Usted está aquí: miércoles 12 de septiembre de 2007 Opinión Bajo la lupa

Bajo la lupa

Alfredo Jalife-Rahme

El dólar, a merced de China: hacia el nuevo orden geofinanciero mundial

Ampliar la imagen El presidente de China, Hu Jintao, durante su discurso ante los integrantes de la APEC, el pasado 6 de septiembre  Ap El presidente de China, Hu Jintao, durante su discurso ante los integrantes de la APEC, el pasado 6 de septiembre Foto: Ap

El estallido de la “megaburbuja Greenspan”, desinflamiento físico crónico que durará algunos años, no quedará confinado al G-7 ni a los países altamente vulnerables de la Unión Europea (su región oriental y la “burbuja inmobiliaria aznarista”), sino que tendrá un efecto dominó que se expandirá en forma gradual a otros continentes conforme se vayan develando los secretos ocultos de sus pérdidas en su contabilidad invisible.

Hasta The Intelligence Unit, del Economist (de corte propagandístico neoliberal, además de que se equivoca muy seguido cuando se trata del petróleo), acepta en sus escenarios muy livianos que Latinoamérica (léase México, el más vulnerable de los grandes) saldrá como la más perjudicada en el mundo.

Ya que hablamos de la “burbuja inmobiliaria aznarista” y de Latinoamérica, ¿qué clase de “lecciones” puede dar un fiscalista fracasado, como el fundamentalista medieval español, en el que consideramos serio Instituto Tecnológico de Monterrey, que está cayendo en el fundamentalismo monetarista del ITAM y el CIDE, otros dos centros de intoxicación mental, al unísono de algunos sectores criptoneoliberales de la UNAM cada vez más impenitentes? Con tales “consejos” del fundamentalista Aznar, quien debe ser declarado persona non grata en México por su intervencionismo electoral solapado por el fétido IFE, se garantiza que la debacle financiera calderonista se profundizará mucho más.

Ambrose Evans-Pritchrad devela que China podría estar soltando tranquilamente su tenencia en Bonos del Tesoro de Estados Unidos: la “abrupta caída en la tenencia foránea de Bonos del Tesoro en las pasadas cinco semanas ha levantado la preocupación de que China estaría retirando tranquilamente (sic) sus fondos de EU, dejando al dólar cada vez más vulnerable” (The Daily Telegraph, 6/09/07).

La Reserva Federal de Nueva York publicó que los bancos centrales decrecieron su posesión de Bonos del Tesoro en 48 mil millones de dólares desde el fin de julio pasado (con una fuga de 32 mil millones en las recientes dos semanas). Pareciera que los banqueros franceses están más preocupados que sus homólogos estadunidenses instalados en la fase primaria de “negación” sicótica del “síndrome de estrés postraumático”, cuando no en la llana perplejidad de los boxeadores noqueados.

Hans Redeker, jefe de divisas de BNP Paribas, admite la fuga de los bancos centrales de sus tenencias en dólares, entre los que se podría encontrar China, y que se han ido a refugiar al oro que ha roto la barrera de los 700 dólares. Por cierto, adelantado por Bajo la Lupa cuando en nuestro enfoque multidimensional planteamos desde la primavera de 2004 la hipótesis de una correlación inversamente proporcional entre el oro y el oro negro con el dólar-chatarra, como una de las consecuencias de la estrepitosa derrota militar anglosajona en Irak.

David Powell, economista de IDEAglobal, de Nueva York, acusó puerilmente a China de ser el “principal sospechoso” de la fuga veraniega de los Bonos del Tesoro, lo cual se sabrá fehacientemente hasta finales de noviembre. Según Powell, la fuga coincide con el lanzamiento de China de sus “fondos soberanos de riqueza” por 300 mil millones de dólares, que hemos expuesto hasta el cansancio (ver Bajo la Lupa, 8/08/07 y 5/09/07) y que se han posicionado como la nueva fuerza geofinanciera global de las potencias emergentes (Rusia, China, petroleras nacionalistas de la OPEP, etcétera) para competir con el oligopolio financiero anglosajón de capa caída.

