Usted está aquí: lunes 20 de agosto de 2007 Espectáculos Andanzas

Andanzas

Colombia Moya

Gente de Danza

Ampliar la imagen Barro Rojo durante una de sus presentaciones en el Teatro de la Danza Barro Rojo durante una de sus presentaciones en el Teatro de la Danza

Las diversas presentaciones en el Teatro de la Danza, Bellas Artes, la Sala Covarrubias y los espacios que dedican su vida y quehacer a esta controversial disciplina, representan sin duda alguna, una actividad notable y permiten un satisfactorio desarrollo profesional de la danza (salvo los pocos grupos que se han quedado atorados en la mediocridad del presupuesto, por falta de talento y público).

Es una actividad cuyo florecimiento no puede ignorarse y mucho menos debe frustrarse o ahogarse por falta de financiamiento. Para una megaciudad de las proporciones del Distrito Federal, urge reconsiderar presupuestos y reorganizar actividades para atender las necesidades de una inmensa población sedienta de cultura, necesitada existencialmente de un desarrollo planificado del sector: “culturizar viendo y haciendo”, esto es, dar salida y lugar a los cientos de estudiantes de artes más allá de los espacios ya tan conocidos y por lo mismo copados.

Hay mas, mucho más allá de los circuitos tradicionales de la cultura (y de las petites mafias). Habría que crear una especie de servicio social para los estudiantes de arte que los ayude a foguearse en otros espacios, ante otras caras. ¿Adónde van los cientos de egresados de los centros de estudios de la danza? ¿Qué futuro les espera? ¿Cómo aprovechar la carísima inversión de tiempo, esfuerzo, vida y presupuesto implicados?, y eso sin hablar de “las ilusiones”, la esperanza de nuestra gente joven… Cuánto tiempo soportan bailar gratis en los grupos conformados porque “no hay dinero”. ¿Dónde está el dinero? ¿En qué se gasta? ¿Acaso no cuenta la gente nueva?

Tanto desperdicio estremece. Cuando uno sabe del talento, las ganas y las posibilidades de los bailarines mexicanos da rabia ver como languidece, se frustra y desaparece más de 80 por ciento en la niebla del incógnito. Parece imposible dar un salto cualitativo. Un gran jette de verdad hasta la otra orilla; hace falta un rompimiento, la renovación, la audacia y la liberación del nefasto rollo de siempre, urge el apoyo visionario que se la juegue y apueste por la creación de estrellas, aquí, ahora, con la base necesaria, con el suficiente apoyo.

Habria que analizar, qué o quiénes detienen este movimiento desde hace ya más de 70 años en el país. Se necesita acumular, escalonada y cuidadosamente, lo bien hecho o aprendido; abrir los diques, muros y estancias casi privadas y personales del conocimiento y, naturalmente, del presupuesto. Identificar el discurso rollero y mezquino que detiene las horas. Abrir puertas y ventanas, que el aire nuevo barra intrigas, envidia y codicia.

Parece que la responsabilidad del Estado concluye cuando los estudiantes terminan sus estudios. Esto es una carnicería, un gigantesco desperdicio y una pérdida para todos, un fraude, un no saber o querer ver la realidad.

Valiosa temporada

julio y agosto de Gente de Danza, con Barro Rojo, Mandala, Dramadanza, Bernardo Benítez y tantos otros valiosos bailarines que en el Teatro de la Danza han derrochado su energía y entusiasmo por el aplauso del público, valientes y generosos.

Formada y conformada con gran calidad y profesionalismo, Delfos y su nueva coreógrafa Xitlali Piña –de indudable talento– cobijada por Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruiz, también excelentes coreógrafos y directores de esta agrupación instalada en Mazatlán, con una enorme labor que desarrollar en aquel paradisiaco puerto. Ojalá mucha más gente pudiera trabajar en provincia.

Mientras tanto, en esta febrilidad dancística, la Compañía Nacional de Danza abre una vez más sus puertas con un espectáculo infantil lleno de fantasía, color, y ricas y variadas formas, en la obra de José Luis González llamada Un cuento de ballet para niños, que se estrenó el 11 de agosto y estará en Bellas Artes los domingos 19 y 26 a las 12 y 17 horas.

valioso intento de Dariuz Blazer por abrir más expresiones y oportunidades que rebasen la programación del Cascanueces o la Bella Durmiente con otro tipo de espectáculo y dándole oportunidad a otro coreógrafo. Así, Un cuento de ballet para niños, viene con todos los riesgos implícitos de correr una aventura, apostando por nuevas brand new, obras para el enorme público infantil en esta ciudad.

Sus giras y compromisos en el extranjero, en América del Sur específicamente, son sin duda ejemplo de un valioso movimiento muy vivificante para todos los implicados y nos congratulamos de su éxito.

Mientras tanto, a partir del 21 de agosto la temporada Gente de Danza continuará hasta el día 26 de septiembre con los grupos Mouvoir, el 21; Foco al Aire Producciones, 24, 25 y 26; Ballet Moderno de México, con idéntico nombre de los grupos de Waldeen y después Amalia Hernández, el 31 de agosto, primero y 2 de septiembre, y finalmente Athos Garabatos, el 11, 12, 18, 19, 25 y 26 en el contexto del Festival Viva Vivaldi.

 
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