Usted está aquí: domingo 23 de septiembre de 2007 Sociedad y Justicia Greenpeace: los océanos colapsarán por sobrepesca y cambio climático

Urge proteger de la depredación humana 40% de los mares

Greenpeace: los océanos colapsarán por sobrepesca y cambio climático

Los océanos enfrentan una situación alarmante por la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y la desaparición de especies. El único camino para revertir la situación es proteger al menos 40 por ciento de los mares de la explotación humana y asegurar la recuperación de la biodiversidad en las áreas agotadas, señala el informe Océanos en peligro: protegiendo la biodiversidad marina, de Greenpeace y el Worldwatch Institute.

Paul Johnston, jefe de la unidad científica de Greenpeace, señaló que “otros estudios recientes refieren que 90 por ciento de los grandes peces predadores (tiburones, peces espada y atunes) han desaparecido desde la década de los años 50, debido a la sobrepesca”.

El informe destaca también las nuevas amenazas para los océanos, entre otras su creciente acidificación, y subraya que la carrera por los recursos marinos está llevando a los ecosistemas al borde del colapso.

Con datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU, demuestra que 76 por ciento de los stocks pesqueros del planeta están explotados o sobrexplotados. En 2005 se capturaron 158 millones de toneladas de pescado, lo que supone un incremento de 700 por ciento respecto de 1950. Las capturas registradas entre 1950 y 2000 muestran el colapso de 366 de las mil 519 pesquerías que existen a escala mundial.

Efectos de la acuacultura

Greenpeace refiere que el estudio pone al descubierto el engaño que supone la acuacultura, que se presenta como la solución mágica a la crisis pesquera: la alimentación de especies carnívoras, como salmones o camarones, requieren 2.5 kilos de pescado para producir un kilo de estas especies, lo que aumenta la crisis de los océanos.

Más grave aún es el caso del atún capturado en alta mar y engordado en “granjas”, porque su alimentación requiere 20 kilos de pescado por cada kilo de atún producido.

El daño que sufren miles de animales marinos y el ecosistema entero por los efectos del palangre y el arrastre de profundidad, así como la sobrepesca en aguas de países en desarrollo, se agrava por la pesca ilegal, calculada en 20 por ciento del total (cuyo valor va de 4 mil a 9 mil millones de dólares).

La organización aseguró que mientras algunas naciones hacen intentos para proteger los recursos, en aguas internacionales la regulación para la captura de especies es casi nula.

“La falta de control sobre la pesca es también un gran problema en México, ya que 40 por ciento de la pesca ribereña se realiza de forma ilegal, es decir sin ningún permiso.”

 
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