Con unos azorantes 1.34 billones de dólares de reservas en divisas, sin contar al restante del “circuito étnico chino” (Hong Kong, Macao, Taiwán y Singapur), que en suma detenta la mitad de todas las reservas foráneas globales, China dio inicio a su diversificación para mejorar sus ingresos, lo cual sería letal para el otrora dólar unipolar, pero que beneficiará al restante de la humanidad que busca la multipolaridad geofinanciera con nuevas divisas competitivas: euro, rublo, yuan (aún no es convertible), rupia india (tampoco es convertible), yen, una divisa común de la anglósfera británica, la divisa común del Consejo de Cooperación del Golfo, y, quizá, la divisa común sudamericana (si no se extravían en pleitos aldeanos). ¿Y el lastimoso y acéfalo Banco de México que preside el cordobista-zedillista Ortiz Martínez, quien va a acabar como un vulgar Ugalde financiero, el pésimo “mago” del IFE?

Ambrose Evans-Pritchrad comenta que en agosto, “dos altos funcionarios del gobierno chino dieron fuertes señales de que Pekín debería usar sus estimados 900 mil millones de dólares en Bonos del Tesoro de Estados Unidos como trueque de negociación, palabras que fueron tomadas como amenaza implícita para desencadenar un desplome de los bonos estadunidenses, en caso de ser provocados”.

Las relaciones bilaterales no andan muy bien a los dos lados del océano Pacífico, como fue notorio en la fracasada cumbre de la APEC, debido a la enésima provocación del errático Baby Bush –quien confundió a los australianos con los “austriacos” y a la APEC con la “OPEP”, se peleó con Corea del Sur y regañó a Myanmar y China (¿habrá estado embriagado?)– al reunirse al margen con los mandatarios de Australia y Japón para crear un frente común de seguridad frente a China, lo cual no tenía nada que ver con la agenda. Las agresiones personales de Baby Bush, de notoria conducta foxiana (es decir, rancheril ignara), han sido reiterativas con el presidente chino Hu Jintao, a quien jaló alocadamente del saco durante su visita a Estados Unidos. El Congreso estadunidense no se queda atrás y ha hecho pender como espada de Damocles una enmienda para propinar sanciones punitivas de 25.7 por ciento de tarifas contra las importaciones chinas, además de la campaña sucia contra sus “alimentos contaminados”.

En un artículo previo, que causó conmoción, Ambrose Evans-Pritchrad (China, amenaza en la opción nuclear de la venta de dólares, 10/08/07) reseña que académicos chinos han insinuado que, en caso de sanciones punitivas del Congreso, su gobierno pudiera recurrir a la venta masiva de sus dólares como represalia, lo cual desplomaría aún más al dólar y obligaría a elevar las tasas de los bonos en los momentos críticos de la quiebra inmobiliaria y el estallido de la “megaburbuja Greenspan”.

He Fan, funcionario de la Academia de Ciencias Sociales de China, sentenció que “Pekín tenía el poder de desencadenar el colapso del dólar si así lo desease (¡súper sic!)”, en referencia a la enorme suma acumulada de Bonos del Tesoro estadunidense, que “contribuye bastante en mantener la posición del dólar como moneda de reserva. Rusia, Suiza y otros países han reducido sus tenencias en dólares (…) Es improbable que China siga su ejemplo mientras el intercambio del yuan sea estable frente al dólar. El banco central chino será obligado (sic) a vender sus dólares una vez que el yuan se aprecie dramáticamente, lo que podría llevar a una masiva (sic) depreciación del dólar”.

La candidata presidencial favorita, Hillary Clinton, ya pegó el grito en los cielos de que Estados Unidos es “rehén de decisiones económicas hechas en Pekín, Shanghai o Tokio”, cuando los extranjeros controlan 44 por ciento de la deuda nacional estadunidense, “que lo ha dejado altamente vulnerable”. So what?

 
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