Inauguró la Plaza de la Soberanía, en el Centro Histórico
Reitera jefe de Gobierno llamado para reivindicar los derechos de la capital
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, inauguró la Plaza de la Soberanía de la Ciudad de México 1808, a un costado del templo de Santo Domingo, en el Centro Histórico, donde hizo un llamado a reivindicar los derechos de la ciudad y de sus habitantes, tanto para recuperar su historia, su identidad y sus tradiciones como para contar con una visión de su futuro y su desarrollo propio, sin estar sujeto a los dictados de otras instancias.
El acto contó con la participación de la actriz Julieta Egurrola y el tenor Mauro Calderón, quienes recitaron el poema Romance para el licenciado Verdad, escrito por Guillermo Prieto, y la Comisión para las Celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución de la Ciudad de México, presentó la Gaceta que comenzará a distribuirse este sábado de manera gratuita y que se hará llegar a más de 760 asociaciones de mexicanos residentes en otros países del mundo.
“No queremos, no creo que sea debido ni justo, que lleguemos a los doscientos años de la vida independiente del país y la ciudad de México todavía tenga que presenciar desafueros, restricciones para tomar sus decisiones económicas y que además le sigan reduciendo los recursos deliberadamente”, clamó el mandatario capitalino.
En tanto, Alejandra Moreno Toscano, titular de la Autoridad del Centro Histórico, señaló que la Comisión de Nomenclatura dio su beneplácito para dar el nombre de Plaza de la Soberanía al lugar, para rendir homenaje al ayuntamiento de 1808 que tenía a la cabeza a Francisco Primo de Verdad y Ramos y porque le rodean hechos significativos como el que a dos calles estaba la casa en la que vivía Leona Vicario y Quintana Roo; que en el convento de Santo Domingo vivió por algún tiempo Fray Melchor de Talamantes, mientras que a un costado se edificó la cárcel de la inquisición, el lugar más cerrado de la Nueva España, mientras que enfrente estaba la aduana, el más abierto, aspecto que conserva hasta hoy, tanto Santo Domingo, como la nueva Plaza de la Soberanía de la Ciudad de México 1808.