Usted está aquí: jueves 13 de septiembre de 2007 Cultura Comienza en La Habana el ciclo homenaje a Frida y Diego, la célebre pareja mexicana

Inauguraron una exposición con obras de los tres grandes del muralismo

Comienza en La Habana el ciclo homenaje a Frida y Diego, la célebre pareja mexicana

Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 12 de septiembre. “¡Estúpido!”, le dijo Frida Kahlo por teléfono a Diego Rivera. “Ya mataron al viejo. ¿Para qué lo trajiste?”

Aunque mantenían contacto y se prestaban cuidados mutuos, los dos artistas estaban “divorciados” en ese momento, agosto de 1940, cuando fue asesinado el revolucionario León Trotsky en la ciudad de México, relató aquí la investigadora y crítica de arte Teresa del Conde, colaboradora de La Jornada, en la apertura de un ciclo de homenaje a la célebre pareja mexicana.

Diego había viajado a San Francisco, a una exposición. Alejado entonces del trotskismo, intentaba volver al Partido Comunista. En mayo de 1940, contó la especialista, Rivera prestó su camioneta para el asalto a la casa de Trotsky, encabezado por David Alfaro Siqueiros, pero no tuvo nada que ver con el asesinato, tres meses más tarde.

Frida “se enoja y se enoja fuertemente” por el homicidio del líder bolchevique. Pero en 1953, a la muerte de José Stalin, quien ordenó el asesinato, Frida anotó en su diario: “Se acabó la luz sobre la tierra”.

Del Conde siguió en La Habana compartiendo su “relectura” del personaje, que ya había iniciado en México con sus artículos en este diario y sus conferencias, después de revisar el recién abierto acervo de objetos y documentos de la Casa Azul de Coyoacán y la publicación de su libro Frida Kahlo: una relectura crítica, en coautoría con Magali Tercero.

La Kahlo “no es la mejor pintora de América Latina, pero sí la más famosa”, señaló la investigadora. “Es objeto de un verdadero culto, como lo demostró la reciente exposición en el Palacio de Bellas Artes (de la capital mexicana), el mayor homenaje de todos los tiempos” en la historia de ese recinto.

¿Cuándo surgió la fridomanía? Teresa del Conde ubicó ese punto de partida en 1973, con la publicación del artículo “Frida Kahlo: painting for miracles”, que escribió Gloria Orenstein en el Feminist Art Journal, después de contemplar los exvotos de la artista.

Pero incluso ya en el sepelio de la pintora, en 1954, hubo gente que se lanzó sobre el féretro, intentando arrancar algún objeto, “como si fuera una santa”.

Jornadas Culturales de México en Cuba

El ciclo de conferencias Una cinta que envuelve una bomba, homenaje por el centenario del natalicio de la Kahlo y el cincuentenario de la muerte de Rivera, es parte de las Jornadas Culturales de México en Cuba, que se realizan aquí durante septiembre.

El nombre del encuentro es una frase tomada de la opinión de André Breton sobre los autorretratos de la artista: “No existe obra de arte que sea más marcadamente femenina, en el sentido de que, para ser tan seductora como sea posible, esté dispuesta de manera total a alternar entre el juego de ser absolutamente pura o absolutamente malvada. El arte de Frida Kahlo es como una cinta que envuelve una bomba”.

Después de la conferencia de apertura, en la Casa de las Américas, se exhibió Frida: naturaleza viva, el largometraje de 1984 de Paul Leduc y se presentó Cintas de seda, una pieza del dramaturgo cubano Norge Espinosa, en la que convergen la pintora y la poeta mexicana Sor Juana Inés de la Cruz.

Más tarde, en el Museo de Bellas Artes, se abrió una muestra de Rivera, Siqueiros y José Clemente Orozco, de las colecciones de la institución.

 
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