Usted está aquí: sábado 15 de septiembre de 2007 Política Di Costanzo: “barbaridad” alza al precio de la gasolina

En el país la recaudación es muy baja, justificó Paredes

Di Costanzo: “barbaridad” alza al precio de la gasolina

Georgina Saldierna, Alonso Urrutia, Israel Rodríguez, Eduardo Martínez y Hugo Martoccia, corresponsal

El alza al precio de la gasolina generó reacciones en favor y en contra de representantes empresariales, del transporte, académicos y del “gobierno legítimo”. Los detractores de esta medida catalogaron como una “barbaridad” la aplicación de la misma receta de gravar el consumo para financiar las necesidades del gobierno en lugar de asignar impuestos a los capitales especulativos. Sus defensores hablaron de paliar la pobreza con los nuevos recursos.

El secretario de hacienda pública del “gobierno legítimo”, Mario di Costanzo, calificó el aumento al precio de la gasolina de una “barbaridad” y aseguró que es mentira lo que han afirmado algunos diputados del PRI en torno a que no tendrá repercusiones en otros productos.

Manifestó que la reforma fiscal obedece a que los gobiernos federal y estatales no quisieron reducir sus gastos, salarios y compensaciones, y expuso que si en el gobierno federal son altas las prebendas, en los estados son mayores, al grado de llegar al despilfarro de recursos.

Agregó que muchos comerciantes desde ayer mismo empezaron a incorporar en sus precios el incremento de 5 por ciento y no el de 36 centavos, lo que va a tener doble efecto inflacionario.

Desde su reunión en Cancún, la Confederación Nacional de Transporte Urbano y Suburbano de México advirtió que con el aumento al combustible se incrementarán los costos de ese servicio en todas las ciudades, y no se descarta que pudiera generarse un alza escalonada de precios.

El secretario general de dicho organismo, Mario Hernández Moreno, dijo que en el caso del servicio urbano de transporte hay muchos lugares en la República con retraso en sus tarifas, y advirtió que con este nuevo aumento es imposible mantener los importes actuales.

La presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, intentó justificar el respaldo que dio su partido a la reforma fiscal al destacar que en un país donde existen tantas desigualdades y necesidades se requería ampliar la recaudación, que es muy baja.

Sin embargo, desestimó que esto implique alejamiento de las causas populares, pues el PRI se opuso desde el principio a cualquier posibilidad de incorporar el IVA a alimentos y medicinas.

Al ser cuestionada sobre los costos políticos, Paredes dijo que toda reforma fiscal es controvertida, pues a nadie le gusta pagar más impuestos. Puntualizó que en la postura priísta existía un planteamiento para que no solamente se buscara mayor recaudación, sino se definiera el destino de los recursos para orientarlos a desarrollo social y regional.

Por separado, integrantes del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM consideraron que los cambios tributarios aprobados son sólo una “minirreforma” fiscal, por lo que propusieron homologar gradualmente a lo largo de 10 años el sistema tributario de México con los de Estados Unidos y Canadá, medida que incrementaría los ingresos fiscales del país en cuando menos 10 puntos porcentuales como proporción del producto interno bruto, equivalente a un billón de pesos.

Jorge Basave Kunhardt afirmó que es necesario que se graven las ganancias de capital y los dividendos para lograr una más justa distribución del ingreso entre la población y para que el Estado disponga de mayores recursos y pueda invertir en infraestructura.

Aseveró que los argumentos que señalan que si se gravan los dividendos de las empresas podría ahuyentarse la inversión extranjera es sólo un “fantasma”, como demuestran las medidas adoptadas en Chile, que aplicó un impuesto a la especulación.

José Luis Calva Téllez, investigador del mismo instituto, indicó que el nuevo impuesto a la gasolina significa seguir gravando al consumo. Para ello, explicó, es necesario instrumentar políticas hacendarias basadas en impuestos progresivos sobre el ingreso, que generen recursos suficientes para que el Estado cumpla cabalmente sus funciones en el desarrollo.

Por separado, representantes del sector empresarial manifestaron que la reforma fiscal es insuficiente para generar el crecimiento económico que el país requiere, por lo que demandarán una discusión “urgente” para ampliar la base gravable, en la que se deberá incluir el IVA en alimentos y medicinas. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales criticó que la tasa del impuesto empresarial a tasa única no fue “la que se había acordado”.

 
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