Usted está aquí: lunes 17 de septiembre de 2007 Mundo “Racismo”, motivo central del embate contra el gobierno de Bolivia: Morales

Opositores son financiados por diplomáticos estadunidenses, reitera el presidente

“Racismo”, motivo central del embate contra el gobierno de Bolivia: Morales

Reuters y Afp

Riberalta, Bolivia, 16 de septiembre. En medio de una alta conflictividad social, el presidente boliviano, Evo Morales, acusó a las elites de su país de orquestar una guerra sucia y racista contra su gobierno de raíces indígenas para “tumbar al indio”.

A menos de dos años de haberse convertido en el primer presidente indígena al frente del país más pobre de Sudamérica, Morales se enfrenta a la firme oposición de sus rivales de derecha y protestas callejeras por reclamos regionales que algunas veces se han tornado violentas.

“Lo que más me preocupa es la acción que hacen los neoliberales, algunos grupos oligárquicos, con base en la guerra sucia, una guerra mentirosa y una actitud discriminatoria”, dijo Morales el sábado por la noche a Reuters en una entrevista a bordo de un avión militar.

“Realmente tiene que ver con el racismo. Me quede impresionado que en algunas ciudades pequeños grupos son racistas. Hablan de desgastar al indio, de tumbar al indio (...) no aceptan que un indio pueda estar gobernando bien”, añadió Morales tras despegar la nave de la ciudad amazónica de Riberalta, cerca de la frontera con Brasil.

Los humildes orígenes de Morales, que fue pastor de llamas y cultivador de coca antes de hacerse famoso como combativo líder campesino, le ayudaron a subir al poder hace 20 meses, con promesas de convertir a Bolivia en un país próspero y tolerante.

Cercano aliado del presidente izquierdista venezolano, Hugo Chávez, Morales lanzó un programa de nacionalizaciones de recursos naturales que tuvo como eje central el sector energético del país, el cual posee las segunda mayores reservas de gas natural de Sudamérica.

Encuestas publicadas recientemente indican que Morales es aún muy popular, pero su promesa de lanzar una nueva Constitución para acelerar su “proceso de cambio en democracia” y darle poder a la mayoría indígena está en la cuerda floja.

Las protestas, principalmente en las regiones del este del país, obligaron a la Asamblea Constituyente a suspender sesiones hasta octubre, el segundo retraso serio que sufre, después de que su mandato fuera extendido por seis meses en agosto.

La oposición ha criticado el proceso de producción de la nueva Constitución diciendo que el oficialismo quiere imponer su débil mayoría para frenar sus demandas de más autonomía para las regiones del este, que ellos gobiernan.

Políticos derechistas han acusado al partido de Morales de intentar introducir reformas constitucionales para permitir la relección presidencial.

Morales afirmó que podría presentarse a nuevas elecciones, pero sólo si el pueblo se lo pide.

“Si me dice váyase, mañana me voy; si me dice que me ratifique, me ratifico; mucho dependerá del pueblo.”

Cuba y Estados Unidos

Morales reiteró sus acusaciones contra diplomáticos de Estados Unidos, a los que ha acusado de desviar fondos de ayuda al desarrollo para financiar a la oposición.

“Estados Unidos dice hay que hacer un frente que desgaste, un contrapeso a Evo Morales, al gobierno; no se pueden entender estas cosas. Por tanto, Estados Unidos está haciendo política, y no diplomacia.”

Pero añadió que Bolivia “nunca romperá relaciones” con Estados Unidos.

En cuanto a uno de sus más cercanos aliados, el líder cubano Fidel Castro, Morales aseguró que no tiene noticias recientes sobre su salud, pero que habló con él cuando visitó Cuba, el 6 de junio pasado.

“Está en proceso de recuperación, pero con semejante operación debe costar a su (avanzada) edad recuperarse,” expresó Morales sobre Castro, al que no se ha visto en publico desde que fue sometido a una cirugía gástrica en julio de 2006.

En Riberalta, ciudad de unos 100 mil habitantes en la Amazonia boliviana, Morales fue recibido por cientos de simpatizantes.

“Usted a demostrado cariño y mucha inquietud hacia este pueblo alejado. Ahora estamos tomados en cuenta”, dijo María Cándida Navarro, presidenta de un comité de vecinos de la ciudad, a Morales, después que éste inauguró una escuela y un puente.

El mandatario boliviano resaltó que este tipo de visitas son la única manera de hacerle frente a la oposición.

En otro asunto, el canciller David Choquehuanca dijo que su país no permanecerá en silencio si las dos hidroeléctricas que Brasil pretende construir sobre el fronterizo río Madera afectan el ecosistema boliviano. Dijo que La Paz planteó “dudas razonables” sobre perdida de vegetación, erosión de suelos, deslizamiento de tierras, extinción de especies y aumento de enfermedades.

 
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