Usted está aquí: domingo 19 de agosto de 2007 Cultura Propuesta para revalorar la obra crítica de Borges

Propuesta para revalorar la obra crítica de Borges

carlos paul

Los poemas y narraciones de Jorge Luis Borges siempre han suscitado profundos debates y reflexiones. Como lector apasionado, de manera permanente escribió sobre autores y libros, cuya visión no dejo de provocar controversias en el ámbito literario.

Con base en esta última circunstancia, es que ahora el investigador argentino Sergio Pastormerlo propone una revaloración del quehacer crítico que desarrolló Borges a lo largo de su trayectoria, con el volumen Borges crítico.

Su apuesta fue “realizar una lectura interna del conjunto de los textos críticos borgeanos, considerándolos de manera cronológica y según las relaciones que establecen entre sí, como si fueran un gran libro, más que una colección de textos inconexos”.

Pastormerlo analizó “de manera minuciosa” ensayos literarios, reseñas, prólogos, conferencias editadas, ficciones críticas y textos escritos en colaboración, que Borges escribió para libros, periódicos y revistas como Sur o El Hogar.

Hoy día, apuntó el también docente de las universidades nacionales de La Plata y del Sur, “son muchas las fórmulas borgeanas que circulan como refranes, pero utilizar la crítica de Borges como un repertorio de citas aisladas puede ser una forma de olvidar la existencia de ciertos principios que articulan el conjunto de sus textos, los cuales le otorgan consistencia a su crítica”.

La idea con dicho volumen, editado por el Fondo de Cultura Económica, es “plantear como mera posibilidad que Borges fue, ante todo, un crítico”, explica el autor, “ya que existen diversos argumentos que permiten concebir ese carácter dominante en la obra de Borges”.

La crítica, siempre presente

La crítica “fue el único género presente en todas las etapas de su producción literaria: Borges no siempre fue un narrador (década de 1920), no siempre fue un poeta (décadas de 1930 y 1940), pero siempre fue un crítico”.

Otro argumento, apuntó el investigador, se refiere a su dimensión numérica, “integrada por algo más de mil textos”. Y un tercero, “podría sostener que, en el contexto de su literatura (que hablaba incesantemente sobre la literatura misma), la crítica funcionó como un género que invadía el territorio de otros géneros.

“En Borges, se ha repetido, se esfuman las fronteras. En muchos de sus escritos, se da un cruce entre la ficción y la crítica, el ensayo y la narración.”

Para Pastormerlo, “en las décadas de los 50, 60 y 70, hubo cierta resistencia para considerar a Borges como crítico, debido a que se le señalaba como un escritor polemista, discutidor circunstancial, como alguien asistemático, caprichoso, arbitrario, contradictorio; pero en realidad todo ello es una simplificación grosera, si no se piensa en su larguísima trayectoria como una continuidad”.

Por ello en el libro, “se reflexiona en al menos tres Borges, el joven de la década de los 20, luego el de las décadas de los 30 a los 50, cuando escribe sus textos más leídos y recordados, y por último un Borges que fecha su ceguera en 1955, convertido en antiperonista, distinguido con una serie de nombramientos y como escritor oficial”.

 
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