Usted está aquí: viernes 31 de agosto de 2007 Opinión El águila

Luis Javier Garrido

El águila

Felipe Calderón, gobernante ilegítimo e ilegal, impuesto por la vía del fraude, aparece cada vez más al iniciarse este primero de septiembre el segundo periodo ordinario de la 60 Legislatura del Congreso de la Unión, como el principal obstáculo para que México pueda acceder a un régimen de derecho.

1. La regresión histórica que ha tenido el país a consecuencia del fraude electoral de 2006 y la imposición por la fuerza de un gobierno antinacional y antipopular de extremistas de la derecha, y además inepto, está teniendo como secuela no sólo graves estragos en la vida social, sino también un creciente descontento en fuerzas políticas y sociales que apoyaron la imposición ilegal y que ahora se siente engañadas y lamentan la situación prevaleciente por el fracaso del gobierno de facto.

2. Un caso muy claro es el de la remoción de Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE y empleadillo de Elba Esther Gordillo, evidenciado durante meses con múltiples pruebas como uno de los artífices del macrofraude electoral de 2006. Su cese es sin duda, como él mismo reclama en airada exigencia a Calderón (30 de agosto), un reconocimiento de que hubo fraude, pero su permanencia en el cargo es también paradójicamente una constatación de lo mismo.

3. La inexistencia de un orden jurídico en México se comprueba todos los días en los medios: el desempleo creciente, el derrumbe del poder adquisitivo del salario, la cancelación a los mexicanos del derecho a la salud, a la educación, a la seguridad social, o las represiones en Oaxaca, en Atenco, en Chiapas o a los mineros. ¿No es acaso una evidencia de la paranoia represiva de los panistas el asalto y robo de la policía política de Calderón a la casa de la periodista Gloria Muñoz Ramírez?

4. El gobierno de facto de Calderón ha asumido, al igual que el de Fox, siguiendo las órdenes que se le dictan, que el Estado debe reducirse a su mínima expresión y, en consecuencia, a lo largo de estos nueve meses lo que el país ha visto es un presidente de facto que no trabaja, un gobierno que pretende crear las condiciones para que sus funciones las acometa el sector privado y un derroche de recursos para tratar de legitimar, a más de un año de las elecciones, a un gobernante espurio, como es la obsesión ahora de la extrema derecha con el ritual del primero de septiembre.

5. Los cuadros de la administración pública calderonista además de utilizar el poder como un botín y enriquecerse al mismo estilo que los priístas, han estado dedicados en estos meses a cuatro objetivos centrales, tendientes a sustentar el Estado neoliberal de las décadas por venir:

a) a consolidar el control estatal por cuadros surgidos del sector privado, del poder trasnacional e incluso del clero para mejor satisfacer las exigencias de Washington, del sector privado y de la jerarquía católica;

b) a destruir las instituciones surgidas de la Revolución Mexicana (Pemex, IMSS, ISSSTE), modificando su régimen jurídico y entregando sus funciones a particulares o dando concesiones y contratos a multinacionales;

c) a subordinar en esa lógica el poder público a las agencias de Washington, y en fin

d) a utilizar los recursos materiales, económicos y logísticos del Estado con fines electorales, al igual que lo han hecho durante décadas los priístas, para reproducir ese esquema a nivel local.

6. El gobierno de facto de Calderón, a la deriva en todo, no ha cumplido en consecuencia con la supuesta tarea de gobernar y ha ignorado por completo al pueblo de México, que al no existir el Estado se halla cada vez más a merced de los poderes de facto.

7. En la historia reciente de México no ha existido otro caso similar desde la administración de Pascual Ortiz Rubio (1930-1932) de un gobierno espurio que dé muestras de tanta incompetencia como el de Felipe Calderón, apoyado por el PAN y el PRI y sus satélites.

8. Felipe Calderón no tiene, por consiguiente, nada que informar al Congreso de la Unión ni mucho menos a los mexicanos sobre lo que ha hecho en su papel de facto durante estos meses, y resulta, por lo mismo, absurda su pretensión de querer hablar en ese carácter de espurio desde la tribuna de San Lázaro, en particular cuando el único diálogo que ha ofrecido al pueblo es el de la imposición y la intransigencia, como ha acontecido en Oaxaca, donde ha reprimido a la población para sostener a su aliado Ulises Ruiz en la gubernatura y a los dirigentes sociales que estaban dialogando en Bucareli los ha encarcelado como delincuentes.

9. ¿O qué, acaso podría informar, como se lo sugieren muchas organizaciones sociales, por qué motivo él y su grupo están empeñados en cancelarle a los mexicanos derechos individuales y sociales básicos? ¿O por qué está incondicionalmente sometido a la administración de Bush? ¿Podría explicar por qué se halla empeñado, a más de un año del fraude, en legitimarse en el cargo? ¿O por qué está utilizando los medios para una propaganda fascistoide que a todas luces busca permitir al PAN prevalecer en 2009 y 2012?

10. El debate que han iniciado los panistas sobre el águila juarista iluminada que el gobierno capitalino colocó en la Plaza de la Constitución para las fiestas patrias no hace más que recordar, una vez más, que el pueblo de México no puede seguir estando así y que en otros momentos de su historia ha sabido encontrar el camino de la resistencia y de la victoria.

 
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