Usted está aquí: viernes 31 de agosto de 2007 Opinión Medio ambiente y compromiso ciudadano

Editorial

Medio ambiente y compromiso ciudadano

El Gobierno del Distrito Federal (GDF) presentó ayer un paquete de medidas ambientales denominado Plan Verde, cuyo fin, según la autoridad capitalina, es modificar los hábitos de la población con respecto al uso de los recursos naturales y conducir a la sustentabilidad del desarrollo de la ciudad de México en un plazo de 15 años. Entre el conjunto de acciones a implantarse a partir del próximo año se prevé la sustitución de los vehículos del transporte público de la urbe por unidades menos contaminantes, la reforestación anual de 3 mil hectáreas, la restricción en los horarios de circulación del transporte de carga por las vialidades de la ciudad, así como la obligatoriedad del transporte escolar en los colegios privados y la ampliación del programa Hoy no Circula a los sábados.

Sin embargo, el conjunto de medidas propuestas por el GDF mediante el Plan Verde ha sido objeto de críticas y cuestionamientos que parecen obedecer más a criterios políticos que a consideraciones de índole ambiental. En particular, la aplicación del programa Hoy no Circula sabatino ha causado controversia e incluso desaprobación en algunos sectores de la población, y tal situación ha sido aprovechada por opositores políticos del gobierno de la ciudad. En días recientes, la dirigencia capitalina del Partido Acción Nacional (PAN) ha manifestado su rotundo rechazo a que los automóviles dejen de transitar un sábado al mes, e incluso ha calificado dicha propuesta como “una intransigencia de los perredistas en la ciudad”. Por más que se insista en que las críticas a la medida referida son únicamente con respecto a su viabilidad, es innegable el tinte partidista que hay de fondo. En ese sentido, resulta inadmisible que se pretenda politizar un tema que involucra la salud y la calidad de vida de los capitalinos.

En la ciudad de México circulan diariamente alrededor del 4 millones de automóviles y el parque vehicular crece de manera sostenida y alarmante: aproximadamente 300 mil unidades más al año. Los efectos del caos vehicular en el ambiente de la capital son alarmantes: más de la mitad de la contaminación atmosférica en el área metropolitana se debe a la elevada cantidad de desechos de combustión que despiden los automotores, y que representan una potencial fuente de enfermedades para los habitantes de la ciudad. Por tanto, es necesaria e impostergable la aplicación de medidas ambientales que contribuyan a mitigar la contaminación y sanear el ambiente en el DF. Esa tarea debe ser atendida por las autoridades sin importar su partido o su filiación política y al margen de los intereses partidistas.

Por último, cabe señalar la importancia de la participación ciudadana en materia de protección ambiental en los centros urbanos. El Plan Verde forma parte de un proyecto global a mediano plazo que, en el mejor de los casos, contribuirá en buena medida al mejoramiento gradual de la calidad del aire y a optimizar el uso de los recursos naturales de la ciudad. Sin embargo, la aplicación de programas de ese tipo parece ser insuficiente para atajar y resolver todos los problemas ambientales de las urbes, en particular los que se viven en el DF. Es imprescindible, por tanto, que a la par de las acciones gubernamentales en materia ambiental se consolide el compromiso de los habitantes de la capital para cuidar el entorno ciudadano: sólo mediante la adquisición de una cultura cívica de protección del ambiente se podrán contrarrestar los efectos nocivos de la contaminación, y mejorar, en consecuencia, la calidad de vida de los capitalinos.

 
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