Usted está aquí: miércoles 22 de agosto de 2007 Mundo Temen autoridades epidemias en Pisco por los cadáveres en descomposición

Alan García anuncia un programa de reconstrucción en zonas devastadas de Perú

Temen autoridades epidemias en Pisco por los cadáveres en descomposición

afp, dpa

Pisco, 21 de agosto. El uso de mascarillas se ha hecho obligatorio para los habitantes de Pisco tras el terremoto de ocho grados Richter ocurrido el miércoles de la semana pasada, con el fin de prevenir epidemias originadas en los cuerpos en descomposición bajo los escombros, aunque no todos obedecen la norma; mientras, el presidente Alan García lanzó el programa Construyendo Perú en las zonas afectadas por el sismo.

La destrucción de 80 por ciento de la ciudad, con cadáveres aún bajo los escombros de numerosos edificios y viviendas, impuso a las autoridades sanitarias la necesidad de distribución masiva de las máscaras entre los ciudadanos de todas las edades.

El olor a cuerpos en descomposición invade algunas partes de la ciudad, en especial la zona céntrica, donde los bomberos coordinan las labores de remoción de escombros, que se hacen de manera lenta y dramática.

“Una forma simple y segura de protegerse de eventuales epidemias es colocarse las mascarillas”, explicó el médico Gustavo Donayre, que llegó desde una población colindante a Pisco.

El panorama para los pobladores se complica con la acumulación de basura en las esquinas y el colapso del sistema de alcantarillado. También debido al polvo que cubre la ciudad por el derrumbe de las viviendas de adobe, el trabajo de la maquinaria pesada y el viento que por esta época afecta a este puerto.

Por lo pronto, 20 por ciento del servicio eléctrico en Pisco fue restablecido. El viceministro de Energía, Pedro Gamio, señaló que en unos 20 días el alumbrado público podría alcanzar niveles normales y que actualmente sólo 20 por ciento de este servicio pudo restablecerse.

Sin embargo, la verdadera dimensión de los daños causados por el devastador terremoto se conocerá dentro de una semana aproximadamente, según afirmó el director de Operaciones de la Defensa Civil, Arístides Mussio.

Las cifras finales se establecerán cuando llegue información de todos los puntos, una condición urgente para optimizar el reparto de la ayuda, dijo Mussio.

Los reportes oficiales hablan de 503 muertos, más de mil heridos y por los menos 30 mil damnificados, pero se teme que las cifras, sobre todo la última, variarán.

El presidente Alan García lanzó el programa Construyendo Perú en las zonas afectadas por el terremoto y unos 4 mil jóvenes se comprometieron a reconstruir Pisco.

El programa dará trabajo a 8 mil 400 habitantes de las zonas afectadas por el sismo, informó García tras indicar “que se ha abierto un espacio de solidaridad en los corazones de los peruanos para que Pisco e Ica se recuperen de la tragedia y prosperen nuevamente”.

Por lo pronto, Chile anunció que su embajador en Perú, Cristián Barros, volverá a Lima tras terminar su periodo de consultas por la crisis diplomático-fronteriza que enfrenta actualmente a ambos países.

El regreso de Barros marca una normalización en las relaciones bilaterales, complicadas por la publicación de un mapa oficial peruano que declaró como propios 61 mil 600 kilómetros cuadrados de mar que Chile considera suyos.

La cancillería justificó el retorno del funcionario en la necesidad de que los gobiernos coordinen el envío de ayuda para las víctimas del terremoto.

 
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