Usted está aquí: sábado 8 de septiembre de 2007 Cultura Kati Horna captó “el elemento humano que todo lo redime”

Abrirán exposición de la fotógrafa en la Casa del Poeta

Kati Horna captó “el elemento humano que todo lo redime”

Merry MacMasters

Ampliar la imagen Vicien, 1937, reproducción digital de una de las 22 obras de Kati Horna, incluidas en la muestra que mañana se inaugura en Alvaro Obregón 73, colonia Roma Vicien, 1937, reproducción digital de una de las 22 obras de Kati Horna, incluidas en la muestra que mañana se inaugura en Alvaro Obregón 73, colonia Roma Foto: Cortesía de Norah Horna

La exposición Kati Horna: una experiencia de vida, integrada por 22 fotografías en blanco y negro, impresas digitalmente, relativas a la Guerra Civil Española, facilitadas por su hija Norah Horna y sus nietos, será inaugurada mañana a las 12:30 horas en la galería El Estudio de la Casa del Poeta, en el contexto del festival bienal Fotoseptiembre.

La muestra en El Estudio (Alvaro Obregón 73, colonia Roma) empieza con un par de obras surrealistas tomadas en España. Luego sigue con las escenas de la Guerra Civil, aunque, más que hechos bélicos, se centran en su lado humano, expresa Rita Alazraki, directora de la galería, con Eva Marcovich. De allí que el título apunta hacia “un testimonio de vida, de camaradería, de contacto humano, de intimidad humana”.

Para Alazraki todas las tomas son “heroicas”, inclusive hay escenas que recuerdan pinturas de Delacroix. Es su combinación siempre entre la arquitectura, las personas y la naturaleza, que le da esta composición tan especial a sus obras, agrega.

La mirada de Horna “capta ese elemento humano que redime todo a pesar de lo trágico”, apunta Alazraki.

Nacida en Hungría, en 1912, Kati Horna aprendió fotografía en el taller de József Pécsi. En 1932 se trasladó a París, donde completó su formación y realizó varios reportajes para la francesa Agence Photo. Aparte de fotografiar la realidad, también hizo trabajos próximos al surrealismo. Durante la Guerra Civil Española, con el encargo de reunir un álbum para la propaganda exterior del gobierno republicano, Kati se trasladó a Barcelona, en 1937. Mediante la revista Umbral conoció a su futuro esposo, el pintor andaluz José Horna, con quien llegó exiliado a México en 1939, donde vivió hasta su muerte en 2000.

En el libro Kati Horna: recuento de una obra, Emma Cecilia García Krinsky señala como un capítulo relevante en la producción de la fotógrafa, el trabajo realizado entre 1937 y 1938, cuando registró los sucesos en Aragón, Valencia, Madrid, Barcelona, Lérida y los pueblos que unían los puntos estratégicos de la España republicana. Pero, como estas imágenes no entraron en los circuitos de propaganda internacional, “son prácticamente desconocidas”.

 
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