Usted está aquí: lunes 10 de septiembre de 2007 Deportes Joselito Adame se doctoró en Arles cortando 3 orejas

TOROS

Joselito Adame se doctoró en Arles cortando 3 orejas

Lumbrera Chico

Joselito Adame, el niño prodigio que no ha hecho otra cosa que triunfar en todas las plazas de México, España, Francia, Portugal y Sudamérica desde que debutó en Mixcoac en abril de 2002 a los trece años, recibió la alternativa el pasado viernes de manos de Julián López El Juli, teniendo como testigo a Jean Baptista, y salió a hombros luego de cortar tres orejas.

Ese mismo día, pero en el Distrito Federal, un diario publicaba declaraciones del empresario Víctor Curro Leal, en las que a pregunta expresa de un reportero aseguró que para la temporada grande de la Monumental de Insurgentes “no tenemos pensado contratar a Joselito Adame porque no es un triunfador”.

Leal olvida que está hablando del único becerrista que, desde los tiempos del viejo Armillita, se ha encerrado no una sino varias veces con seis ejemplares en plazas atiborradas de gente ansiosa de verlo. Y es también el único diestro mexicano, desde la época de Arruza, que ha cortado más de 200 orejas en España desde que emigró hace tres años a ese país. Por eso, como decía un aficionado ayer en el embudo de Mixcoac, “si Curro Leal organizara torneos de golf no contrataría a Lorena Ochoa”.

Joselito Adame hizo el paseíllo el viernes, en la plaza de Arles, ante un público que abarrotaba los tendidos no sólo porque es ya un ídolo local sino porque era imán para la feria de la ciudad donde Van Gogh pintó y murió y ahora vive y escribe Myriam Anderson. Las crónicas dicen que se abrió de capa ante un pavo de 552 kilos al que templó por verónicas, se lo ciñó en gaoneras, lo banderilleó de poder a poder, le corrió la mano en naturales portentosos y mató en todo lo alto para dar la vuelta al ruedo devolviendo prendas y paseando las dos orejas de la bestia.

A su segundo enemigo sólo le tumbó un apéndice y como era el último del encierro los aficionados saltaron a la arena y se lo llevaron en hombros. Ante la insolencia de Leal, para quien este fenónemo de la tauromaquia no es digno de regresar a la plaza donde muchos, desde 2002, vaticinamos que se convertiría en primerísima figura, el premiado periodista taurino José Mata opinaba ayer, con todo acierto, que no hace falta modificar el reglamento para que puedan actuar más toreros españoles aquí, sino para “que vengan empresarios españoles que sean capaces de hacer figuras a los nuevos valores mexicanos y de rescatar la fiesta como lo hicieron allá”, afirmó convencido.

Y tenía plena razón porque la México no puede seguir en manos de gente que gana a costa de mantenerla vacía para que la tiren y conviertan en centro comercial, como es el plan de Curro Leal, que ayer repitió al único novillero que no gustó la semana pasada, Jorge Sotelo, y corrió un espléndio encierro de Jesús Cabrera para que lo desperdiciaran aprendices como Luis Manuel Perez El Canelo y el voluntarioso Jorge Zamora El Espartano que salió a morirse y se llevó una oreja y una cornada. El domingo entrante quizá no habrá función porque Leal no quiere pagar doble sueldo ya que es día festivo.

 
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