
Temen enfrentamientos en planta de Sombrerete
Al menos 20 policías municipales de Sombrerete, Zacatecas, vigilan las inmediaciones de la mina San Martín, propiedad de Industrial Minera México, para evitar enfrentamientos entre los grupos que apoyan y los que se oponen a la huelga que empezó el pasado 30 de julio.
Mientras, el dirigente de la disidencia de la sección 65 del sindicato minero, Francisco Hernández Gámez, afirmó que los intereses del gremio en Cananea, Sonora, no están en la agenda de Napoleón Gómez Urrutia, quien sólo quiere librarse de la mano de la justicia.
En Taxco, Guerrero, los miembros de la sección 17 recibieron con júbilo el amparo provisional que les otorgó el Poder Judicial, que suspende el dictamen de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que declara inexistente el paro en la mina de esa localidad.
El presidente municipal de Sombrerete, Juan Quiroz García, informó que 50 mineros, provenientes de Coahuila, Durango y del municipio zacatecano de Fresnillo, arribaron a dicha demarcación, presuntamente para apoyar a los trabajadores de la sección 201, quienes aseguran que continuarán la protesta el tiempo que sea necesario.
Agregó que el ambiente que se vive en Sombrerete es de completa calma; sin embargo, no descartan algún conato de violencia, el cual -precisó- no se podría mitigar por la falta de elementos policiacos.
Jesús Jiménez, delegado en Zacatecas y Jalisco del sindicato minero, insistió en que no ha habido diálogo entre la sección 201 e Industrial Minera México para solucionar el conflicto. "Más vale morir protestando que dentro de la mina. No es justo que nos estén explotando y que la empresa no nos brinde las condiciones de seguridad que necesitamos; por eso vamos a seguir en huelga, quiera el gobierno federal o no", concluyó.
En tanto, Roberto Hernández Mojica, secretario general de la sección 17, con sede en Taxco, Guerrero, reiteró vía telefónica: "no vamos a dar un paso atrás en nuestras demandas de incremento salarial de 8 por ciento, pago del bono de productividad y entrega de equipo y material de seguridad".
Por su parte, Hernández Gámez llamó de nuevo a los mineros de Cananea a que regresen a sus labores, pues se corre el riesgo de que se pierdan todas las conquistas laborales, como pasó con los trabajadores de Nacozari y de Agua Prieta hace un año. Precisó que la huelga iniciada el 30 de julio pasado, por lo que llamó capricho y terquedad de Gómez Urrutia, podría perjudicar a más de mil 300 mineros.