Usted está aquí: miércoles 5 de septiembre de 2007 Economía No hay motivo para temer que la apertura en 2008 afecte al agro

El impacto sobre el maíz no tendrá que ver con la liberalización, dice Rocío Ruiz

No hay motivo para temer que la apertura en 2008 afecte al agro

La postura mexicana “no debe ser la adopción de medidas proteccionistas”, afirma subsecretaria

El compromiso del gobierno es apoyar a productores para que defiendan su mercado, asegura

Miriam Posada García

Ampliar la imagen Un técnico opera una segadora robotizada en un campo de lechuga del Valle Imperial, California. Estas máquinas tienen varias capacidades para recoger cultivos, desde quitar el corazón de las lechugas hasta cosechar uvas, de manera que hacen el trabajo de varios hombres. Este es el tipo de agricultura tecnificada con la que deben competir los productores mexicanos Un técnico opera una segadora robotizada en un campo de lechuga del Valle Imperial, California. Estas máquinas tienen varias capacidades para recoger cultivos, desde quitar el corazón de las lechugas hasta cosechar uvas, de manera que hacen el trabajo de varios hombres. Este es el tipo de agricultura tecnificada con la que deben competir los productores mexicanos Foto: Ap

La subsecretaria de Industria y Comercio, Rocío Ruiz Chávez aseguró que a tres meses de que se desgrave maíz, frijol, azúcar y leche en polvo “no existen motivos para esperar que la apertura afecte a los productores nacionales”. Precisó que el impacto que se produzca en el mercado mexicano de maíz no tendrá que ver con la liberalización, sino con las actuales condiciones productivas y de comercialización que encarecen las cosechas. Por ello aseguró que el gobierno federal apoyará a los productores de éste y los otros tres productos sensibles, para que defiendan su mercado y aprovechen las oportunidades con estrategias como el fortalecimiento de la organización productiva.

La funcionaria de la Secretaria de Economía señaló que la posición de México frente a la apertura comercial que comenzará en 2008 “no debe ser la adopción de medidas proteccionistas, sino el diseño e instrumentación de una adecuada política de apoyo a la producción doméstica, que permita a los productores mexicanos ser competitivos a nivel internacional”.

Al hacer un balance del trabajo que la actual administración ha hecho rumbo a la última etapa de la liberalización comercial pactada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Ruiz Chávez señaló que el compromiso de este gobierno “es dar certidumbre a los productores de maíz, frijol, caña de azúcar y leche en polvo”, por lo que durante este periodo de transición se les darán apoyos para que puedan “defender exitosamente su mercado y aprovechar las oportunidades que se presenten con la apertura”.

Indicó que cada uno de los productos que quedarán libres de arancel a partir del primer día de enero de 2008 tiene características particulares, y en consecuencia un contexto distinto ante la apertura, aunque en términos generales consideró posible señalar que “no existen motivos para esperar que se afecte a los productores nacionales”.

En el caso del maíz señaló que cualquier análisis debe considerar que la producción mexicana se concentra en el blanco y no en el amarillo, que produce y exporta Estados Unidos. Opinó que el impacto en este segmento no se derivará de la liberalización comercial, sino de las condiciones productivas y de comercialización que encarecen las cosechas, entre las que destacan la concentración de la compra de las cosechas en pocas empresas y el rezago logístico en su movilización.

Rocío Ruíz afirmó que “no existe evidencia de que a partir de enero México se vea inundado por maíz amarillo estadunidense; al contrario, las enormes inversiones que ese país está haciendo para producir etanol abren la posibilidad de que eventualmente México enfrente un escenario de escasez de ese grano”.

Señaló que el Programa Protortilla de modernización de la cadena maíz-tortilla es parte del trabajo que la Secretaría de Economía está haciendo rumbo a la apertura. Sin embargo, estimó que es necesario avanzar en otras medidas en marcha, como la planeación y ordenamiento de la producción con base en el potencial productivo del mercado, la integración de cadenas productivas rentables, el desarrollo de capacidades organizativas, técnicas y gerenciales de los productores, la modernización del campo y el impulso al valor agregado, así como el aprovechamiento eficiente del mercado de los subproductos.

La subsecretaria señaló que entre las líneas estratégicas para la apertura de los cuatro productos, el gobierno federal trabaja en fortalecer la planeación, organización, coordinación, concertación y corresponsabilidad entre las instituciones y agentes involucrados en las cadenas agroalimentarias; en elevar la productividad de manera sustentable mediante el apoyo para lograr una oferta competitiva de insumos y servicios, así como en dar certidumbre a las actividades productivas.

 
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