El presidente venezolano evalúa con Luis Carlos Restrepo una misiva de Tirofijo

Por primera vez se reúne Chávez con el comisionado colombiano para la paz

Anuncia la Cruz Roja que recuperó 11 cadáveres, quizá de los diputados secuestrados

Reuters, Afp y Dpa

Caracas, 8 de septiembre. Por primera vez desde que asumió la función de facilitador de la paz en Colombia, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se reunió con el comisionado del gobierno de Álvaro Uribe para las negociaciones con las guerrillas, Luis Carlos Restrepo.

Según un comunicado del Ministerio de Comunicación de Venezuela, en el encuentro Hugo Chávez mostró a Restrepo una carta que recibió del líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC) Manuel Marulanda, Tirofijo.

El texto informa que el embajador venezolano en Colombia, Pável Rondón, participó en una de los reuniones entre el delegado del gobierno colombiano y los enviados de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El ELN ha sostenido varios encuentros con el gobierno colombiano en los pasados 18 meses, aunque éstos han quedado atorados en la discusión sobre cómo se llevará a cabo el cese el fuego, necesario para iniciar las negociaciones, y cómo se verificará que se detuvieron las hostilidades.

La organización guerrillera, de hecho, emitió el primero de septiembre un comunicado, en el cual reiteraba su voluntad negociadora, pero decía haber encontrado “obstáculos en el gobierno” para seguir adelante.

En el mismo documento, el ELN aseveró que valora “el apoyo que brinda el gobierno bolivariano de Venezuela a los procesos de paz en Colombia”, y anunció que su representante había sido “convocado a consultas” para analizar la situación antes de reanudar formalmente las conversaciones con el gobierno.

Según el boletín, por otra parte, el presidente Hugo Chávez manifestó que si debe “llegar hasta las mismas pailas del infierno” para conseguir la paz “lo hará”, y que si participa como facilitador de las conversaciones entre el gobierno y el ELN, por un lado, y con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por otro, es “gracias a la petición” de la senadora Piedad Córdoba, a quien el gobierno colombiano también autorizó fungir como facilitadora.

A finales de agosto, Chávez se reunió con el mandatario Álvaro Uribe en la hacienda Hato Grande, en Colombia, para hablar sobre el diálogo con los grupos guerrilleros, en particular respecto del posible canje de 45 personas secuestradas por las FARC, entre ellos tres estadunidenses y la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, por medio millar de milicianos detenidos por las fuerzas gubernamentales.

Esta y otras gestiones del venezolano han sido bien recibidas por las FARC. El 3 de septiembre, el líder guerrillero Raúl Reyes dijo a La Jornada que “se necesita” un encuentro entre Manuel Marulanda, Tirofijo, uno de los principales líderes de la organización armada, y el presidente Chávez para que el canje se lleve a cabo. Además, en un comunicado dado a conocer este viernes, Iván Márquez, miembro del secretariado de las FARC, elogió al mandatario venezolano. Dijo que es “el más rutilante oficial de los soldados de Bolívar, que regresa el sueño colectivo de independencia”. Según Chávez, en la casa de gobierno de Venezuela se recibió una carta de Tirofijo, que examinó junto con el comisionado Restrepo.

Estas gestiones también han beneficiado la imagen del presidente Uribe. Según una encuesta de Gallup-Invamer difundida hoy, su popularidad subió cinco puntos en los pasados dos meses, gracias, en buena medida, a la visita de Chávez y sus gestiones.

Sin embargo, un acercamiento entre Uribe y las FARC parece difícil, al menos si se consideran los calificativos que utilizan para describirse. Esta día, por ejemplo, en una visita al departamento de Quindío, el mandatario calificó a los guerrilleros de “bufones, mentirosos, terroristas, sanguinarios y narcotraficantes”.

Las FARC, por su parte, en una carta abierta “a los representantes de los gobiernos del mundo”, publicada el jueves en su sitio de Internet y firmada por Raúl Reyes, acusaron a Uribe de encabezar “una cúpula guerrerista” que se opone a la paz y de haber llegado “al extremo de legalizar a los paramilitares con tal de conservar el poder y los beneficios económicos que éste le reporta”.

De acuerdo con el sondeo de Gallup-Invamer, por lo pronto la actual situación parece haber dado más entusiasmo a los colombianos. Aunque la opinión pública está dividida en partes iguales en torno del intercambio de secuestrados por prisioneros, el optimismo se amplió: 45 por ciento de la población, cinco por ciento más que hace dos meses.

Hoy, además, se produjo una noticia para apuntalar ese entusiasmo. El Comité Internacional de la Cruz Roja informó que “tiene los restos mortales de 11 personas”, que podrían ser los diputados secuestrados por las FARC. Estos fallecieron cuando estaban en poder de la guerrilla, la cual trasladó los cadáveres a Cali, donde un equipo de médicos forenses de España, Francia y Suiza realizará pruebas genéticas para comprobar la identidad y causa de la muerte.

Mientras las FARC aseguran que los legisladores murieron en fuego cruzado, el gobierno estimó que en realidad fueron ejecutados.