Usted está aquí: viernes 31 de agosto de 2007 Política Ugalde desafía a PRI y PRD; consejeros le solicitan mesura

¿Y creen que me importa lo que ellos piensen?, expresa en privado a funcionarios electorales

Ugalde desafía a PRI y PRD; consejeros le solicitan mesura

El presidente del IFE lanza una cruzada radiofónica plagada de reproches a Calderón, Congreso y partidos

Alonso Urrutia

Ampliar la imagen El presidente del Instituto Federal Electoral, en el ojo del huracán El presidente del Instituto Federal Electoral, en el ojo del huracán Foto: José Antonio López

¿Y creen que me importa lo que piensen el PRI y el PRD?, lanzó el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde. Fue la respuesta que les dio, en privado, a los consejeros que le pedían mesura y sensatez frente a la tormenta. Nada detiene su embestida mediática, ni la inquietud o críticas entre sus colegas por el desafío, extemporáneo, a los poderes federales, lo que ha terminado por detonar los precarios equilibrios internos.

Convencido de que esa es la única forma de defender con dignidad al instituto, de mantener la plaza, Ugalde se lanzó ayer en una nueva cruzada radiofónica para continuar con sus reproches a los partidos, al Congreso, al presidente Felipe Calderón…

“Se van a llevar entre las patas la independencia y la dignidad del IFE”, resumió en una de tantas entrevistas concedidas. En otra subrayó que, “al día de hoy, lo único que se sabe es que la reforma electoral es sinónimo de destituir a los consejeros y me parece que eso es una regresión histórica”. La afirmación se hizo horas antes de que se presentara la iniciativa en el Palacio de Minería.

Preocupación en el instituto

Las descalificaciones que hicieran los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) a sus desafiantes declaraciones no hicieron mella en Ugalde, aunque sí entre los consejeros que no están de acuerdo con la postura que ha puesto en riesgo la interlocución con los partidos. La incertidumbre generada por la remoción de los consejeros ha terminado por acentuar las divisiones en el IFE, dando paso a estrategias paralelas de algunos en aras de la sobrevivencia.

Ugalde mismo ha lamentado que mientras defiende la autonomía haya consejeros que se muevan por preservar sus cargos. En un sector del instituto se cuestiona que las declaraciones de su titular son tomadas como postura formal del IFE, lo cual dista mucho de la realidad, y que en consecuencia las descalificaciones son para el organismo en su conjunto.

Con la mitad de esos desplantes de energía que hubiera tenido durante el proceso electoral, y que ahora tiene, no se estaría en el crítico escenario actual para el instituto, confió un consejero. En el IFE se sabe que apenas hace unos días Ugalde se convenció de que su salida era inevitable y ha reaccionado en consecuencia.

Si bien las recriminaciones son generalizadas parece claro que se dirigen centralmente al Partido Acción Nacional (PAN) y al propio presidente Felipe Calderón, lo que evidencia un cambio drástico. Lejos están aquellos tiempos en que Luis Carlos Ugalde no se contuvo en ser el primero en oficializar el triunfo del michoacano, aunque ello fuera contra las disposiciones legales que reservaban el trámite para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En las negociaciones sobre la reforma electoral, la salida de Ugalde se ha convertido en una obsesión para el senador priísta y presidente de la Comisión Ejecutiva para la Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado (CENCA), Manlio Fabio Beltrones. La ineludible asociación con Elba Es-ther Gordillo es, en gran medida, la razón.

En esa lógica, aunque el PRD mantiene su puja por la remoción total de los consejeros electorales, con la certeza de que Ugalde saldrá por delante con el aval del PRI, reorienta sus prioridades en el escenario de una renovación parcial.

Por ello tiene al consejero Arturo Sánchez, presidente de la Comisión de Organización, como objetivo central para salir, ubicándolo claramente como la cabeza del grupo de consejeros que mantuvieron decisiones consistentemente proclives al PAN: Alejandra Latapí, Teresa González Luna y Andrés Albo.

En el IFE existe convencimiento de que hay otro factor que gravita en el ánimo de los partidos políticos para negociar la salida de funcionarios, especialmente en el Revolucionario Institucional: la fiscalización de los gastos. Los reportes priístas lo colocan al borde de recibir una sanción millonaria si se confirman los indicios que se tienen en los procedimientos oficiosos.

El PRI está a 3 millones de pesos de romper el tope de campaña presidencial, lo cual podría ocurrir si parte de los 70 millones que el IFE presume fueron reportados como gastos ordinarios, tratándose de gastos de campaña, se llegara a cumplir. La proclividad del tricolor por negociar la renuncia de los consejeros obedecería, en parte, a este contexto.

Independientemente de la fórmula que se utilice en la remoción de los consejeros, si es parcial, difícilmente permitirá recomponer las divisiones entre los mismos, catalizadas por el ánimo que prevalece en estos días ante la incertidumbre sobre los alcances de la decisión de los partidos políticos.

La eventualidad de que fuera una salida parcial ha complicado los ánimos y los recelos entre quienes podrían quedarse y los que tendrían que irse. Los términos en que fue presentada la propuesta de reformas constitucionales solamente prolongó la incertidumbre en el IFE, en vísperas de aprobar nuevas multas a los partidos por sus malos manejos financieros, con la reserva de las conductas violatorias más graves para meses posteriores en aras, se dijo, de mayores investigaciones que corroboren las sospechas.

 
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