Usted está aquí: domingo 2 de septiembre de 2007 Estados Choque entre poderes estatal y federal, vaticinan expertos

Alianzas sin precedentes y campañas de dádivas, la marca

Choque entre poderes estatal y federal, vaticinan expertos

El magisterio, con 50 candidatos, punto clave en la jornada

Fabiola Martínez y Andrés T. Morales (Enviada y corresponsal)

Jalapa, Ver., 1 de septiembre. La jornada electoral de este domingo será “una doble elección de Estado”, es decir, un choque entre los poderes federal y estatal, con base en el uso de recursos públicos.

Además del proselitismo fundado en la cultura de la dádiva, la elección para renovar las 212 alcaldías y los 50 lugares del Congreso local está marcada también por alianzas sin precedente, el “síndrome del saltimbanqui” de la clase política regional, advirtieron investigadores de la Universidad Veracruzana (UV).

En principio, el gobernador priísta Fidel Herrera Beltrán logró una coalición –en la mayoría de los ayuntamientos– con su amiga Elba Esther Gordillo, con el argumento de que el magisterio de esta entidad sigue con el PRI, aun cuando sus dirigentes hayan salido del tricolor para formar el Partido Nueva Alianza (Panal).

El Panal se alió con el PRI –cabeza de la coalición Fidelidad por Veracruz– en 200 de los 212 municipios, pero en Boca del Río la unión no prosperó, pues ahí el candidato del PAN es Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del director general del ISSSTE, parte fundamental del búnker de Gordillo, pero sobre todo acérrimo enemigo del gobernador Herrera.

Además de ser el pujante municipio conurbado del puerto de Veracruz, parte fundamental de la llamada franja azul (dominio del PAN), y ocupar el cuarto lugar en la entidad en el monto de su presupuesto, Boca del Río tiene un simbolismo político en el pleito entre el mandatario estatal y el ahora funcionario del gobierno calderonista. Para ambos grupos el resultado es de primera importancia.

Boca del Río es además una muestra de la rara mezcolanza y divisiones entre los partidos: contra Yunes Márquez contiende el ex panista Adrián Ávila, alcalde de ese ayuntamiento de 2000 a 2004. El mismo que quiso ser dirigente estatal del albiazul pero fue expulsado tras diferencias internas y con el equipo nacional de Manuel Espino.

Luego, en la pasada elección federal contendió para una diputación por la alianza encabezada por el PRD y, aunque perdió, conserva el apoyo del partido Convergencia, bastión de su plataforma actual denominada Movimiento Ciudadano.

Pero el revoltijo no termina ahí, pues si bien para esta disputa Fidel Herrera tomó la protesta de Adrián Ávila como candidato, sus operadores son los ex panistas que ahora se dicen “base ciudadana”.

La pregunta para esta jornada dominical sería: ¿por quién votará Fidel? –con residencia en Boca del Río–, si Fidelidad por Veracruz y sus amigos del Panal no registraron candidato? ¿Los del Panal en ese ayuntamiento votarán por quien diga “la profesora” o por quien diga el gobernador? “La línea es muy delgada y nuestra posición no es cómoda”, señalan fuentes consultadas de ambas fuerzas políticas.

José González, doctor en sociología, quien labora en el Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales de la UV, concluye que para este 2 de septiembre el “factor pernicioso” de la dádiva será fundamental para entender los resultados de la jornada electoral, pero en particular el juego de alianzas con los integrantes de los cacicazgos nacionales y regionales.

“Aquí está el poder contra el poder (federal y estatal); basta revisar las actividades del director del ISSSTE y sus múltiples visitas a Veracruz, en su calidad de funcionario, así como otras dinámicas locales, de prácticas clientelares, caciquiles, como el dominio de los medios, que colocan a los comicios como muestra de que en esta entidad no ha cambiado la cultura política”, dijo.

Del otro lado está el control de Gordillo, con las riendas de la cúpula del gremio magisterial, gane quien gane en las urnas.

Por ejemplo, en Misantla, el candidato del Panal es Gustavo Moreno Ramos, muy cercano a Gordillo: ex líder de la sección 32 del SNTE, ex delegado del ISSSTE y candidato al senado en 2006 por el Panal; por el PRI, el candidato es Alvaro Mota, también maestro, y por el PAN, el aspirante es, de igual forma, de aquel gremio, controlado por la profesora chiapaneca.

Otra singularidad ocurre en Huatusco, donde Zaira Ochoa, hija del secretario general del SNTE, Rafael Ochoa, es candidata a la alcaldía por Fidelidad por Veracruz; en esa región –según denuncia el panismo– se han multiplicado los apoyos económicos hacia los maestros.

El magisterio, entonces, con medio centenar de candidatos, será punto clave en esta jornada: Hugo Vázquez, líder de la sección 56, es el número dos en la lista de plurinominales de la coalición encabezada por el PRI, mientras Fernando González es candidato a una diputación en Martínez de la Torre.

 
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