Usted está aquí: viernes 7 de septiembre de 2007 Opinión Ruta Sonora

Ruta Sonora

Patricia Peñaloza
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LAMC, Los Tres, Jessie Evans

El concepto de la Conferencia de Música Alternativa Latinoamericana nació hace ocho años en Nueva York, impulsada por el promotor Thomas Cookman. También con sede en Los Ángeles, este hecho ha colaborado sobremanera en difundir en Estados Unidos el rock de habla hispana, así como en asesorar a promotores y músicos latinoamericanos.

La también conocida como LAMC (por sus siglas en inglés), además de presentar actos musicales en vivo, ofrece mesas de discusión encabezadas por expertos de la industria del espectáculo, principalmente por aquellos que promueven rock y sus géneros afines.

Así, la LAMC llega hoy por primera vez a México con todo un día de conferencias, cuyo boleto incluye la participación en ellas, así como el acceso al concierto de cierre, encabezado esta noche por Los Tres, de Chile, y San Pascualito Rey, de México. La conferencia va dirigida al público en general, pero podría resultar más útil a las bandas de rock emergentes, así como para los promotores que vean conveniente ser orientados en cuanto a una conducción profesional.

Los temas de las mesas serán: “¿Necesito una disquera?”, “Internet, una fuerza real de promoción” y “¿Una gira completa o fecha por fecha?” Los panelistas provienen de algunas de las disqueras trasnacionales en México (EMI, Warner) y de algunas “independientes” (Noiselab, Astro), así como de los portales de Internet locales más conocidos en cuanto a difusión de rock (Myspace México, Grita, Rock.com); también habrá titulares de la emisora Reactor, de la empresa de espectáculos más conocida (Ocesa), y de las principales oficinas de management (Kaimán, Entertainmex).

El acto irá de las 11 a las 21 horas. El concierto comenzará a las 21:30 horas. Para quienes asistan a todo el día de actividades, incluyendo el concierto, el costo será de 600 pesos (50 por ciento de descuento a estudiantes y a quienes integren una banda independiente de rock). Para quienes quieran ir sólo al concierto, el costo es de $220. La sede es el Vive Cuervo Salón (Moliére y Andrómaco, Polanco).

Quien escribe podría felicitar este esfuerzo, que quizá oriente un poco a los neófitos absolutos en el medio. Sin embargo, observo que algunos (subrayo: no todos) de quienes encabezan las mesas, aunque gozan de respeto dentro de la escena del rock en México, son las personas que controlan y dictan, de manera industrial, quién sí y quién no cuenta en los escenarios o en los medios de difusión; digamos que son quienes imponen las directrices desde “mero arriba”. Y no es que se trate de personajes de poca confianza, sino que el espíritu original de este evento, de promover actos “alternativos” o “independientes”, no se ve reflejado del todo. Y aunque la mayoría de los panelistas son buenos en lo que hacen, será un poco irónico verlos “impartir”, no cómo seguir un camino propio, sino cómo adherirse a los círculos que ellos mismos han creado (a los que si como banda no se accede, es difícil figurar), cuyas reglas, a veces excluyentes, son impuestas por ellos mismos. Suena intoxicante.

Y no es que tilde a este esfuerzo de inútil, sino que huele a demasiado institucional. Huele a un acto que no busca sacar a la luz tendencias realmente autogestivas o invisibles a los grandes empresarios, sino seguir apuntalando una red local a veces “amiguista”, a veces llena de intereses de grupo, basada en el monolito decadente que representan las “grandes” disqueras, siendo que la Internet y el uso ciudadano de la misma, así como el “boca en boca”, es lo que de verdad está dictando el rumbo de las bandas (suena gracioso que esos temas de aparente disuasión ante la industria, como “¿necesito una disquera?” o “la Internet como fuerza de difusión”, vayan a ser impartidas por gente misma de las disqueras o de los corporativos del entretenimiento).

Quizá haber combinado las mesas con personajes provenientes de otras experiencias internacionales (¿qué no es “Latinoamericana”?), o menos “institucionales”, habría ayudado a hacer de éste un evento más libre, verdadero, plural e incluyente.

Power-pop, Teixeiro, Niña, punkkk

Viernes 7: 1. Power Pop con A Letter For, Allen, Fatima, Dogma. Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 18:30 horas, $60. 2. Los regios de Niña y su pop agraciado presentan su disco Punkrobot. Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $100. 3. Kinky hará rebotar el Babel Bar (centro comercial Mundo E). 22 horas, $300. 4. La voz experimental de Juan Pablo Villa, la trova inteligente de León Chávez Teixeiro, entre otros. Foro Ollin Khan (Centro de Tlalpan). 20 horas, entrada libre.

Sábado 8: 1. Fuera de lo común y de fuerte personalidad, la californiana Jessie Evans (ex líder del post-punk electrónico de The Vanishing y Autonervous), llega al DF como solista, acompañada por el percusionista Toby Dammit (ha tocado con Iggy Pop). Usualmente, Evans canta, toca el saxofón y el bajo, pero ahora, con gran influencia del cabaret alemán (radica en Berlín), ofrece un espectáculo en el que, dice, “sólo son necesarias voz y percusiones”. Centro Cultural de España (Guatemala 18, tras Catedral). 22 horas, entrada libre. 2. Punkkk con: Los Puercos, Carroñeros, Final Destruction, Asquerosos, D’Mentes, entre otros. San Jerónimo s/n (tras el Claustro de Sor Juana, Centro). 19 horas.

Domingo 9: Los Tres, de vuelta en Babel Bar (Centro Comercial Mundo E, Naucalpan), 17 horas, 200 pesos, Barra Libre.

 
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