Usted está aquí: lunes 27 de agosto de 2007 Política El español recobra valor en la frontera norte: experto

Sostiene que el concepto de la zona se ha transformado

El español recobra valor en la frontera norte: experto

Feminicidios, entre los problemas centrales del área, dice

Emir Olivares Alonso

La concepción de violencia e inseguridad que se tenía sobre la frontera entre México y Estados Unidos se ha modificado gracias a las expresiones artísticas y culturales –sobre todo lingüísticas, plásticas y musicales– surgidas en el área, que han servido de contrapeso para los imaginarios tradicionales que se percibían de la zona fronteriza, aseguró José Manuel Valenzuela, coordinador del departamento de estudios culturales de El Colegio de la Frontera Norte.

Valenzuela explicó que, a diferencia de la segunda mitad del siglo xix y parte del xx, cuando los migrantes latinoamericanos renegaban del español “como forma de protección y resistencia”, ahora su idioma originario representa una oportunidad para quienes migran en busca de opciones de desarrollo en Estados Unidos.

Indicó que con propuestas musicales, plásticas, de arte visual, performance e instalación los pobladores de la franja fronteriza han “recreado los nuevos imaginarios que convocan a la atención internacional para comprender las dinámicas que ocurren en esta frontera”.

Expuso que a finales del siglo xix surgieron como parte de la cultura fronteriza los llamados pochos, quienes se vieron obligados a cortar con sus raíces e incorporar palabras y actitudes “agringadas”, en una especie de “desnacionalización”, debido al racismo de los estadunidenses hacia las personas que hablaban el español.

“Con el paso del tiempo fueron transformando las palabras que ni siquiera eran inglés, pero fue una forma de sobrevivencia y resistencia para poder comunicarse, pero manteniendo el español.”

A partir del lenguaje, explicó el investigador, la cultura en la zona se fue recreando y transformando con el surgimiento en la década de 1930 de los pachuchos, quienes incorporaron un caló lúdico con palabras como: “guacha (observa), trucha (atento), simón (sí)”, para posteriormente dar paso al surgimiento de los cholos entre los años 60 y 90, quienes incrementaron el lenguaje fronterizo con expresiones como: “bato (amigo) o morro (niño)”, palabras que han trascendido hacia el interior de México y no sólo se han quedado en la franja fronteriza.

“El cambio lingüístico ha sido una marca importante desde la cual se identificó esa suerte de cambio cultural en la frontera norte”, subrayó Valenzuela. De ahí, explicó, México y otros países latinoamericanos han comenzado un crecimiento externo, pues subrayó que para mediados de este siglo la población de personas provenientes de América Latina en Estados Unidos alcanzará cerca de 100 millones de habitantes, poco menos de la población actual de México.

Sin embargo, manifestó que en la zona fronteriza entre ambas naciones existen “tres heridas abiertas” que es urgente atender: la falta de oportunidades en México que obliga a casi 400 mil personas a emigrar; los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, y la violencia generada por el narcotráfico, “pues pese al incremento de operativos la droga sigue llegando a su destino”.

Sobre el primer punto, refirió que debido a que no existen políticas que generen oportunidades de desarrollo para los mexicanos, una cantidad importante de connacionales decide emigrar a territorio estadunidense, lo que “representa un costo muy alto”, además de que implica riesgos que las autoridades mexicanas no han atendido de manera adecuada. “Desde el inicio de la operación Guardián, en 1994 a la fecha, han muerto en esa zona más de 4 mil migrantes, es un drama porque, por ejemplo, en la historia del muro de Berlín murieron 700 personas”.

En relación con los feminicidios en la urbe chihuahuense, subrayó que son producto de la “indolencia, torpeza y enorme incapacidad” de diversos sectores gubernamentales. Mientras que la violencia generada por el narcotráfico no sólo tiene que ver con el incremento de ese fenómeno, sino con el aumento de operativos policiacos y militares y los cateos domiciliarios, lo que genera “mayores límites en los espacios de libertad”.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.